En sus más de 80 años de vida, la empresa ha sabido reinventarse constantemente para adaptarse a la nueva realidad tecnológica y social. Hablamos con tres de sus directivos para entender esta transformación cuyo ejemplo más claro reside en su rápida respuesta a la emergencia del coronavirus
Aunque cada vez vivimos más sumidos en la burbuja digital, lo tangible sigue siendo imprescindible. Una fotografía, el mapa de una ciudad o el plano de una casa siguen aportando una experiencia distinta cuando los tocamos en papel. Además, hay cosas tangibles que, literalmente, se han vuelto vitales en los últimos meses. Respiradores, equipos de protección individual (EPI), protectores faciales y mascarillas han abandonado la fabricación tradicional para empezar a producirse mediante impresión 3D.
Si hay una empresa donde esta tecnología cataliza, esa es HP. Considerada la primera gran start-up de Silicon Valley (EE. UU.), nació en 1939 en un garaje en California, como dictan los cánones emprendedores. Desde entonces mucho ha cambiado, pero ha sido especialmente en el último lustro cuando su negocio dedicado a la impresión ha experimentado una transformación mayor. Hablamos con tres expertos de HP en Barcelona (España) para conocer a fondo este viaje innovador, desde el papel a la tercera dimensión, y de la impresora doméstica al servicio por impresión.
De lo físico a lo digital
La disrupción tecnológica llamó a la puerta de la impresión de HP en 2014. El presidente de 3D Printing Business en HP, Ramon Pastor, recuerda: "Empezamos a identificar nuevas tendencias, fruto de un profundo cambio demográfico, la globalización y la hiperlocalización, y el deseo de personalización por parte de los clientes".
"El futuro de la impresión va a pasar por esta tecnología en la nube, que nos permitirá automatizar y escalar el servicio mucho más"
Llegaba una nueva forma de entender el consumo de impresiones y la impresión de gran formato, a lo que la vicepresidenta y directora general del Negocio de Impresión en Gran Formato, Guayente Sanmartín, añade: "Con la impresión 3D, vimos que la necesidad de imprimir para muchos ingenieros y arquitectos evolucionaba hacia más creatividad, colaboración y comunicación efectiva, y esto nos abría nuevas oportunidades para mejorar la experiencia de nuestros clientes".
Foto: El presidente de 3D Printing Business en HP, Ramon Pastor.
El modelo de negocio evolucionó rápidamente. El jefe global y director general de PaaS (Printing as a Service, la impresión como servicio) Solutions Business, Joan Peréz, detalla: "Digamos que vendíamos cajas -las impresoras, el hardware, la tinta- y ahora vendemos un servicio, el pago por impresión. Así podemos adecuar el coste y llegar a más gente. Por ejemplo, siempre ha habido esa sensación de que la tinta es muy cara; ahora puedes pagar una suscripción muy asequible y olvidarte".
Este nuevo modelo también ha beneficiado a PYME y start-ups que no disponían del músculo financiero para adquirir tecnologías tan novedosas, pero sí pueden pagar por el servicio exacto que necesitan. Pérez señala: "Hay muchos emprendedores, creativos y empresas pequeñas con buenas ideas que pueden usar nuestros servicios, tanto de 2D como de 3D, a la carta". Para ello, es clave la computación en la nube: "En HP construimos un porfolio de servicios de impresión basado en cloud para conectar a los clientes con nuestra red de impresores profesionales. El futuro de la impresión va a pasar por esta tecnología que nos permitirá automatizar y escalar el servicio mucho más".
Tecnologías conectadas
El cloud no es la única tecnología asociada con la impresión. Hay mucho más detrás. "Las impresoras no solo son máquinas que imprimen. Dentro de ellas hay machine learning para que la impresora entienda el contexto de lo que se está imprimiendo y pueda ir adecuando parámetros para optimizar el proceso", señala Sanmartín.
Foto: La directora general del Negocio de Impresión en Gran Formato, Guayente Sanmartín.
En HP digitalizan todos los procesos posibles gracias precisamente a un abanico tecnológico cada vez más amplio. "Robótica, IIoT [internet industrial de las cosas, por sus siglas en inglés], big data, inteligencia artificial, gemelos digitales… En la industria 4.0 convergen todas estas tecnologías que permiten flexibilizar los procesos digitalmente", indica Pastor. Por ejemplo, las simulaciones digitales permiten estimar con anticipación cuántas máquinas y trabajadores hacen falta, definir el flujo de trabajo digitalmente y ahorrar tiempo y costes.
"Hay que diseñar una experiencia diferente, entender el ecosistema y conectar todas las piezas"
"Así es como se transforman las industrias: hemos ido desde un paradigma de fabricación centralizada y en masa, con productos genéricos, a un nuevo paradigma donde se fabricará bajo demanda, de manera personalizada y distribuida", resume Pastor. No se trata solo de cambiar los procesos de fabricación, "hay que diseñar una experiencia diferente, entender el ecosistema y conectar todas las piezas. Sin la convergencia de estas tecnologías, eso es imposible", añade Pérez.
Palanca de cambio transversal
Esa convergencia de innovación y cambio de paradigma en la impresión 3D, de gran formato y las impresiones por servicio han impactado de forma transversal en todas las industrias. Por ejemplo, en el sector editorial. "Hay una digitalización de toda la cadena de fabricación. Ahora se buscan libros y productos más personalizados, se compra online bajo demanda (primero se vende y después se fabrica), y la impresión es local y más inmediata", dice Pérez.
