Unas 110 personas han muerto este año al verse atrapadas en fuegos cruzados en Río de Janeiro, cuyo Gobierno no hace más que censurar la información. Ante este desolador panorama, cada vez hay más aplicaciones colaborativas para ayudar a los ciudadanos a evitar las zonas peligrosas en cada momento
Julia Borges estaba en la fiesta de 12 cumpleaños de su prima cuando recibió un tiro. La joven de 17 años estaba de pie en el balcón de una tercera planta cuando una bala perdida la alcanzó en la espalda y acabó en el músculo entre los pulmones y la aorta.
Eso ocurrió el 8 de noviembre. Por suerte, Borges fue trasladada al hospital y ya se ha recuperado. Pero otros muchos no son tan afortunados. A lo largo de este año, al menos 106 personas han muerto por las balas perdidas en Río de Janeiro (Brasil).
Entre las zonas más peligrosas se encuentran las estrechas calles de las favelas de la ciudad, donde actualmente vive más de un millón de personas. Ahí, las casas están apiladas unas sobre otras y los callejones que serpentean entre ellas tienen pequeñas plazas. Estas mismas calles resuenan regularmente con el ruido de los disparos: a diario se producen tiroteos entre la policía y narcotraficantes, grupos rivales de traficantes o incluso milicias respaldadas por la policía.
Las víctimas inocentes a menudo acaban atrapadas en el fuego cruzado. En muchos casos, los ciudadanos tienen que tumbarse en el suelo o crear barricadas para esconderse de las balas perdidas mientras esperan a que acaben. En 2019, Río tuvo una media de 20 tiroteos al día. La situación se ha tranquilizado un poco desde el inicio de la pandemia de coronavirus (COVID.19), pero, a finales de junio, la cifra media de tiroteos diarios todavía era de 14. Alrededor de 1.500 personas terminan asesinadas a tiros en el área metropolitana de Río cada año.
Vivir en Río es como "ser rehén de la violencia", opina Rafael César, quien vive en el barrio de Cordovil, al oeste de la ciudad.
Como muchos brasileños, César ha comenzado a usar aplicaciones para mantenerse a salvo. Estas apps colaborativas ayudan a los usuarios a realizar un seguimiento de las zonas peligrosas en su camino a casa y les permiten advertir a los demás sobre las áreas que deberían evitar.
Una de las apps más populares, Fogo Cruzado (Fuego Cruzado), fue creada por la periodista Cecilia Olliveira cuando pensaba en escribir un reportaje sobre las víctimas de balas perdidas en la ciudad, pero la información que necesitaba no estaba disponible. Así que, en 2016, creó una hoja de Google Docs para recopilar información sobre los tiroteos, apuntar ahí dónde y cuándo ocurrían, cuántas víctimas había y demás. Ese mismo año, con la ayuda de Amnistía Internacional, su documento se convirtió en una app y en una base de datos para ayudar a los que supervisan e informan sobre la violencia armada. La app se ha descargado más de 250.000 veces y cubre tanto Río como Recife (Brasil).
Captura de pantalla de la aplicación Fogo Cruzado
Si un usuario de la app oye disparos, puede notificar el incidente en la app. El equipo de Fogo Cruzado verifica y comprueba la información, con el apoyo de una red de activistas y voluntarios, y luego se sube a la plataforma, generando una alerta para los usuarios. Fogo Cruzado también cuenta con un equipo de colaboradores fiables que pueden subir información instantáneamente sin necesidad de verificación. Los usuarios pueden suscribirse para recibir actualizaciones cada vez que se dirijan hacia alguna zona considerada peligrosa, como una favela que se sabe que ha tenido tiroteos recientes o alguna otra que sigue en conflicto entre las pandillas.
Fogo Cruzado es muy usado por residentes locales que planean salir de su casa para trabajar o quieren comprobar si es seguro regresar, explica Olliveira. El periodista Bruno de Blasi confirma: "Empecé a usar Fogo Cruzado porque había frecuentes operativos policiales en una zona por la que pasaba todos los días". Y añade que los grupos de WhatsApp estaban llenos de rumores e informes falsos de tiroteos, por lo que decidió usar la app como una forma de "evitar algunos sustos innecesarios".
