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Espacio

Bezos se lanza en una carrera espacial contra Elon Musk por el control del Internet vía satélite

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En su intento por alcanzar a Starlink, Amazon planea construir hasta cuatro satélites al día

  • por Jonathan O'callaghan | traducido por
  • 03 Abril, 2023

Elon Musk y Jeff Bezos están a punto de enfrentarse de nuevo. En febrero, la Comisión Federal de Comunicaciones de EE UU (FCC, por sus siglas en inglés) aprobó los aspectos finales del Proyecto Kuiper, la iniciativa de Amazon para ofrecer acceso a Internet de alta velocidad desde el espacio. En mayo, la empresa lanzará unas versiones de prueba de los satélites de comunicaciones Kuiper en un intento de competir con Starlink, la empresa de SpaceX, y acceder a un mercado de millones de potenciales usuarios de Internet.

Otras empresas esperan hacer lo mismo, y algunas ya lo están haciendo, pero Starlink y Amazon son los principales actores. "Es una rivalidad cara a cara", afirma Tim Farrar, experto en satélites de la firma TMF Associates en EE UU.

El nuevo cohete Vulcan Centaur de United Launch Alliance, que lanzará los dos primeros satélites Kuiper de Amazon, se ha ensamblado en Cabo Cañaveral (Florida). Su lanzamiento inaugural está previsto para el 4 de mayo, cuando se pondrán en órbita dos prototipos de satélites Kuiper: KuiperSat-1 y KuiperSat-2. En el futuro, Amazon planea lanzar unos 3.236 satélites Kuiper completos para el año 2029. Y el primero de esa flota podría lanzarse a principios de 2024.

"Tienen la ambición de ser disruptivos en todo el sector tecnológico.  No es extraño que se hayan lanzado", afirma Farrar.

En los últimos años, varias empresas han intentado ampliar el acceso a Internet vía satélite, tanto con fines comerciales como para suministrar la red de personas que viven en lugares remotos, y no tienen fácil acceso. La mayor de estas iniciativas es Starlink, la megaconstelación de más de 3.500 satélites construida por SpaceX (de Elon Musk).

En 2019, Amazon anunció el Proyecto Kuiper, ese mismo año comenzó el lanzamiento de Starlink. Esto llevó a Musk a tuitear que Bezos, entonces CEO de Amazon, era un "imitador". También hay otros proyectos en desarrollo, como la británica OneWeb, que ahora cuenta con más de 500 satélites. Pero Farrar asegura que la competencia clave sucede entre SpaceX y Amazon.

Para hacer frente a SpaceX, en 2022 Amazon reveló que había comprado casi toda la capacidad de lanzamiento de cohetes disponible en el mundo. Aunque con poco efecto sobre su rival, porque SpaceX lanza satélites en sus propios cohetes. Gracias a los acuerdos multimillonarios de Amazon con United Launch Alliance, Blue Origin (de Bezos, en EE UU) y Arianespace (Europa), se espera que los satélites del Proyecto Kuiper vuelen en 92 lanzamientos diferentes en los próximos cinco años.

La rápida cadencia del lanzamiento es importante. Según su licencia de la FCC, Amazon tiene hasta julio de 2026 para lanzar la mitad de su constelación. "Estamos en vías de cumplir ese plazo", declaró un portavoz de Amazon. En febrero, la FCC dio luz verde a Amazon para que comenzara a lanzar sus satélites después de que la empresa ultimara los detalles de su plan para abordar las preocupaciones sobre aumentar la basura espacial.

Sin embargo, hay otro problema: ninguno de los cohetes donde Amazon ha comprado un viaje ha llegado aún al espacio. De hecho, uno de los vehículos de lanzamiento que Amazon tenía previsto utilizar explotó en enero. "Esos cohetes llevan mucho retraso", asegura Farrar.

Los satélites orbitarán a una altitud de unos 600 kilómetros y cubrirán latitudes desde Canadá hasta Argentina, llegando "al 95% de la población mundial.  Nuestra constelación servirá a hogares individuales, así como a empresas, escuelas, hospitales, agencias gubernamentales y otras organizaciones que operan en lugares sin una banda ancha fiable", según el portavoz de Amazon.

Amazon ha solicitado a la FCC aumentar su constelación a 7.774 satélites, lo que le permitiría cubrir regiones más al norte y al sur; incluida Alaska, como hace Starlink.

