Un nuevo análisis muestra cómo cambian las células de las glándulas mamarias en las madres lactantes con el tiempo.
Investigadores del MIT han realizado un estudio a gran escala y de alta resolución que muestra cómo las células de las glándulas mamarias cambian con el tiempo en madres lactantes, una tarea que ha sido difícil porque no se puede hacer una biopsia del tejido durante la lactancia. Los hallazgos eventualmente podrían generar nuevas formas de aumentar la producción de leche o mejorar la composición de la fórmula infantil, tal vez optimizándola para diferentes etapas de la infancia.
Para recopilar la información necesaria de forma no invasiva, los investigadores aislaron células mamarias de la propia leche y las analizaron mediante secuenciación de ARN de una sola célula, que puede determinar qué genes se expresan en una célula en un momento dado. Después de estudiar 50 muestras de leche proporcionadas por 15 madres entre tres días y casi dos años después del parto, los investigadores pudieron identificar una variedad de cambios en la expresión génica, algunos relacionados con factores como los niveles hormonales, la enfermedad de la madre o el bebé, la la madre comienza el control de la natalidad y el bebé comienza la guardería.
"Demostramos que la leche cambia durante todo el curso de la lactancia, incluso después de años de producción de leche", dice la autora principal y ex postdoctoral Brittany Goods, PhD '17, profesora asistente de ingeniería en Dartmouth.
Las células más abundantes que encontraron fueron los lactocitos, que expresaban muchos genes de las proteínas que se encuentran en la leche materna, así como los transportadores necesarios para secretar proteínas, micronutrientes, grasas y otros componentes. Con el paso del tiempo, los investigadores encontraron que la proporción de lactocitos involucrados en la producción de leche disminuyó, mientras que la proporción involucrada en el soporte estructural de la glándula mamaria aumentó. Al mismo tiempo, los genes implicados en la respuesta a la hormona prolactina se volvieron más activos en los lactocitos productores de leche, pero se redujeron en los estructurales. Estos cambios pueden estar relacionados con las cambiantes necesidades nutricionales de los bebés a medida que crecen.
El estudio "abarca el camino para mapear y comprender mejor algunas de las vías que utilizan estas células para realizar la enorme cantidad de trabajo que realizan", dice Goods.
“No solo nos brinda una manera de entender la lactancia, sino que también nos brinda un conjunto de datos y herramientas para poder diseñar mejores soluciones para mejorar la calidad de vida de las madres”.