La Comisión Federal de Comercio de EE. UU. afirma que la red social actúa de forma anticompetitiva y con métodos de competencia desleal. Tras un movimiento similar reciente contra Google, parece que el mundo empieza a tomarse en serio la gravedad del enorme poder que han acumulado las 'big tech'
Qué ha pasado: la Comisión Federal de Comercio de EE. UU. (FTC, por sus siglas en inglés) ha presentado una demanda antimonopolio contra Facebook por su "conducta anticompetitiva y sus métodos de competencia desleal". Eso incluye la adquisición de Instagram en 2012 y la compra de WhatsApp en 2014. Facebook, según alega la FTC, tiene el monopolio de las redes sociales.
En su demanda, la FTC afirma: "Desde que derrocó a su primer rival, MySpace, y consiguió el poder de monopolio, Facebook se ha dedicado a jugar a la defensiva mediante prácticas anticompetitivas. Al identificar dos importantes amenazas de competencia a su posición dominante, Instagram y WhatsApp, Facebook actuó para sofocar esas amenazas comprando las empresas, en un reflejo de la opinión del CEO, Mark Zuckerberg, expresada en un correo electrónico de 2008, de que 'es mejor comprar que competir'".
Cómo hemos llegado hasta aquí: el control regulatorio que EE. UU. ejerce sobre Facebook empezó a aumentar en 2017, cuando se descubrió que la empresa de datos políticos Cambridge Analytica había usado datos de usuarios de Facebook sin su consentimiento en el período previo a las elecciones presidenciales de 2016 en EE. UU.
La FTC comenzó su investigación sobre las políticas de privacidad de Facebook en marzo de 2018, lo que resultó en una multa de 5.000 millones de dólares (4.130 millones de euros). Aunque se trata de la mayor multa en la historia de una empresa tecnológica, solo representó alrededor del 9 % de los ingresos de la compañía en 2018, y fue criticada rotundamente por las organizaciones de activistas y legisladores demócratas porque no incluía ninguna condición que exigiera a Facebook cambiar sus prácticas empresariales.
En los últimos meses, el control ha ido en aumento. Durante el verano, los demócratas de la Cámara de Representantes de EE. UU. publicaron un informe de 449 páginas sobre las prácticas monopolísticas de Apple, Amazon, Facebook y Google, en el que abogaban por una mayor aplicación de la legislación antimonopolio.
Luego, en octubre, el Departamento de Justicia de EE.UU. presentó una demanda antimonopolio contra Google, argumentando que la empresa utilizó métodos ilegales para expandir su negocio de búsqueda y publicidad.
Por qué es importante: la demanda del Departamento de Justicia de EE. UU. contra Google ya era el mayor caso de monopolio en los últimos 20 años, y las demandas conjuntas de la FTC y los estados van, como mínimo, a la par.
La última demanda, que se unió a la otra separada de 47 estados de EE. UU., junto con Guam y el Distrito de Columbia (ambos en EE. UU.), tiene grandes repercusiones para Facebook y podría obligar a la empresa a vender Instagram y WhatsApp. Pero, también presagia un entorno más amplio y cada vez más crítico con el dominio de un puñado de gigantes tecnológicos.
Estos casos podrían tardar años en acabar en los tribunales, pero se avecinan más demandas. Los fiscales generales estatales han afirmado que presentarán sus propias demandas contra Google en las próximas semanas, además de continuar con la investigación adicional de Amazon y Apple.