La empresa Commonwealth Fusion Systems ha logrado cargar un electroimán superconductor hasta elevar la fuerza del campo magnético a 20 teslas. Un avance necesario para desarrollar un reactor de fusión asequible
• ¿Qué? La fusión promete generar energía barata, libre de CO2, continua, sin colapsos y con pocos residuos radiactivos.
• ¿Quién? Commonwealth Fusion Systems, ITER, Instalación Nacional de Ignición del Laboratorio Lawrence Livermore, Helion Energy, Tokamak Energy, General Fusion.
• ¿Cuándo? Dentro de unos 10 años.
En septiembre del año pasado, los investigadores de Commonwealth Fusion Systems cargaron lentamente un imán en forma de D de 10 toneladas, elevando la fuerza del campo magnético a 20 teslas, un récord para un imán de este tipo. Los fundadores de la empresa afirman que esa hazaña abordó el principal desafío de ingeniería requerido para desarrollar un reactor de fusión compacto y económico.
La energía de fusión ha sido el sueño de los físicos durante décadas. A temperaturas muy por encima de los 100 millones de grados, como en el Sol, los núcleos atómicos se mezclan, liberando una enorme cantidad de energía en el proceso. Si los investigadores consiguieran provocar estas reacciones de manera controlada y sostenida en la Tierra, podrían proporcionar una fuente crucial de electricidad barata, continua y libre de CO2, con fuentes de combustible casi ilimitadas.
Uno de los enfoques utiliza los imanes para confinar el gas de iones y electrones, conocido como plasma, dentro de los reactores en forma de dónut. Los imanes más potentes consiguen que escape menos calor, algo que permite que ocurran más reacciones de fusión dentro de una instalación más pequeña y económica. No es una diferencia menor: duplicar la fuerza del campo magnético reduce el volumen de plasma necesario para generar la misma cantidad de energía en un factor de 16.
A pesar de décadas de investigación y miles de millones de euros de inversión en el pasado, nadie ha logrado construir una planta de fusión capaz de producir más energía de la que consume. Sin embargo, Commonwealth y sus patrocinadores tienen esperanza, y otras start-ups de fusión y grupos de investigación también han informado sobre sus avances recientes.
Commonwealth está construyendo una fábrica para producir imanes a gran escala y sentar las bases para un prototipo de reactor. Si todo sale según lo esperado, la start-up planea entregar energía de fusión a la red eléctrica a principios de la década de 2030.