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AP / Michael Dwyer

Tecnología y Sociedad

El primer investigador culpable por la Iniciativa China no libra de polémica EE. UU.

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Los observadores esperaban que el juicio del destacado profesor de la Universidad de Harvard Charles Lieber proporcionara pistas sobre el futuro de este programa cada vez más racista y sin sentido. Pero el veredicto de culpabilidad solo afecta al académico, quien admitió no haber sido transparente

  • por Eileen Guo | traducido por Ana Milutinovic
  • 28 Diciembre, 2021

El veredicto llegó menos de tres horas después de que el jurado en Boston (EE. UU.) comenzara a deliberar sobre el destino del profesor de química de la Universidad de Harvard (EE. UU.) Charlies Lieber: el martes pasado fue declarado culpable de seis cargos de delitos graves, incluidos declaraciones falsas y fraude fiscal, derivadas de no haber revelado su vinculación y la financiación que recibió de una universidad china y de un programa de reclutamiento de talentos.

El juicio de Lieber fue seguido atentamente no solo por lo que significaría para este conocido científico, sino también por los indicios que podría revelar sobre el futuro de la controvertida (y cada vez más criticada) Iniciativa China, el programa bajo el cual fue acusado.

La Iniciativa China, lanzada en noviembre de 2018 por el Departamento de Justicia de EE. UU. (DOJ, por sus siglas en inglés), nació con el objetivo de contrarrestar la amenaza del espionaje económico chino pero, en la práctica, se ha centrado cada vez más en investigadores universitarios acusados por cuestiones de integridad científica y se ha dirigido de manera desproporcionada a personas de origen chino, como ha encontrado una investigación propia de MIT Technology Review. Lieber fue el segundo académico acusado bajo la Iniciativa China que se enfrentó a un jurado, y el primero en ser condenado.

Desde el principio, la Iniciativa ha sido criticada por elaborar perfiles raciales y, en los últimos meses, ha sufrido una serie de contratiempos por errores de la Fiscalía del Gobierno de EE. UU. Durante el verano, cinco casos contra académicos, en su mayoría por presunto fraude de visado, fueron desestimados sin explicación. Luego, el juicio contra el profesor de la Universidad de Tennessee-Knoxville (EE. UU.) Anming Hu, el primer caso de integridad científica en ir a juicio, acabó en juicio nulo seguido de absolución total y acusaciones de mala conducta del agente investigador del FBI.

Recientemente, algunos antiguos funcionarios del Departamento de Justicia involucrados en el programa, entre otras personas, han pedido el fin de este esfuerzo o un cambio significativo en su enfoque. En su testimonio sobre este asunto ante el Congreso de EE. UU., el fiscal general Merrick Garland prometió que el Departamento de Justicia llevaría a cabo una revisión del programa en cuestión.

En este contexto, "si hubiera habido una absolución en este caso [el de Lieber], pintaría muy mal para el Gobierno", afirma la profesora de derecho de la Universidad de Seton Hall (EE. UU.), Margaret Lewis, quien ha escrito bastante sobre la Iniciativa.

Pero los hechos subyacentes del caso eran sólidos, especialmente teniendo en cuenta el vídeo de Lieber admitiendo a los agentes del FBI que recibió dinero de una universidad china, que tenía una cuenta bancaria china y que no había sido (según sus propias palabras) "completamente transparente para nada" cuando los directivos de la Universidad de Harvard e investigadores del Gobierno le preguntaron sobre estos y otros temas.

Estos hechos hicieron que el de Lieber fuera "un caso atípico" entre los de la Iniciativa China, según un abogado defensor que siguió el caso en busca de pistas para el próximo juicio de su propio cliente. Aunque no resulta especialmente útil para predecir cómo el Gobierno podría manejar en el futuro los casos de integridad científica bajo la Iniciativa China, sí que ha planteado preguntas sobre un componente crucial de las investigaciones: los programas de reclutamiento de talentos.

Preguntas sin respuesta sobre el Programa de los Mil Talentos

La cuestión de la inocencia de Lieber puede que haya quedado resuelta, al menos por ahora (su abogado, Marc Mukasey, dijo a los periodistas que "respetaban el veredicto, pero seguirían luchando", lo que sugiere una posible apelación), pero el juicio ha planteado preguntas adicionales sobre la propia Iniciativa China y, específicamente, sobre los "programas de talentos" chinos que provocaron esta investigación.

Los programas de talentos son planes de reclutamiento, patrocinados por el Gobierno chino, diseñados para atraer a expertos extranjeros (también conocidos como "talentos") para trabajar en China. Si bien durante mucho tiempo las instituciones estadounidenses animaron la colaboración con universidades chinas, también a través de estos programas de talentos, en los últimos años el Gobierno federal se ha ido preocupando cada vez más por la misma.

Un informe del Senado de EE. UU. de 2019 encontró que China financió más de 200 programas de talentos con los que reclutó a más de 7.000 participantes. El informe también advirtió que los programas de talentos incentivaban a sus miembros a "mentir en las solicitudes de subvenciones a las agencias de concesión de EE. UU., a establecer 'laboratorios en la sombra' en China que trabajaban en las investigaciones idénticas a las de EE. UU. y, en algunos casos, a transferir el "capital intelectual ganado con esfuerzo" de científicos estadounidenses.

"Parte de lo que hizo que el Dr. Lieber fuera interrogado fue que tenía muchos estudiantes chinos, ¿verdad?", Marc Mukasey, abogado defensor de Lieber.

