Otros
La IA agravará el problema de los desechos electrónicos. Esto es lo que podemos hacer al respecto.
Los equipos utilizados para entrenar y ejecutar modelos de IA generativa podrían producir hasta 5 millones de toneladas de desechos electrónicos para 2030, una fracción relativamente pequeña pero significativa del total mundial.
La IA generativa podría ser responsable de hasta 5 millones de toneladas métricas de desechos electrónicos para 2030, según un nuevo estudio.
Se trata de una fracción relativamente pequeña del total mundial actual de más de 60 millones de toneladas métricas de desechos electrónicos cada año . Sin embargo, sigue siendo una parte importante de un problema creciente, advierten los expertos.
El término "residuo electrónico" se utiliza para describir aparatos como aire acondicionado, televisores y dispositivos electrónicos personales, como teléfonos móviles y ordenadores portátiles, cuando se desechan. Estos dispositivos suelen contener materiales peligrosos o tóxicos que pueden dañar la salud humana o el medio ambiente si no se eliminan de forma adecuada. Además de esos posibles daños, cuando los electrodomésticos, como las lavadoras y los ordenadores de alto rendimiento, acaban en la basura, también se desperdician los valiosos metales que contienen, que se eliminan de la cadena de suministro en lugar de reciclarse.
Dependiendo de la tasa de adopción de la IA generativa, la tecnología podría agregar entre 1,2 y 5 millones de toneladas métricas de desechos electrónicos en total para 2030, según el estudio, publicado hoy en Nature Computational Science .
“Este aumento agravaría el problema existente de los desechos electrónicos”, afirma Asaf Tzachor, investigador de la Universidad Reichman en Israel y coautor del estudio, vía correo electrónico.
El estudio es novedoso en sus intentos de cuantificar los efectos de la IA en los desechos electrónicos, dice Kees Baldé, un especialista científico senior del Instituto de las Naciones Unidas para la Formación Profesional y la Investigación y autor del último Global E-Waste Monitor, un informe anual.
El principal contribuyente a los desechos electrónicos generados por la IA generativa es el hardware informático de alto rendimiento que se utiliza en centros de datos y granjas de servidores, incluidos servidores, GPU, CPU, módulos de memoria y dispositivos de almacenamiento. Ese equipo, al igual que otros desechos electrónicos, contiene metales valiosos como cobre, oro, plata, aluminio y tierras raras, así como materiales peligrosos como plomo, mercurio y cromo, dice Tzachor.
Una de las razones por las que las empresas de inteligencia artificial generan tantos desechos es la rapidez con la que avanza la tecnología de hardware. Los dispositivos informáticos suelen tener una vida útil de entre dos y cinco años y se reemplazan con frecuencia por las versiones más actualizadas.
Si bien el problema de los desechos electrónicos va mucho más allá de la inteligencia artificial, el rápido crecimiento de esta tecnología representa una oportunidad para hacer un balance de cómo lidiamos con ellos y sentar las bases para abordarlo. La buena noticia es que existen estrategias que pueden ayudar a reducir los desechos previstos.
Según Tzachor, una de las formas más importantes de reducir los desechos electrónicos es prolongar la vida útil de las tecnologías mediante el uso de equipos durante más tiempo. La renovación y reutilización de componentes también puede desempeñar un papel importante, al igual que el diseño de hardware de manera que sea más fácil reciclarlo y actualizarlo. La implementación de estas estrategias podría reducir la generación de desechos electrónicos hasta en un 86% en el mejor de los casos, según el estudio.
Según el Monitor Global de Residuos Electrónicos 2024, en la actualidad solo se recolecta y recicla formalmente alrededor del 22 % de los desechos electrónicos. Una cantidad mucho mayor se recolecta y recupera a través de sistemas informales, incluso en países de ingresos bajos y medianos bajos que no cuentan con una infraestructura establecida para la gestión de desechos electrónicos. Esos sistemas informales pueden recuperar metales valiosos, pero a menudo no incluyen la eliminación segura de materiales peligrosos, dice Baldé.
Otro obstáculo importante para reducir los desechos electrónicos relacionados con la IA es la preocupación por la seguridad de los datos. La destrucción de los equipos garantiza que no se filtre información, mientras que la reutilización o el reciclaje de los equipos requerirá el uso de otros medios para proteger los datos. Asegurarse de que la información sensible se borre del hardware antes del reciclaje es fundamental, especialmente para las empresas que manejan datos confidenciales, afirma Tzachor.
Probablemente se necesitarán más políticas para garantizar que los desechos electrónicos, incluidos los de inteligencia artificial, se reciclen o eliminen adecuadamente. La recuperación de metales valiosos (como hierro, oro y plata) puede ayudar a justificar el problema desde el punto de vista económico. Sin embargo, el reciclaje de desechos electrónicos probablemente seguirá teniendo un precio, ya que es costoso manipular de forma segura los materiales peligrosos que suelen encontrarse dentro de los dispositivos, dice Baldé.
“Para las empresas y los fabricantes, es fundamental asumir la responsabilidad por el impacto ambiental y social de sus productos”, afirma Tzachor. “De esta manera, podemos asegurarnos de que la tecnología en la que confiamos no se produzca a expensas de la salud humana y del planeta”.