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A principios de esta semana, el cirujano general de EE. UU., también conocido como el “médico de la nación”, escribió un artículo defendiendo que las advertencias sanitarias deberían acompañar a las redes sociales. El objetivo: proteger a los adolescentes de sus efectos nocivos. "Los adolescentes que pasan más de tres horas al día en las redes sociales enfrentan el doble de riesgo de sufrir síntomas de ansiedad y depresión", escribió Vivek Murthy en un artículo publicado en el New York Times . "Además, casi la mitad de los adolescentes dicen que las redes sociales les hacen sentir peor con respecto a su cuerpo".

Su preocupación resuena instintivamente en mí. Tengo alrededor de 30 años e incluso yo puedo terminar sintiéndome mucho peor conmigo mismo después de un breve paso por Instagram. Tengo dos hijas pequeñas y me preocupa cómo responderé cuando lleguen a la adolescencia y empiecen a pedir acceso a cualquier sitio de redes sociales que estén usando sus compañeros. Mis hijos ya tienen fascinación por los teléfonos móviles; el mayor, que tiene casi seis años, a menudo entra a mi habitación al amanecer, encuentra el teléfono de mi esposo y de alguna manera descubre cómo poner “ Feliz Navidad (la guerra ha terminado) ” a todo volumen.

Pero también sé que la relación entre esta tecnología y la salud no es blanca o negra. Las redes sociales pueden afectar a los usuarios de diferentes maneras, a menudo de manera positiva. Así que echemos un vistazo más de cerca a las preocupaciones, la evidencia detrás de ellas y la mejor manera de abordarlas.

Las preocupaciones de Murthy no son nuevas, por supuesto. De hecho, casi cada vez que conocemos una nueva tecnología, algunos advierten sobre sus peligros potenciales. Innovaciones como la imprenta, la radio y la televisión tuvieron sus críticos en su día . En 2009, el Daily Mail relacionó el uso de Facebook con el cáncer .

Más recientemente, las preocupaciones sobre las redes sociales se han centrado en los jóvenes. En nuestra adolescencia suceden muchas cosas a medida que nuestro cerebro madura, nuestras hormonas cambian y exploramos nuevas formas de establecer relaciones con los demás. Se cree que también somos más vulnerables a los trastornos de salud mental durante este período. Se cree que alrededor de la mitad de estos trastornos se desarrollan a la edad de 14 años , y el suicidio es la cuarta causa de muerte en personas de entre 15 y 19 años , según la Organización Mundial de la Salud. Muchos han afirmado que las redes sociales sólo empeoran las cosas.

Los informes han citado de diversas formas el acoso cibernético, la exposición a contenidos violentos o dañinos y la promoción de estándares corporales poco realistas, por ejemplo, como posibles desencadenantes clave del mal humor y de trastornos como la ansiedad y la depresión. También ha habido varios casos destacados de autolesión y suicidio relacionados con el uso de las redes sociales, que a menudo implican acoso y abuso en línea. Esta misma semana, el suicidio de un joven de 18 años en Kerala, India, estuvo relacionado con el ciberacoso . Y niños han muerto después de participar en peligrosos desafíos en línea que se hicieron virales en las redes sociales, ya sea por inhalar sustancias tóxicas , consumir chips de tortilla ultra picantes o asfixiarse .

El nuevo artículo de Murthy sigue a un aviso sobre las redes sociales y la salud mental de los jóvenes publicado por su oficina en 2023. El documento de 25 páginas , que describe algunos de los beneficios y daños conocidos del uso de las redes sociales, así como las "incógnitas", tenía como objetivo Crear conciencia sobre las redes sociales como un problema de salud. El problema es que las cosas no están del todo claras.

"Actualmente, la evidencia es bastante limitada", dice Ruth Plackett, investigadora del University College de Londres que estudia el impacto de las redes sociales en la salud mental de los jóvenes. Gran parte de la investigación sobre las redes sociales y la salud mental es correlacional. No muestra que el uso de las redes sociales cause trastornos de salud mental, dice Plackett.

El aviso del cirujano general cita algunos de estos estudios correlacionales. También señala estudios basados en encuestas, incluido uno que analiza el bienestar mental entre estudiantes universitarios después del lanzamiento de Facebook a mediados de la década de 2000 . Pero incluso si se acepta la conclusión de los autores de que Facebook tuvo un impacto negativo en la salud mental de los estudiantes, eso no significa que otras plataformas de redes sociales tendrán el mismo efecto en otros jóvenes. Incluso Facebook, y la forma en que lo utilizamos, ha cambiado mucho en los últimos 20 años.

