China ya lleva años recibiendo restricciones a la exportación de semiconductores. Ahora contraataca con la misma táctica. El 3 de julio, el Ministerio de Comercio de China anunció que la exportación de galio y germanio -dos elementos utilizados en la producción de chips, paneles solares y fibra óptica- pronto estará sujeta a un sistema de licencias por razones de seguridad nacional. Esto significa que las exportaciones de estos materiales tendrán que ser aprobadas por el gobierno, y las empresas occidentales que dependen de ellos podrían tener dificultades para asegurarse un suministro constante desde China.

Tras años de restricciones por parte de EE UU y sus aliados occidentales, la medida llega a las exportaciones de tecnologías de vanguardia. Por ejemplo, chips de alto rendimiento, máquinas litográficas e incluso software de diseño de chips. Estas políticas han creado un cuello de botella para el crecimiento tecnológico de China, en especial, para algunas grandes empresas como Huawei.

El anuncio de China es una clara señal de que va a tomar represalias, según afirma Kevin Klyman, investigador tecnológico del Proyecto para Evitar la Guerra entre las Grandes Potencias (Avoiding Great Power War Project, en inglés) del Belfer Center for Science and International Affairs de la Harvard Kennedy School. "Cada día empeora la guerra tecnológica", afirma Klyman, que añade: "Este es un día notable que ha acelerado aún más las cosas".

Aunque han provocado una subida inmediata de los precios del galio y el germanio, no es probable que las nuevas restricciones chinas afecten a EE UU con la misma intensidad que las restricciones estadounidenses han afectado a China. Estas dos materias primas, aunque importantes, tienen aplicaciones especializadas en la industria de semiconductores. Si bien China domina la producción de galio y germanio, otros países podrían aumentar su propia producción y exportar lo suficiente para sustituir el suministro de China.

A continuación, un rápido vistazo a la situación actual y a lo que está por venir.

¿Qué son el galio y el germanio? ¿Para qué se utilizan?

El galio y el germanio son dos elementos químicos que suelen extraerse junto con minerales más conocidos. El galio suele producirse en el proceso de extracción de zinc y alúmina (óxido de aluminio), mientras que el germanio se adquiere durante la extracción de zinc, o se separa del lignito (carbón mineral).

"Puede que Pekín haya elegido el galio y el germanio porque ambos son importantes para la fabricación de semiconductores", afirma Felix Chang, investigador del Foreign Policy Research Institute. "Es cierto en el caso del germanio, apreciado por su alta conductividad eléctrica. Por su parte, el galio tiene unas propiedades de cristalización inusuales, que dan lugar a algunos efectos de aleación útiles". El galio se emplea en la fabricación de equipos de radiocomunicación y pantallas LED, mientras el germanio se utiliza en fibra óptica, ópticas infrarrojas y células solares. Estas aplicaciones también los convierten en componentes útiles para las armas modernas.

En la actualidad, China produce aproximadamente el 60% del germanio y el 90% del galio que utiliza el resto del mundo, según Antaike, la empresa china de investigación de la industria metalúrgica. Pero, como China no tiene capacidad para convertir estos materiales en semiconductores o productos ópticos de última generación, una gran parte se exporta a empresas de Japón y Europa.

¿Cuál es el impacto más inmediato?

El nuevo régimen de licencias de exportación empezará a aplicarse el 1 de agosto de 2023. Tras su anuncio, los productores chinos de galio y germanio empezaron a recibir grandes pedidos de compra. La acumulación de existencias ha elevado el precio de ambos materiales, así como las cotizaciones bursátiles de las empresas chinas que los producen.

AXT, fabricante estadounidense de obleas semiconductoras, respondió que su filial -con sede en China- solicitaría una licencia de exportación para mantener su actividad con normalidad.

