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BitTorrent para vídeo en directo

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El inventor del protocolo para intercambio de archivos más popular ahora quiere emitir vídeo o televisión en vivo a través de Internet.

  • por Tom Simonite | traducido por Lía Moya (Opinno)
  • 28 Febrero, 2012

Por primera vez en la historia, la Super Bowl de este año se ha ofrecido en streaming en vivo para alegría inicial y posterior decepción de los fans que sufrieron con una mala calidad de imagen y con retardos de varios minutos. 

Bram Cohen, el hombre detrás BitTorrent, el protocolo para compartir archivos, está desarrollando un software que podría resolver este tipo de problemas. El protocolo de BitTorrent facilita la distribución de archivos grandes haciendo que los usuarios ofrezcan fragmentos de un archivo a otros usuarios mientras se lo descargan ellos mismos. Esto permite compartir archivos muy grandes sin que haga falta un servidor central único.

La empresa de Cohen, conocida como BitTorrent, está trabajando en una tecnología que permitiría a alguien con muchos menos recursos que un estudio de televisión emitir imágenes en vivo a una audiencia formada por millones de personas.

“Hoy por hoy, la mayoría de las imágenes en vivo que consume la gente no llegan a través de Internet, sino del sistema de cable”, afirma Cohen. “El cable está optimizado para enviar elementos en vivo con un retardo muy pequeño, algo que por ahora resulta muy difícil a través de Internet”.

El cable y la televisión aérea pueden llegar eficazmente a muchas personas gracias a que múltiples espectadores pueden sintonizar el mismo flujo de contenidos, pero el diseño de Internet requiere que se envíe una copia distinta a cada persona. Eso hace que emitir vídeo de cualquier tipo en línea sea caro (ni siquiera Google ha conseguido que YouTube dé beneficios aún) y mucho más si son imágenes en directo. Suelen ser necesarios servidores especializados y otro tipo de infraestructura. 

La solución de Cohen, bautizada como BitTorrent Live, podría servir para que prácticamente cualquiera pueda ofrecer una emisión en directo a millones de personas. Al igual que el BitTorrent original, el sistema depende de que todos los espectadores ejecuten un software que enlaza con una red que distribuye datos directamente entre los usuarios, un diseño que se conoce como diseño de red entre pares, que es mucho más eficaz que si a cada usuario le proveyese un servidor central. Un beneficio clave de este enfoque es que cuanta más gente haya intentando descargar el archivo, más crece la capacidad de la red para servir ese archivo.

Cohen ha estado haciendo ensayos públicos de BitTorrent Live desde finales del año pasado, emitiendo sesiones de DJ en vivo desde San Francisco (Estados Unidos). Por ahora el sistema ha sido capaz de emitir imágenes en directo con menos de cinco segundos de retardo, aunque la audiencia más numerosa estaba formada  por 350 espectadores.

Cohen afirma que lo que más le interesa es el reto técnico, pero añade que cambiar la forma en que la gente consume vídeo también le importa. “Creo que la naturaleza unidireccional de la televisión no es algo bueno y pasarse a un medio que tenga características de interactividad y sociales integradas será algo positivo”, sostiene.

Reducir los recursos necesarios para ofrecer imágenes en vivo también podría ayudar a periodistas, blogueros o manifestantes que quieran mostrar al mundo lo que están viendo. Las imágenes en línea fueron importantes en las protestas del año pasado en Egipto y otros países de oriente próximo; emisiones in directo con grandes audiencias podrían tener un impacto aún mayor.

Cohen explica que BitTorrent Live también podría ayudar a las cadenas convencionales y a los estudios a distribuir contenido exclusivo de televisión y cine con mayor eficacia. Afirma que el planteamiento podría ser mejor incluso que los servicios centralizados de streaming, que suelen sacrificar la calidad para mantener los costes a raya. Sin embargo, al igual que con el protocolo original de BitTorrent, el software se podría usar potencialmente para emitir material con derechos de autor, sin que existiera un lugar único que clausurar fácilmente.

Es demasiado pronto para que Cohen explique exactamente cómo se pondrá BitTorrent Live a disposición del público y si -igual que su exitosa tecnología original- se hará de tal forma que terceras personas puedan usarlo como quieran. “El protocolo aún está en sus primeras fases de desarrollo, así que queremos mantener la capacidad de mejorarlo de forma fiable”, afirma. “Tendremos más información sobre potenciales usos por parte de terceros cuando nos acerquemos a la fecha de lanzamiento”.

El software para compartir archivos de BitTorrent descompone los archivos en muchos trozos pequeños para que, cuando alguien le pide a su software que busque una descarga, éste sea capaz de montarla partiendo de piezas adquiridas de muchos otros usuarios. BitTorrent Live usa la misma estrategia, pero con la limitación añadida de tener que distribuir datos que deben llegar a los usuarios en el momento justo para que la emisión en vivo siga funcionando.

Eso hace que el retardo sea el mayor reto para BitTorrent Live, reconoce Cohen. “De media, la latencia puede ser de uno a tres segundos mayor que en un sistema centralizado optimizado”, afirma.  Pero el retardo de cinco segundos que se ha logrado hasta la fecha probablemente sea aceptable para la mayoría de las circunstancias de uso. Cohen diseñó BitTorrent Live para que se deshiciera automáticamente de las conexiones con pares que no sean capaces de proporcionar datos frescos y dotara de alta prioridad a las conexiones que sí pueden, para asegurarse de que los datos se extienden ampliamente lo más rápido posible. 

Arvind Krishnamurthy, profesor asociado de la Universidad de Washington (EE.UU.) al que le interesan los sistemas de redes entre pares afirma que el enfoque de Cohen podría desatar un nuevo mecanismo de distribución del vídeo. “Puedo iniciar una emisión que, si resulta interesante, verán muchos millones de personas”, afirma. "No tienes que ser YouTube, crece por naturaleza”.

La demostración de que las redes de vídeo entre pares pueden servir a grandes audiencias llega desde China, señala, donde servicios de televisión como PPLive y QQLive sirven a cientos de miles de usuarios a un mismo tiempo, explica Krishnamurthy. Sin embargo, esos servicios no suelen ofrecer imágenes en directo o con la calidad a la que están acostumbrados los internautas occidentales.

El mayor reto de Cohen quizá sea replicar el punto fuerte del diseño en el protocolo original de BitTorrent, que desanima a los usuarios egoístas que descargan datos pero no los ponen a disposición de los demás, y favorece a quienes sí comparten, afirma Krishnamurthy. Esto se consiguió haciendo que los usuarios de una red de BitTorrent proporcionen más datos a los demás usuarios, una estrategia que no funcionará con datos de vídeo en directo porque envejecen rápidamente. “En cualquier momento dado, los datos que me interesan son los próximos 30 segundos de datos”, afirma Krishnamurthy. “Es un número pequeño de bloques de datos y eso hace que sea más difícil que la emisión entre pares funcione”.

Krishnamurthy y otros colaboradores han usado los datos de PPLive en China para probar un sistema propio que reduce el número de usuarios que reciben emisiones incompletas en más de un 25 por ciento. En ese sistema, los usuarios que pasan datos de vídeo a tiempo a los demás, reciben a su vez los datos con mayor calidad y menos retardo. Su diseño también conduce los datos de vídeo más recientes a través de los usuarios con el mayor ancho de banda libre, para asegurarse de que se diseminan más rápidamente por la red.

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