Otros estudios han encontrado que las redes sociales no tienen ningún efecto sobre la salud mental. En un estudio publicado el año pasado , Plackett y sus colegas encuestaron a 3228 niños en el Reino Unido para ver cómo su uso de las redes sociales y su bienestar mental cambiaban con el tiempo. Los niños fueron encuestados por primera vez cuando tenían entre 12 y 13 años, y nuevamente cuando tenían entre 14 y 15 años.

Plackett esperaba descubrir que el uso de las redes sociales perjudicaría a los jóvenes participantes. Pero cuando realizó la segunda ronda de cuestionarios, descubrió que ese no era el caso. "El tiempo pasado en las redes sociales no estuvo relacionado con los resultados de salud mental dos años después", me dice.

Otra investigación ha encontrado que el uso de las redes sociales puede ser beneficioso para los jóvenes, especialmente los de grupos minoritarios. Puede ayudar a algunos a evitar la soledad, fortalecer las relaciones con sus compañeros y encontrar un espacio seguro para expresar sus identidades, dice Plackett. Las redes sociales tampoco son sólo para socializar. Hoy en día, los jóvenes utilizan estas plataformas para noticias, entretenimiento, escuela e incluso (en el caso de personas influyentes) negocios.

"La evidencia es muy variada", dice Plackett. "Yo diría que es difícil sacar una conclusión en este momento".

En su artículo, Murthy pide que se aplique una etiqueta de advertencia a las plataformas de redes sociales, afirmando que “las redes sociales están asociadas con importantes daños a la salud mental de los adolescentes”.

Pero aunque Murthy hace comparaciones con la efectividad de las etiquetas de advertencia en los productos de tabaco, darse atracones en las redes sociales no tiene los mismos riesgos para la salud que fumar cigarrillos empedernidos. Disponemos de abundante evidencia sólida que vincula el tabaquismo con una variedad de enfermedades, incluidas la enfermedad de las encías, el enfisema y el cáncer de pulmón, entre otras. Sabemos que fumar puede acortar la esperanza de vida de una persona. No podemos hacer tales afirmaciones sobre las redes sociales, sin importar lo que se haya escrito en ese artículo del Daily Mail .

Las advertencias sanitarias no son la única forma de prevenir posibles daños asociados con el uso de las redes sociales, como reconoce el propio Murthy. Para empezar, las empresas tecnológicas podrían ir más allá en la reducción o eliminación del contenido violento y dañino. Y la educación en alfabetización digital podría ayudar a informar a los niños y a sus cuidadores cómo alterar la configuración en varias plataformas de redes sociales para controlar mejor el contenido que ven los niños y enseñarles cómo evaluar el contenido que llega a sus pantallas.

Me gusta el sonido de estas medidas. Incluso podrían ayudarme a poner fin a las canciones navideñas de la madrugada.

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En todo Estados Unidos han ido apareciendo proyectos de ley diseñados para hacer que Internet sea más seguro para los niños. Pero los estados individuales adoptan enfoques diferentes, dejando el panorama resultante un desastre, como exploró Tate Ryan-Mosley.

Decenas de estados de EE.UU. demandaron a Meta, la empresa matriz de Facebook, en octubre pasado. Como escribió Tate en ese momento, los estados afirmaron que la compañía había perjudicado a sabiendas a los usuarios jóvenes, los engañó sobre características de seguridad y contenido dañino y violó las leyes sobre la privacidad de los niños.

China ha estado implementando controles cada vez más estrictos sobre cómo los niños usan Internet. En agosto del año pasado, el administrador del ciberespacio del país emitió directrices detalladas que incluyen, por ejemplo, una norma para limitar el uso de dispositivos inteligentes a 40 minutos al día para niños menores de ocho años. E incluso ese uso debería limitarse a contenido sobre “educación primaria, pasatiempos e intereses y educación en artes liberales”. Mi colega Zeyi Yang contó la historia en una edición anterior de su boletín semanal, China Report .

El año pasado, TikTok estableció un límite de 60 minutos por día para usuarios menores de 18 años. Pero la versión nacional china de la aplicación, Douyin, tiene controles aún más estrictos, como escribió Zeyi en marzo pasado.

Una forma en que las redes sociales pueden beneficiar a los jóvenes es permitiéndoles expresar sus identidades en un espacio seguro. Los filtros que alteran superficialmente la apariencia de una persona para hacerla más femenina o masculina pueden ayudar a las personas trans a jugar con la expresión de género, como escribió Elizabeth Anne Brown en 2022. Citó a Josie, una mujer trans de unos 30 años. "El filtro de chicas de Snapchat fue la gota que colmó el vaso para acabar con una década de represión", dijo Josie. "[Vi] algo que se parecía más a 'yo' que cualquier otra cosa en un espejo, y no pude volver atrás".

De toda la web

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"No sabemos qué está pasando con este virus que sale de China en este momento". Anthony Fauci ofrece su relato interno de los primeros tres meses de la pandemia de covid-19. ( El Atlántico )

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