Tecnología y Sociedad
La realidad virtual es tan buena como el LSD para tener experiencias místicas
Una experiencia de realidad virtual provocó una respuesta indistinguible a las de los sujetos que tomaron dosis medias de LSD u hongos alucinógenos
Hace quince años, el artista y físico molecular computacional David Glowacki paseaba por la montaña cuando tuvo una gran caída. Al acabar tumbado en el suelo, la sangre empezó a entrar en sus pulmones. Mientras yacía allí sofocado, el campo de percepción de Glowacki se amplió. Observó su propio cuerpo desde arriba y, en lugar de su forma normal, vio que estaba hecho de una bola de luz.
"Sabía que la intensidad de la luz estaba relacionada con la manera en la que habitaba mi cuerpo", recuerda. Sin embargo, verlo como se oscurecía no le asustó. Desde su nuevo punto de vista, Glowacki pudo ver que la luz no desaparecía. Se transformaba, saliendo de su cuerpo hacia el entorno que lo rodeaba.
Este descubrimiento, que según él significó que su conciencia podría durar más y trascender su forma física, le dio a Glowacki una sublime sensación de paz. Así que se acercó a lo que pensó que era la muerte con curiosidad: ¿Qué podría venir después?
Desde su accidente, Glowacki ha trabajado para recuperar esa trascendencia.
La experiencia de realidad virtual (RV) Isness-D es su último esfuerzo. Y según el estudio reciente publicado en Nature Scientific Reports, este programa mostró en cuatro indicadores clave utilizados en los estudios de psicodélicos, el mismo efecto que una dosis media de LSD o psilocibina (el principal componente psicoactivo de los hongos alucinógenos).
Isness-D se diseñó para grupos de cuatro a cinco personas de cualquier parte del mundo. Cada participante se representa como una nube difusa de humo con una bola de luz justo donde estaría el corazón de una persona.
Imagen: Isness-D y la fusión energética desde la perspectiva de un usuario. Cortesía de David Glowacki.
Los participantes pueden entrar en una experiencia denominada fusión energética: se reúnen en el mismo lugar en un entorno de realidad virtual para superponer sus cuerpos difusos, lo que hace imposible saber dónde comienza y termina cada persona. La sensación resultante de conexión profunda y atenuación del ego refleja los sentimientos habitualmente provocados por una experiencia psicodélica.
Bajar el ego
Los psicodélicos son un tipo de drogas unificadas por su capacidad de alterar la percepción sensorial y cambiar la forma en la que procesamos la información. Los ensayos clínicos que incorporaron estas drogas, que resurgieron después de su prohibición en la década de 1970, han demostrado que la terapia asistida con los psicodélicos es particularmente buena para aliviar los síntomas del trastorno obsesivo-compulsivo, la adicción, el trastorno de estrés postraumático y la depresión, que tienen tratamientos estándar que fallan y bastante. La Administración de Medicamentos y Alimentos de EE UU(FDA, por sus siglas en inglés) designó en 2019 a la psilocibina como una "terapia innovadora" para la depresión severa, acelerando su proceso de aprobación.
Glowacki no diseñó Isness-D con el objetivo de replicar un estado psicodélico. Pero le interesaba usar la realidad virtual para producir algo que los psicodélicos provocan de manera fiable, lo que se conoce como una "experiencia autotrascendente".
Las experiencias autotrascendentes existen en un espectro. Perderse en un gran libro podría considerarse de bajo nivel; la muerte del ego que pueden inducir las altas dosis de psicodélicos está en el extremo opuesto. En los ensayos clínicos con los psicodélicos, las personas que informan sentimientos más intensos de autotrascendencia también suelen ver las mejoras más significativas en los síntomas.
Glowacki estaba interesado en usar la realidad virtual para producir algo que los psicodélicos provocan de manera fiable, lo que se conoce como una "experiencia autotrascendente".
Lo que define una experiencia autotrascendente es la disolución de nuestra autodefinición típica como un individuo discreto, separado de otras personas y del entorno. Durante tal experiencia, un profundo sentimiento de unidad con otras personas o con el entorno permite expandir el concepto de uno mismo para incluirlos.
Hay muchas vías hacia una experiencia autotrascendente. Las experiencias cercanas a la muerte como la de Glowacki a menudo borran momentáneamente los límites del yo. El efecto de una perspectiva general, el sentimiento que los astronautas informan de manera fiable después de ver la Tierra desde el espacio, crea una sensación de conexión con la humanidad en su conjunto. La meditación también puede ayudar a las personas a alcanzar la autotrascendencia.
Isness-D es otra vía. Para crearla, Glowacki se inspiró estéticamente en la mecánica cuántica, según sus palabras, "donde la definición de qué es materia y qué es energía empieza a volverse borrosa".
Para su artículo, Glowacki y sus colaboradores midieron la respuesta emocional que Isness-D provocó en 75 participantes. Basaron sus mediciones en cuatro métricas utilizadas en la investigación psicodélica: el MEQ30 (un cuestionario de experiencia mística), la escala de la disolución del ego, la escala "communitas" y la escala "inclusión de la comunidad en uno mismo". Communitas se define como una experiencia de intensa humanidad compartida que trasciende la estructura social. Las respuestas de los participantes se compararon luego con las proporcionadas en los estudios psicodélicos de doble ciego publicados anteriormente.