Es importante recordar que no se trata de una prohibición, sino de un sistema de licencias, esto significa que el impacto dependerá de lo difícil que sea conseguir una licencia de exportación. "No vemos indicios de que no se vayan a conceder licencias. Imagino que no se concederán a los contratistas de defensa estadounidenses", considera Klyman, quien señala que Raytheon y Lockheed Martin, las empresas de defensa estadounidenses, fueron las primeras incorporaciones a la reciente "lista de entidades no fiables" de China a principios de 2023.

Sin embargo, la capacidad de controlar a quién conceden los permisos, dará a China más influencia en las negociaciones comerciales con otros países. Sobre todo, con aquellos que dependen de esas importaciones para sus propias industrias de semiconductores, como son Japón y Corea.

¿Por qué China anuncia ahora estas restricciones?

Durante el último año, el gobierno estadounidense ha presionado a sus aliados para que unan sus fuerzas e impidan que China se abastezca de equipos de fabricación de chips de gama alta, como las máquinas litográficas, y los resultados se están notando. En junio, Japón y Países Bajos anunciaron su decisión de restringir la exportación a China sobre materiales y equipos relacionados con los chips. China siente la presión, y sus intentos de negociar las restricciones con EE UU han sido infructuosos.

Muchos expertos señalan la visita a China de Janet Yellen, secretaria del Tesoro estadounidense, de la semana pasada como la principal razón de que estos controles de exportación se anunciaran en aquel momento. "Pekín estaba enviando una señal antes de la visita de Yellen, China entraría en el juego de controlar las exportaciones en sectores clave, que preocupan al gobierno estadounidense", afirma Paul Triolo, vicepresidente senior para China y responsable de Política Tecnológica de la consultora Albright Stonebridge Group. El control del galio y el germanio es una de las herramientas que esgrime Pekín para empujar a EE UU y sus aliados a volver a la mesa de negociaciones.

Además, existe la preocupación estratégica de que la retención de estos materiales críticos podría servir a los intereses de China si estalla un conflicto, explica Xiaomeng Lu, director de la Práctica de Geotecnología en el Grupo Eurasia. "Rusia ha quedado prácticamente excluida del ecosistema tecnológico mundial, pero sigue teniendo petróleo y alimentos, así es como ha sobrevivido. Es el peor escenario que los dirigentes chinos tienen en mente", afirma Lu. "Si se da este escenario, tenemos que conservar las materias primas que tenemos en reserva tanto tiempo como sea posible".

¿Qué pasará con la cadena de suministro de galio y germanio?

Puede que, por ahora, el gobierno chino se esté haciendo con un mayor control de la cadena de suministro, pero la incertidumbre añadida del régimen de licencias hará que los importadores extranjeros de galio y germanio busquen un suministro más fiable en otra parte. La mayoría coincide en que estas restricciones a la exportación pueden no ser beneficiosas para China a largo plazo.

"Mi lectura es que el gobierno estadounidense está contento con esta medida", considera Klyman. "Esto obliga a los proveedores a diversificar su suministro de galio, germanio y otros minerales críticos. Esto hará que los mercados reinterpreten el valor de la minería en EE UU y otras regiones".

Las empresas mineras de Congo y Rusia ya han manifestado su intención de aumentar la producción de germanio para satisfacer la demanda. Algunos países occidentales, como EE UU, Canadá, Alemania y Japón, también producen estos materiales, pero aumentar la producción sería difícil. El proceso de extracción provoca una contaminación importante, que fue una de las razones que contribuyó a la deslocalización a China en un principio.

"Occidente tendrá que acelerar su innovación de nuevos procesos para separar y purificar los metales de tierras raras. De lo contrario, quizá tenga que relajar la normativa medioambiental que limita las técnicas tradicionales en Occidente", asegura Chang.

¿Los controles sobre las exportaciones chinas tendrán tanto éxito como los estadounidenses?

Probablemente no. El germanio y el galio pueden extraerse en otros lugares. Pero la disponibilidad de tecnologías punteras está más restringida. Como ejemplo, las máquinas de litografía EUV, cuya exportación a China quería prohibir EE UU, son fabricadas por una sola empresa. "El control de las exportaciones no es tan eficaz, si las tecnologías están disponibles en otros mercados", afirma Sarah Bauerle Danzman, profesora asociada de Estudios Internacionales de la Universidad de Indiana Bloomington.

