En un encuentro sin precedentes, más de 1.000 participantes y 100 ponentes de todo el mundo se han reunido en Riad con motivo de la Global Healthspan Summit  a finales de noviembre. La cumbre, organizada por la iniciativa multimillonaria respaldada por el gobierno de Arabia Saudí para promover la longevidad saludable, la Fundación Hevolution, pretende canalizar la colaboración mundial en torno a uno de los retos más acuciantes de nuestra era: el envejecimiento saludable.

"Nuestra misión es ampliar la esperanza de vida en beneficio de todos. No se trata de vivir más por vivir más", ha señalado a MIT Technology Review en español Mehmood Khan, CEO de la Fundación Hevolution. "La gente quiere vivir de forma saludable el mayor tiempo posible. Es un deseo fundamental de todos los seres humanos vivos que conocemos", ha añadido.

A pesar de los avances que han prolongado la vida humana, la calidad de esos años adicionales se ha estancado, o incluso ha disminuido en determinadas poblaciones. La ONU prevé que la población mundial mayor de 60 años se duplique hasta alcanzar los 2.000 millones en 2050. Este cambio demográfico pone de relieve la urgencia de potenciar la colaboración y la innovación para garantizar no sólo una vida más larga, sino también más sana.

Khan subrayó la importancia de democratizar los descubrimientos y las innovaciones científicas: "No estamos invirtiendo, apoyando y acelerando este campo en beneficio de muy pocas personas, de los privilegiados. Nuestro objetivo es poner a disposición del mayor número de personas posible todo lo que resulte de nuestra inversión".

Para ello, el sector de la salud se ve cómo el principal aliado y aquel con mayor potencial. Según la fundación, ampliar la longevidad saludable en 12 meses podría generar 40 billones de dólares (36 billones de euros), en ahorro de costes sanitarios, así como un aumento de la productividad. El descubrimiento de nuevos tratamientos para prolongar la vida y mejorar la salud puede transformar la asistencia sanitaria, que pasaría de tratar la enfermedad a preservar activamente el bienestar.

Por eso, en la jornada de clausura de la cumbre, Hevolution anunció 40 millones de dólares (36 millones de euros) en ayudas a la investigación científica para impulsar avances transformadores en el campo de la ciencia del envejecimiento, con lo que el total comprometido durante los dos días del evento asciende a casi 100 millones de dólares (92 millones de euros).

Entre otros principales asignaciones de fondos figuran 21 millones de dólares (19 millones de euros) para el Instituto Buck de Investigación sobre el Envejecimiento, cuyo objetivo es acelerar los descubrimientos centrados en intervenciones terapéuticas dirigidas al envejecimiento. Además, se asignaron 16 millones de dólares (14 millones de euros) a la Federación Americana de Investigación sobre el Envejecimiento para ampliar su programa de Premios a Nuevos Investigadores en Biología del Envejecimiento y Gerociencia, con el fin de ayudar a los investigadores noveles a avanzar en el conocimiento de la biología del envejecimiento.

La competición como impulsor de la innovación

En un anuncio histórico en la cumbre, XPRIZE, conocido por diseñar y gestionar competiciones de incentivos a gran escala destinadas a abordar los retos más importantes de la humanidad, dio a conocer la mayor competición hasta la fecha: la iniciativa XPRIZE Healthspan. Esta competición sin precedentes, en la que Hevolution actúa como principal financiador, cuenta con una bolsa de premios monumental de 101 millones de dólares (93 millones de euros) y desafía a los equipos participantes a ser pioneros en una solución terapéutica proactiva y de fácil acceso.

El objetivo principal es rejuvenecer la función muscular, cognitiva e inmunitaria un mínimo de 10 años, con un audaz objetivo de 20 años, centrándose en personas de 65 a 80 años, todo ello logrado en un plazo de un año. Además, se ofrece un premio adicional de 10 millones de dólares (9,2 millones de euros) espera a un equipo que demuestre la capacidad de restaurar la función muscular perdida causada por la distrofia muscular facioescapulohumeral (DFEH) en un año o menos.

Peter Diamandis, el visionario fundador de XPRIZE, ha subrayado a MIT Technology Review en español el papel fundamental de las competiciones de incentivos para impulsar la innovación. "Los concursos a gran escala tienen el poder de movilizar a la comunidad mundial de innovadores, inspirándoles a abordar retos complejos que los enfoques tradicionales no podrían abordar".

En cuanto a la importancia de la dotación del premio, Diamandis ha añadido: "La escala del premio refleja la magnitud del objetivo. Pretendemos ampliar los límites de lo posible para prolongar la vida humana sana y catalizar avances en terapias proactivas".