Como muchos en la ciudad, ha tenido su propia experiencia de estar cerca de un tiroteo. Recuerda uno que comenzó en la calle donde vive: "Fue una sensación horrible, sobre todo porque esa calle era considerada una de las más seguras y tranquilas del barrio, que también es donde está la comisaría. De repente tuve que alejarme de la ventana de mi propia habitación por el peligro de una bala perdida. Fue muy tenso".
Fogo Cruzado también colabora con otras organizaciones para crear un nuevo mapa de grupos armados en Río de Janeiro. El mapa, lanzado en octubre, está diseñado para mantener informados a los habitantes de la ciudad sobre qué áreas están actualmente dominadas por los grupos criminales o milicias policiales y, por lo tanto, probablemente resultan menos seguras.
Hay más apps que reúnen datos sobre tiroteos, pero Fogo Cruzado es una de las pocas que actualizan los propios usuarios, afirma el editor del sitio web Voz das Comunidades (Voz de las comunidades), Renê Silva, que cubre el Complexo do Alemão, el gran barrio de favelas en Río. "Hay lugares donde la app identifica algunos tiroteos que no salen en los medios", asegura.
La aplicación Onde Tem Tiroteio (Dónde hay disparos) funciona de manera similar. Fue creada en enero de 2016 por cuatro amigos como una página de Facebook. Y, mientras que Fogo Cruzado se centra en la región metropolitana de Río, Onde Tem Tiroteio (OTT) cubre todo el estado y, desde 2018, también el estado de São Paulo (Brasil). Se diferencia de Fogo Cruzado en que permite a la red de usuarios comprobar la veracidad de la información sobre los tiroteos.
Foto: Familiares y amigos sujetan el ataúd de Matheus Lessa, de 22 años, quien fue asesinado a tiros cuando intentaba defender a su madre durante un asalto en su tienda familiar en Río de Janeiro. Créditos: AP FOTO / Leo Correa
Al descargar OTT, se puede elegir el tipo de alertas que se quieren recibir, ya sean tiroteos, inundaciones o manifestaciones. Cada información anónima es revisada por una red de más de 7.000 voluntarios en el terreno que la confirman antes de subirla a la aplicación. También se publican informes semanales para la prensa. Más de 4,7 millones de personas utilizaron esta app el año pasado, según su cofundador Dennis Coli.
"La misión principal de OTT-Brasil es sacar a todos los ciudadanos de las rutas organizadas de saqueo de las pandillas, de los controles policiales falsos y de las balas perdidas, con la información que se recopila, analiza y difunde en un período de tiempo muy corto", explica.
Las apps también tienen un lado político. Además de mantener a los ciudadanos de Río fuera de peligro, pueden ayudar a los investigadores y las instituciones públicas a comprender los patrones de violencia y a presionar a los políticos.
"Principalmente sirven para llamar la atención sobre la dimensión del problema", resalta el profesor de gestión de políticas públicas de la Universidad de São Paulo Pablo Ortellado, y añade que estas aplicaciones tienen "una función específica pero clave de aumentar la presión sobre las autoridades".
De hecho, Recife fue elegida como segunda ciudad para la app Fogo Cruzado no solo por sus altos índices de violencia sino también porque, según Olliveira, el Gobierno estatal había dejado de publicar los datos y había empezado a censurar a los periodistas. "Antes, había un excelente acceso a los datos de seguridad pública, pero los datos se volvieron escasos y el trabajo de la prensa era cada vez más difícil", asegura.
De esta manera, las apps de recopilación de datos pueden ayudar a desafiar la información proporcionada por los gobiernos, cree la profesora de la MPA / Edward S. Mason en la Harvard Kennedy School en Massachusetts (EE. UU.) Yasodara Córdova.
En el pasado, el estado tenía el monopolio sobre la información oficial, pero hoy en día las cosas han cambiado, y añade: "Es saludable mantener bases de datos redundantes, recopiladas por comunidades activas, para que los datos puedan ser cuestionados con el fin de que el espacio cívico siga siendo abierto y global".
El usuario de OTT Felipe Luciano, de la ciudad São Gonçalo, cercana a Río, está de acuerdo: "La confianza es la clave. Lo que me motivó a utilizar OTT es la credibilidad de la información publicada allí. Me siento más seguro usándola".