Hay mucho que ganar. Ahora, SpaceX cobra 110 dólares (unos 102 euros) al mes por acceder a Starlink, con un coste inicial de 599 dólares (557 euros) por una antena para conectarse a los satélites. Según una carta dirigida a los accionistas en 2022, Amazon está gastando "más de 10.000 millones de dólares (93.000 millones de euros)" en el desarrollo de Kuiper, con más de mil empleados trabajando en el proyecto. Andy Jassy, actual CEO de Amazon, ha dicho que Kuiper tiene posibilidades de convertirse en un "cuarto pilar" para la empresa. Es decir, junto a su mercado minorista, Amazon Prime, y sus servicios web (Amazon Web Services).

"El modelo de negocio de Amazon se basa en que la gente tenga conectividad a Internet. Tiene sentido que tengan esta constelación para proporcionar conectividad", afirma Shagun Sachdeva, experta en el sector y fundadora de Kosmic Apple, firma de inversión espacial en Francia.

Amazon aún no ha revelado el precio de su servicio, pero ha explicado que su objetivo es "reducir la brecha digital", llevando banda ancha rápida y asequible a "comunidades desatendidas", una ambición que también ha manifestado Starlink. Pero está por ver si los costes bajarán lo suficiente para que esto sea posible. "Los costes bajarán, pero ¿hasta qué punto?", pregunta Sachdeva. El pasado 14 de marzo, la empresa reveló que estaba fabricando sus propias antenas a un precio de 400 dólares (unos 371 euros), aunque todavía no ha revelado el precio de venta al público.

Además, Amazon ha dicho que puede ofrecer velocidades de hasta un gigabit por segundo, y un ancho de banda de un terabit por segundo. Estas cifras son similares a las de Starlink, en realidad, ambos servicios se parecen bastante. La diferencia clave es que Starlink está operativo desde hace años, mientras que Amazon no tiene previsto empezar a ofrecer Kuiper como servicio hasta la segunda mitad del año 2024. Eso da a SpaceX una ventaja considerable para atraer usuarios y asegurarse contratos.

El problema de la astronomía

Por otra parte, la basura espacial y su impacto en la astronomía terrestre sigue preocupando. Antes de 2019 solo había unos 3.000 satélites activos en el espacio. Solo SpaceX y Amazon podrían aumentar ese número a 20.000 para finales de esta década. Además, el seguimiento de un gran número de objetos móviles en órbita, y asegurarse de que no colisionan entre sí, es un quebradero de cabeza.

"No estoy seguro de que podamos mantener en órbita uno de estos sistemas. Están tirando los dados continuamente. Y en algún momento, a pesar de todos sus esfuerzos, habrá una colisión", afirma Hugh Lewis, experto en desechos espaciales de la Universidad de Southampton (Reino Unido), que ha seguido de cerca miles de incidentes entre Starlink, OneWeb y otros satélites.

El portavoz de Amazon también dijo que la empresa había "diseñado nuestro sistema y parámetros operativos teniendo en cuenta la seguridad espacial". Cuando los satélites terminen su misión, añadió, se retirarán de la órbita en el plazo de un año utilizando propulsores a bordo. Y, en caso de fallo del satélite, el arrastre atmosférico "ayudará a garantizar que cualquier satélite restante se desorbite de forma natural."

Amazon no ha revelado el tamaño de sus satélites, pero -como los de Starlink- podrían reflejar suficiente luz solar como para plantear un problema a los astrónomos, e incluso cambiar el aspecto del cielo nocturno. Los intentos de reducir el impacto de los satélites en la astronomía han tenido un éxito moderado, ya que los satélites aparecen brillantes. Las observaciones del universo con telescopios ya se ven afectadas por las rayas brillantes de los satélites, y es probable que el problema empeore en el futuro. 

Amazon ya ha declarado que está trabajando con astrónomos en este asunto. "La reflectividad es una consideración clave en nuestro proceso de diseño y desarrollo. Ya hemos tomado una serie de decisiones operativas y de diseño que ayudarán a reducir nuestro impacto en las observaciones astronómicas", dijo el portavoz de la compañía.

Sin embargo, si el problema no puede resolverse por completo, algunos aspectos de la astronomía se volverán más difíciles, o incluso imposibles. "Starlink no ha conseguido que sus satélites sean tan tenues como prometían. Me preocupa bastante el aspecto que tendrá el cielo con otra empresa más lanzando miles de satélites brillantes", afirma Samantha Lawler, astrónoma de la Universidad de Regina (Canadá).

Amazon tiene previsto progresar rápidamente, con planes para construir hasta cuatro satélites al día. Tras el lanzamiento de sus dos primeros satélites de prueba, el resto podría llegar con rapidez. ¿Puede esta empresa enfrentarse a Musk? "Esa es la gran pregunta. Tienen que moverse rápido", dice Farrar.

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