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Partículas alejándose lentamente del cabezal colector de muestras de la nave espacial OSIRIS-REx. Crédito: NASA

Espacio

OSIRIS-REx tuvo tanto éxito que ha perdido parte de la muestra de Bennu

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La NASA quería recoger un mínimo de 60 gramos de escombros del asteroide, pero la maniobra logró hacerse con más de dos kilos, superando la capacidad máxima de su almacén, lo que impide que la tapa se cierre y ha provocado una fuga de material que se está esparciendo por el espacio

  • por Neel V. Patel | traducido por Ana Milutinovic
  • 27 Octubre, 2020

El pasado viernes, la NASA confirmó que la misión OSIRIS-REx logró recoger suficiente material del asteroide Bennu durante su maniobra de recolección de muestras de la semana pasada. De hecho, tuvo tanto éxito, que el compartimento recolector de la nave espacial está demasiado lleno para cerrarse por completo, por lo que una parte del material se está esparciendo por el espacio. "Hay tanto material que la muestra se está escapando", afirmó el máximo responsable de la Dirección de Misiones Científicas de la NASA, Thomas Zurbuchen.

Qué se suponía que iba a ocurrir: el pasado martes, OSIRIS-REx descendió al asteroide Bennu (después de llevar casi dos años estudiándolo desde la órbita, a más de 322 millones de kilómetros de la Tierra) y recogió escombros de su superficie durante un breve aterrizaje de seis segundos antes de regresar al espacio. 

El objetivo era hacerse con al menos 60 gramos de material, y la NASA esperaba realizar una serie de procedimientos para verificar cuánto logró recoger, como observaciones del compartimiento recolector de muestras mediante cámaras a bordo, así como una maniobra de giro programada para el sábado que calcularía de forma aproximada la masa de la muestra con las mediciones del momento de inercia. 

Lo que realmente sucedió: antes de llevar a cabo todos los procedimientos, las cámaras a bordo revelaron que el compartimiento recolector perdía partículas que flotaban en el espacio. "Se ve que hay una cantidad sustancial de la muestra flotando", aseguró el viernes el líder de la misión, Dante Lauretta. Al final resultó que el intento de recolección de muestras recogió demasiado material, posiblemente hasta dos kilogramos, que es el límite máximo de capacidad con el que OSIRIS-REx fue diseñado. Alrededor de 400 gramos parecen visibles desde las cámaras. La tapa del compartimiento recolector no se ha cerrado correctamente y permanece abierta por algunas piezas de hasta tres centímetros de tamaño, lo que deja un espacio de un centímetro de ancho por el cual el material se puede escapar.

Parece que cuando OSIRIS-REx aterrizó en la superficie de Bennu, el cabezal colector alcanzó una profundidad de entre 24 centímetros y 48 centímetros, lo que explicaría por qué recogió tanto material. 

¿Es algo muy malo? ¡No es terrible! Obviamente, resulta preocupante que se haya perdido algo de material, pero esta pérdida se debió principalmente a algunos movimientos del brazo el pasado jueves (el material se comporta como un fluido en microgravedad, por lo que cualquier movimiento hará que la muestra gire y que pueda fluir fuera del compartimiento). Hasta el momento de sus declaraciones, Lauretta estimaba que pudieron haber perdido hasta 10 gramos. Sin embargo, dada la cantidad recogida, esta pérdida es relativamente pequeña. El brazo se ha movido ahora a una posición de "estacionamiento" para que el material se mueva más lentamente, lo que debería minimizar las futuras fugas.  

¿Y ahora qué? La misión ha cancelado el procedimiento de pesaje programado, ya que una maniobra de giro seguramente aumentaría la pérdida de material, y la NASA confía en que tiene mucho más de los 60 gramos que buscaba inicialmente. En cambio, la misión acelerará el almacenamiento de la muestra, algo que debería haber pasado ayer. Si se confirma que está almacenada de forma segura, OSIRIS-REx dejará Bennu en marzo y traerá la muestra de vuelta a la Tierra en 2023.

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