Para las cuatro métricas, Isness-D provocó respuestas indistinguibles de las asociadas con las dosis medias de psicodélicos. En la escala de experiencia mística, los participantes de Isness-D informaron una experiencia tan intensa como la provocada por 20 miligramos de psilocibina o 200 microgramos de LSD, y más fuerte que la inducida por microdosis de cualquiera de las dos sustancias.
Mi experiencia con esta realidad virtual
La semana pasada, decidí probar Isness-D. Los otros tres participantes en mi sesión de Isness-D, que se conectaron desde Portugal, Italia y California, ya estaban dispuestos en un círculo uno frente al otro cuando llegué. El entorno que nos rodeaba era disperso y gris, con el cielo que me recordaba el momento antes del amanecer. Cuando miré hacia donde deberían estar mis manos, vi dos luces opacas, que yo podía iluminar presionando el controlador que sostenía en cada mano.
El único objeto en ese paisaje yermo era un "hilo molecular", una larga cadena de uno de los aminoácidos más simples, la alanina, que se movía con una espontaneidad realista. ("Teníamos algunos modelos de física por ahí sobre cómo simular su movimiento en tiempo real", explica Glowacki). Al principio, se nos indicó que sostuviéramos el hilo y expresáramos algo con lo que queríamos conectarnos mejor, como si lo estuviéramos infundiendo con esta intención.
Luego una narración dirigió nuestros pensamientos y movimientos como una meditación guiada. Cuando llegó el momento de la fusión energética, una voz suave nos indicó que nos acercáramos un poco más. Luego nos acercamos aún más, hasta que dejamos nuestras cuatro esquinas y nos encontramos en el centro del círculo: como cuatro cúmulos de humo ondeando juntos.
A medida que nos acercábamos, me preocupaba invadir el espacio personal de los demás participantes. Entonces recordé que me separaban de ellos los océanos y miles de kilómetros, ¿y no se trataba de abandonar la noción del espacio personal? Así que traté de poner fin a la intimidad.
"Lo que ocurre en la realidad virtual es esa sensación de olvidarse por completo de la existencia del mundo externo", indica Agnieszka Sekula, candidata a doctorado en el Centro de Psicofarmacología Humana de Australia y cofundadora de una empresa que utiliza la realidad virtual para mejorar la terapia psicodélica. "Así que claramente hay una similitud con esta sensación de experimentar una realidad alternativa bajo los psicodélicos que parece más real que lo que existe de verdad".
Pero, Sekula añade que "indudablemente hay diferencias entre cómo se siente una experiencia psicodélica y cómo la realidad virtual". Por eso, a Sekula le parece bien que Isness-D traza un nuevo camino hacia la trascendencia en vez de simplemente imitar uno que ya existía.
Se necesita más investigación sobre los efectos duraderos de una experiencia de Isness-D y sobre si la realidad virtual, en general, puede causar beneficios similares a los psicodélicos. La teoría dominante sobre cómo los psicodélicos mejoran los resultados clínicos (un debate que está lejos de resolverse) es que su efecto está impulsado tanto por la experiencia subjetiva como por el efecto neuroquímico de la droga en el cerebro. Dado que la realidad virtual solo refleja la experiencia subjetiva, su beneficio clínico, que aún no se ha probado rigurosamente, puede no ser tan fuerte.
Nos acercamos aún más, hasta que nos encontramos en el centro del círculo: cuatro cúmulos de humo ondeando juntos.
El investigador de psiquiatría de la Universidad de California en San Francisco (EE UU) Jacob Aday señala que le gustaría que el estudio hubiera medido el bienestar mental de los participantes, ya que considera que la realidad virtual probablemente puede regular a la baja la red de modo predeterminado, una red cerebral que está activa cuando nuestros pensamientos no están dirigidos a una tarea específica, y que los psicodélicos pueden suprimir (los científicos teorizan que esto es lo que causa la muerte del ego). Las personas a las que se les mostraban vídeos inspiradores han disminuido su actividad en esta red. La realidad virtual es mejor para inducir asombro que un vídeo normal, por lo que Isness-D podría reducirlo de manera similar.
La start-up aNUma que surgió del laboratorio de Glowacki permite que cualquier persona con un visor de realidad virtual se inscriba en las sesiones semanales de Isness. La start-up vende una versión reducida de Isness-D a empresas para sus retiros virtuales de bienestar y ofrece una experiencia similar llamada Ripple para ayudar a los pacientes, a sus familias y a sus cuidadores a sobrellevar una enfermedad terminal. Un coautor del artículo que describe Isness-D incluso lo está probando en terapia de pareja y familia.
"Lo que hemos descubierto es que representar a las personas como pura luminosidad realmente las libera de muchos juicios y proyecciones", resalta Glowacki. Eso incluye pensamientos negativos sobre su cuerpo y prejuicios. Glowacki ha facilitado personalmente unas sesiones de aNUma para los pacientes con cáncer y sus seres queridos. Una mujer con cáncer de páncreas murió días después. La última vez que ella y sus amigos se reunieron fue como bolas de luz que se juntaban.
Durante una fase de mi experiencia con Isness-D, el movimiento creó un breve rastro eléctrico que marcaba dónde acababa de estar. Después de unos momentos de eso, la narración insistió: "¿Qué se siente al ver el pasado?" Empecé a pensar en las personas de mi pasado a las que echaba de menos o a las que había hecho daño. Usé mi dedo para escribir sus nombres en el aire. Tan rápido como los garabateé, los vi desaparecer.