La investigación de datos de MIT Technology Review encontró que 19 de los 77 casos conocidos de la Iniciativa China (25 %) fueron motivados por sospechas de que los acusados habían participado en los programas de talentos chinos. Además, 14 de estos casos de programas de talentos se basaban en problemas de integridad científica por no haber revelado todos sus vínculos con entidades chinas en la documentación de la subvención. Ninguno de los 14 casos involucra acusaciones de que el científico en cuestión transfiriera propiedad intelectual estadounidense a China.

A pesar de las sospechas del Gobierno sobre los programas de talentos, todavía no está del todo claro si revelar la participación en ellos se considera sustancial o irrelevante por parte del Gobierno federal.

Esto era lo que el abogado defensor del otro caso de la Iniciativa China, que seguía este juicio para preparar mejor el caso de su propio cliente y no quiso ser identificado para no comprometerlo, esperaba que se aclarara en el transcurso del juicio. Sin esa aclaración, resaltó, algunos acusados podrían argumentar que no sabían que era sustancial informar sobre la participación en algún programa de talentos.

Al final, el tema resultó irrelevante en el juicio de Lieber: el acusado había ocultado su participación e ingresos, tanto a los directivos de la Universidad de Harvard como a los investigadores del Gobierno, y el fiscal no tuvo que aclarar oficialmente si la participación en el Programa de Mil Talentos se tenía que comunicar o no.

"Me llamó mucho la atención"

En el quinto día del juicio, Mukasey, el abogado defensor de Lieber, hizo una serie de preguntas a la investigadora del Departamento de Defensa Amy Mousseau sobre sus motivos para investigar al químico. Mukasey preguntó: ¿Es cierto que el Laboratorio de Investigación Naval informó a Mousseau de que Lieber tenía "demasiados estudiantes chinos en su laboratorio?"

"Sí", respondió Mousseau. Sin embargo, el fiscal federal James Drabick se opuso a la pregunta, por lo que Mukasey la reformuló. "Parte de lo que hizo que el Dr. Lieber fuera interrogado fue que tenía muchos estudiantes chinos, ¿verdad?"

"El juicio fue sobre la culpabilidad individual... no una discusión política sobre la Iniciativa China", Profesora de derecho de la Universidad de Seton Hall, Margaret Lewis.

Cuando Mousseau no respondió de inmediato, el abogado continuó: "¿Le llamó la atención que el Dr. Lieber tenía muchos estudiantes chinos trabajando en su laboratorio, sí o no?", "sí", respondió Mousseau.

La profesora de derecho Margaret Lewis recuerda que un tuit desde la sala del tribunal que resumía ese intercambio le "llamó mucho la atención", porque "tenía que ver con la pregunta clave: '¿En qué medida el Gobierno, y la sociedad estadounidense en general, ven el vínculo con China como un motivo de mayor sospecha?'"

Ella señala que eso muestra un "sesgo en contra de lo que el Departamento de Justicia lleva afirmando durante mucho tiempo: que "sus acciones se basan puramente en lo que la gente ha hecho, en su conducta, y no en la etnia, raza, nacionalidad, origen o cualquiera de esos factores".

Pero el sesgo racial, bien documentado dentro del FBI y el Departamento de Justicia, según el antiguo agente especial del FBI convertido en denunciante y miembro del Centro Brennan para la Justicia, Michael German, no es el único sesgo que revela este juicio. Otro problema que German identifica es el enjuiciamiento selectivo.

El experto señala: "Estoy seguro de que, si el Departamento de Justicia dedicara los mismos recursos a investigar a los ejecutivos corporativos en vez de a los científicos académicos, encontrarían muchas más personas que no declararon adecuadamente todos sus ingresos". La "evasión de impuestos", que aparece en dos de los cargos por los que Lieber fue condenado al final, "es un problema, pero no es el que la Iniciativa China pretendía resolver", añade.

Para muchos críticos de la Iniciativa China, cada caso señala preguntas más amplias y fundamentales, independientemente de su resultado.

¿Son "los años de prisión la pena que nosotros, como sociedad, creemos apropiada para este tipo de infracción?", se pregunta Lewi. El veredicto, agrega, no señala nada sobre otra preocupación: que la Iniciativa China crea una "historia de un riesgo más amplio añadido a las personas con conexiones con China".

Según Lewis, era de esperar que estos problemas hayan quedado sin resolver tras el juicio de Lieber. "El juicio fue sobre la culpa individual de Lieber, no una discusión política sobre la Iniciativa China", resalta.

También está la cuestión de qué mensaje envía este veredicto, opina la abogada de derechos civiles y cofundadora de Asian American Federal Employees for Nondiscrimination, Aryani Ong, dados los efectos escalofriantes generalizados que la Iniciativa China ha provocado en los científicos. La Iniciativa China siempre ha sido "parte de la coordinación de los esfuerzos de las agencias relacionados con la República Popular China" y "también formaba parte de la política, o más precisamente, de la señalización pública", asegura Ong. Y añade: "Creo que este caso se utiliza más como una advertencia... de que las interacciones entre Estados Unidos y China están bajo un intenso escrutinio, y no tanto como un acto frustrado de verdadero espionaje".

Hasta que se tomen esas decisiones políticas, la Iniciativa China y el enjuiciamiento de investigadores continuarán; hay cinco casos más de integridad científica programados para juicio el año que viene. Igual que Lieber, y que Anming Hu, los cinco demandados están acusados de haber hecho declaraciones falsas.

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