Cuando se le preguntó por el ambicioso plazo de un año, Diamandis se ha mostrado confiado. "Creemos en el potencial transformador de los esfuerzos concentrados. Al fijar un objetivo de un año, animamos a los equipos a pensar de forma innovadora, aprovechando los conocimientos y tecnologías existentes para acelerar el progreso."

"La historia de los premios es que atrae la atención de la gente y sus mejores ideas. Incentiva, y el gran efecto secundario es que se va a conseguir un ecosistema", ha apuntado Khan.

El papel crucial de los biomarcadores

A medida que el sector de la longevidad saludable gana protagonismo, Apollo Health Ventures destaca como actor clave, con su singular enfoque de capital riesgo y creación de empresas. "Apollo es un fondo de capital riesgo y una empresa de creación centrada en el desarrollo de nuevas terapias dirigidas a la biología del envejecimiento", ha explicado su cofundadora, Alexandra Bause. "En última instancia, queremos ayudar a desarrollar la terapéutica que realmente tenga un impacto en la duración de la salud".

La estrategia de Apollo gira en torno a la búsqueda de indicaciones de enfermedades específicas para demostrar rápidamente una prueba de concepto clínica, utilizando biomarcadores para definir las poblaciones de pacientes y medir el impacto del tratamiento. "Siempre encontramos una indicación de enfermedad muy específica en la que podamos demostrar una prueba clínica de concepto lo antes posible", ha explicado Bause.

El énfasis en el desarrollo centrado en la enfermedad es evidente en la metodología de Apollo. "Se desarrolla el fármaco para una enfermedad y, a través de ese mecanismo, se consigue realmente un impacto en otras enfermedades, y luego se amplía a partir de ahí". Esta estrategia, similar al desarrollo de ciertos fármacos para la diabetes que se ampliaron para tratar diversas afecciones, subraya el potencial de implicaciones de largo alcance más allá de la enfermedad inicialmente objetivo.

Al hablar del papel fundamental de los biomarcadores, Bause hizo hincapié en la necesidad de su validación en ensayos clínicos, destacando la importancia de establecer un vínculo directo entre el impacto sobre estos biomarcadores y la consecución de resultados tangibles. "Lo que realmente necesitamos es que estos biomarcadores se validen en ensayos clínicos para dar a la gente la convicción de que, si estoy logrando un impacto en este biomarcador, esto realmente tiene un impacto en el resultado".

Bause prevé un cambio de paradigma en el que esta validación permita iniciar ensayos sobre el envejecimiento y ofrezca información fiable sobre la duración de la salud de una persona. "Eso en sí mismo se va a convertir en una plataforma para que mucha ciencia se acelere. Revolucionará la forma en que actualmente hacemos asistencia sanitaria".

La década del envejecimiento saludable

Reducir la brecha entre esperanza de vida y envejecimiento saludable se ha convertido en un atractivo reto para investigadores, responsables políticos y empresarios. La ONU han designado oficialmente 2021-2030 como "la década del envejecimiento saludable", alineando los esfuerzos mundiales para mejorar la calidad de vida en paralelo a la longevidad.

"Se necesita urgentemente una década de acción mundial concertada sobre el envejecimiento saludable. La pandemia de COVID-19 ha puesto de manifiesto la gravedad de las lagunas existentes en las políticas, los sistemas y los servicios. Ya hay más de mil millones de personas de 60 años o más, y la mayoría vive en países de renta baja y media. Muchas no tienen acceso ni siquiera a los recursos básicos necesarios para una vida con sentido y dignidad. Muchos otros se enfrentan a múltiples barreras que impiden su plena participación en la sociedad", instó la ONU en un comunicado.

Simone Gibertoni, CEO de Clinique La Prairie, una marca suiza de cosméticos de lujo especializada en el cuidado avanzado de la piel, reconoce el potencial del mercado de la longevidad. Sin embargo, ha subrayado que actualmente sigue siendo un nicho de mercado, estableciendo un paralelismo con las primeras fases del mercado de las criptomonedas: "Creo que será como las criptomonedas, todavía es un mercado muy de nicho, un mercado muy pequeño". En su opinión, el mercado de la longevidad, cuando se aborda con una perspectiva orientada al ocio, promete convertirse en un mercado sustancial y expansivo en el futuro. "Creo que será un mercado enorme", ha concluido.

Como reflexión sobre la desigualdad global, Khan ha subrayado la importancia que el mercado de longevidad transcienda su condición de nicho: "Soy un firme defensor de que la ciencia no debe tener fronteras. Vamos a tener diferentes culturas, diferentes creencias, diferentes ecosistemas. Si una buena idea va a ayudar a resolver un gran problema de salud, siempre que se haga de forma ética, con los planteamientos éticos adecuados, deberíamos abrazar la diversidad".