La caída del precio del petróleo podría provocar el fracaso de algunas startups de combustible alternativo.
El precio del petróleo ha descendido a niveles que serían demasiado bajos para que tengan éxito muchas startups de bio-combustible avanzado, especialmente las que atrajeron inversiones este verano, cuando el petróleo estaba a más de $ 100 por barril. Los mercados de crédito restringidos también dificultarán que las empresas de bio-combustibles avanzado puedan continuar con sus planes de mejorar la tecnología y construir centrales de producción a nivel comercial.
Los intentos de desarrollar combustibles alternativos en los años 80 fallaron en gran medida después de desplomarse los precios del petróleo, y la caída reciente del precio hace que unos cuantos se preocupen por sí algo así podría ocurrir ahora. El viernes el precio del petróleo había caído a $ 40,81 por barril, desde los $ 145 de julio. Esos elevados precios previos del petróleo, llevaron a los capitalistas de riesgo a invertir en muchas empresas que precisarían que el petróleo tuviera precios altos para competir, comenta David Berry, un socio de Flagship Ventures. Él comenta que: este verano “las personas estaban felices al decir ‘Aspiramos a que el barril de petróleo esté a $ 80 y creemos que haremos toneladas de dinero”.
Este septiembre, en la conferencia EmTech08, Berry predijo que si los precios del petróleo cayeran, muchas de las empresas se vendrían abajo. Su propia empresa, Flagship Ventures, invirtió sólo en startups de bio-combustibles que, para cubrir los gastos, necesitarán un precio del petróleo de $ 45 o menos. “Cuando pensamos en invertir, dijimos que no haríamos ninguna inversión en algo que tuviera el umbral de rentabilidad mayor a $ 45 el barril”, dijo en septiembre. “De ese modo, creo que podemos permanecer impasibles con respecto al precio del petróleo a medida que pase el tiempo. Desde nuestra perspectiva, si el precio cae a $ 60 o $ 50, nos sentaremos aquí y diremos que eso es lo que creíamos que podría pasar”.
Berry ahora expresa, sin embargo, que la mayoría de las compañías en las cuales invirtió Flaghship podrán lograr el umbral de rentabilidad menor a $ 45. Una de estas empresas, Mascoma, ubicada en Boston, MA, podría obtener ganancias aún con el petróleo a $ 20 el barril, explica Bruce Jamerson, Jefe Ejecutivo de Mascoma. Pero sólo debido a que las iniciativas de gobierno actuales les ayuda a competir con la gasolina. Esto incluye un subsidio de $1,01 por galón de bio-combustibles avanzados, combustibles obtenidos de cultivos que no son para alimento, así como una legislación nacional que exige que las empresas de petróleo vendan determinada cantidad de bio-combustibles avanzados.
Tanto Berry como Jamerson creen que el precio del petróleo aumentará a largo plazo. Cortes anticipados de producción de la OPEC probablemente mantendría los precios del petróleo por encima de $ 50, acota Berry. “Si observas los puntos del precio sobre los que ha ejercido presión la OPEC, que han ido de $50 a $ 80 eso nos proporciona un ámbito de desplazamiento razonable.
“No creo que los precios del petróleo se mantengan así de bajos por demasiado tiempo. Creo que probablemente fluctuarán entre $ 75 y $ 100 una vez atravesemos la etapa intensa de esta bajada”, expresa Jamerson.
Aún a esos precios, les puede resultar difícil competir a algunos startups de bio-combustible. Berry dice que en este verano, “alrededor de $200 a $ 300 millones iban a las empresas de algas. Y el alga ha demostrado tener un umbral de rentabilidad de entre $ 90 y $ 120 por barril de petróleo”.
Jamerson está más preocupado por los mercados de crédito restringidos que por los precios del petróleo. A Mascoma le faltan años para alcanzar la producción comercial, así que, al igual que con otras empresas de bio-combustibles, los precios actuales no tienen un impacto inmediato. Pero Mascoma todavía está elaborando una gran planta de etanol de 40 millones de galones en Kinross, MI. Este mes comenzará la producción en un complejo más pequeño de $ 20 millones cerca de Utica, NY, que producirá anualmente 200.000 litros de etanol. Para ahorrar dinero la empresa despidió recientemente al 10% de su plantilla, redujo sus pedidos de equipamiento y disminuyó gastos de viajes.
Sin embargo, Jamerson se mantiene optimista. La preocupación por la financiación está “atenuada por el optimismo creciente respecto al apoyo de la administración Obama a los combustibles renovables”. Él dice que después de la recesión actual “el de los bio-combustibles avanzados será uno de los primeros sectores en volver”.