EE UU también tiene otras ventajas que hacen que el control de las exportaciones funcione con más eficacia, explica la profesora, como es la importancia internacional del dólar. Las restricciones estadounidenses a los chips tienen un efecto extraterritorial porque las empresas temen ser sancionadas si no las cumplen. Podrían quedar excluidas de recibir pagos en dólares estadounidenses.

Para China, el control de las exportaciones podría perjudicar a su propia economía, añade Bauerle Danzman. Ya que depende del comercio de exportación mucho más que EE UU. Restringir a las empresas chinas la posibilidad de trabajar con el resto del mundo socavará su negocio. "A menos que [China] consiga que Japón, Corea del Sur y la UE acuerden no comerciar con EE UU para poder llevar a cabo una estrategia como esta, no solo tiene que detener las exportaciones a EE UU, sino a todo el mundo", concluye la especialista.

¿China ha restringido antes la exportación de materias primas críticas?

No es la primera vez que China intenta restringir la exportación de materias primas. En 2010, redujo en un 40% la asignación de elementos de tierras raras disponibles para su exportación, y alegó un interés en la conservación del medio ambiente. Ese mismo año, se acusó al país de prohibir extraoficialmente las exportaciones de tierras raras a Japón por una disputa territorial.

Los elementos de tierras raras se utilizan en la fabricación de diversos productos, como imanes, motores, baterías y luces LED. La cuota fue impugnada posteriormente por EE UU, la UE y Japón en un litigio ante la Organización Mundial de Comercio (OMC). Las justificaciones de China para proteger el medio ambiente no convencieron al grupo de expertos. Por tanto, falló en contra de China y pidió que revocara las restricciones, lo que ocurrió en 2015.

Esta vez, el gobierno japonés ha vuelto a señalar que podría plantear la cuestión ante la OMC, pero puede que China no tenga que preocuparse tanto como la última vez. Con el aumento del proteccionismo comercial y las políticas de autopreservación de la cadena de suministro durante la pandemia, la organización ha perdido autoridad paulatinamente entre los países miembros. "Ahora, la OMC es menos relevante, y China intenta encontrar un argumento político más matizado para respaldar sus acciones", considera Lu.

No necesita ir muy lejos. En diciembre de 2022, China presentó un contencioso ante la OMC en torno a los controles estadounidenses a la exportación de semiconductores, calificándolos de "restricciones al comercio encubiertas y políticamente motivadas". En una breve respuesta oficial, el delegado estadounidense ante la OMC afirmó que todo país tiene autoridad para tomar las medidas que considere "necesarias para la protección de sus intereses esenciales de seguridad". Es un argumento que China puede utilizar en su favor.

¿En el futuro, China ejercerá más controles sobre las exportaciones?

Lo más probable es que China no se detenga en el galio y el germanio a la hora de controlar las exportaciones. Wei Jianguo, ex viceministro chino de Comercio, fue citado en la publicación estatal China Daily, y afirmó que "esto solo es el comienzo de las contramedidas de China, y la caja de herramientas de China tiene más tipos de instrumentos disponibles".

Aunque el galio y el germanio son importantes, no representan la peor afección que China podría infligir en el frente de las materias primas. "Solo es un pellizco al sistema mundial para demostrar que tenemos la capacidad de causar un dolor mayor en el futuro", afirma Lu.

Eso podría ocurrir si China decide tomar medidas drásticas de nuevo contra la exportación de elementos de tierras raras. O los materiales utilizados para fabricar baterías de vehículos eléctricos: litio, cobalto, níquel y grafito. Como estos materiales se utilizan en cantidades mayores, es más difícil encontrar un suministro sustitutivo en un corto periodo de tiempo. Esta es la verdadera baza que China tendría en la futura mesa de negociaciones.