El domingo, la nave espacial japonesa Hayabusa-2 nos envió una cápsula con muestras del recogidas del asteroide Ryugu, a 290 millones de kilómetros de distancia. El material podría ayudarnos a descubrir el proceso de formación del sistema solar y de planetas habitables como la Tierra
La noticia: la cápsula que contiene la primera muestra de la superficie del asteroide Ryugu regresó a la Tierra el domingo 6 de diciembre en "perfectas" condiciones, según sus responsables.
La muestra fue recogida tras una misión de seis años por parte de la nave espacial japonesa Hayabusa-2 desde Ryugu, a 290 millones de kilómetros de distancia. Hayabusa-2 se acercó a la Tierra y soltó la cápsula, que luego atravesó la atmósfera a gran velocidad antes de desplegar un paracaídas. La cápsula de 16 kilogramos, que contiene alrededor de 0,1 gramos de polvo de roca, aterrizó de forma segura en Woomera (Australia) a las 4:37 hora local y fue localizada y recogida poco después por un equipo especializado liderado por la agencia espacial japonesa, JAXA.
Foto: La valiosa muestra se empaqueta cuidadosamente para poder llevarla a Japón para analizarla. Créditos: JAXA
Foto: El equipo inspecciona minuciosamente el lugar donde cayó la cápsula. Créditos: JAXA
La importancia: es la segunda vez en la historia que una muestra de un asteroide llega a la Tierra; la primera tuvo lugar con la primera misión Hayabusa, que no pudo traer más que unos pocos microgramos de polvo del mismo asteroide. Se espera que las nuevas muestras ayuden a los investigadores a comprender la formación del sistema solar, incluida la de planetas habitables como la Tierra.
Los asteroides son como cápsulas del tiempo de la historia espacial antigua porque su composición física y química se conserva mucho mejor que la de un planeta, que con el tiempo cambia más. Ryugu también debería ayudarnos a comprender qué tipos de elementos y compuestos pudieron haber sido enviados a la Tierra antigua a través de los impactos de los meteoritos. Después de soltar su valiosa carga, Hayabusa-2 volvió a encender sus motores y ya se dirige hacia el asteroide 2001 CC21 para un sobrevuelo en julio de 2026, y luego tendrá un encuentro con el asteroide 1998 KY26 en julio de 2031.
Siguientes pasos: la cápsula se está trasladando a Japón, donde descubriremos exactamente cuánto material del asteroide reunió, y los investigadores podrán empezar a analizarlo para ver qué información contiene.