También en otras industrias muy diferentes, como la de automoción, donde "se plantean formas nuevas de construir derivadas del coche eléctrico", y la aeronáutica, "donde se buscan geometrías óptimas diseñando piezas en 3D", indica Pastor.
Foto: El jefe global y director general de PaaS (Printing as a Service, la impresión como servicio) Solutions Business, Joan Peréz.
En la de la salud es muy clara su utilidad, como ejemplifica el experto: "La diferencia entre elegir una prótesis de unas medidas estándar A, B o C, o personalizarla después de escanear las medidas exactas es abismal". Si hay un sector donde ha despuntado la impresión 3D en los últimos meses es precisamente este.
Misión contra el coronavirus
La COVID-19 ha hecho que absolutamente todas las industrias miraran hacia un problema común y concentraran su creatividad para buscar soluciones. En el caso de HP, en seguida entendieron que tenían que actuar y analizar las necesidades locales. Por eso, se lanzaron a diseñar prototipos de EPI, respiradores y máscaras que pudieran crear gracias a la impresión 3D.
Foto: Una de las manivelas anticoronavirus que HP ha realizado con impresión 3D.
"Tuvimos una reacción de la gente brutal. Más de 600 personas se presentaron voluntarias para ofrecer su tiempo para diseñar, y hemos conseguido producir a nivel mundial más de dos millones y medio de piezas", dice Pastor. Para las fábricas que ya habían dado el paso a fabricación 3D, pasar rápidamente de "producir equipos dentales a imprimir máscaras" es un claro ejemplo de flexibilidad y resiliencia, que ha demostrado que la impresión 3D es "una industria que puede reaccionar ante circunstancias tan drásticas como una pandemia", afirma.
Cultura hacia el exterior
"No vendemos impresoras, ayudamos en el proceso creativo. Nuestra misión es hacer el trabajo más fácil a nuestros clientes", asevera Sanmartín. Pero, para llegar a este objetivo, la mentalidad de la empresa también ha tenido que transformarse desde los líderes hasta las áreas de ingeniería.
"El proceso de cambio comienza por las personas", indica. Por eso, otra misión que atesora HP es que "todos los miembros de la organización crezcan". Para lograrlo, la empresa lleva a cabo diferentes acciones: charlas con expertos (por ejemplo, de la Singularity University), talleres sobre nuevas destrezas digitales, píldoras tecnológicas, metodologías nuevas de innovación, etcétera. Incluso un proceso llamado 'idea sprint', donde cada empleado puede proponer proyectos innovadores. "Sin nada nuevo, es muy difícil que de repente la gente cambie su manera de hacer las cosas", concluye.
"Sin nada nuevo, es muy difícil que de repente la gente cambie su manera de hacer las cosas"
Transformarse culturalmente hacia la innovación no solo consiste en desarrollar el propio talento de la empresa; también en saber cuándo hay que traerlo de fuera. "Hay mucha tecnología en la que HP es fuerte, pero en otros avances no tenemos experiencia y es interesante hacer colaboraciones", explica Pérez.
Cree que España es un país con poca cultura de adquisición empresarial, y añade: "Es una pena, porque hay un tejido muy potente de start-ups. Los cambios son tan rápidos que hay que esmerarse más en innovar incorporando tecnologías del exterior".
Imprimir en verde
Otra de las misiones de la compañía, que no solo se enmarca como valor intrínseco de la organización, sino también como una imperativa tendencia global, es la de apostar por una impresión sostenible; algo en lo que se declaran pioneros. Pérez señala: "En el sector de la publicidad en gran formato las tintas eran muy nocivas, así que decidimos diferenciarnos y emplear tintas de base acuosa. Fue el principio de nuestra apuesta por la sostenibilidad".
Foto: Siguiendo procesos de impresión 3D y reduciendo los residuos, HP ha creado componentes para máscaras contra la COVID-19.
Ahora se esfuerzan en analizar su huella total en el medioambiente, y apuestan por la impresión bajo demanda y en local para minimizar el impacto y el transporte. "Más del 50% de combustible usado a nivel mundial va a parar a procesos logísticos para transportar cosas desde donde se producen a donde se consumen. Con fabricación de proximidad esto mejora increíblemente", señala Pastor. Igual ocurre con la fabricación en exceso. "Hay industrias, por ejemplo, la editorial, donde más del 30% de los libros que se imprimen acaban en la basura. Con la impresión bajo demanda te ahorras los picos de producción", añade.
Por su parte, Sanmartín apostilla: "Además, nos esforzamos para que nuestras soluciones duren más en el tiempo y sean más robustas". La experta señala que, dentro de la propia comunidad de HP también hay actividades de concienciación que derivan en proyectos con impacto sostenible en el ecosistema.
Las claves de la impresión del futuro
HP empezó imprimiendo líneas en un papel para los arquitectos, y ahora, entre otras muchas aplicaciones, imprime toda la señalización referente al coronavirus en suelos, hoteles y paradas de autobús. Esta analogía dicta para Sanmartín lo que podemos esperar del mañana: "El futuro será lo que nos marquen las necesidades de nuestros clientes. Nos iremos transformando como ha hecho HP a lo largo de su historia en aplicaciones que hoy no nos podemos ni imaginar".
"Hay algo con la creatividad que sigue siendo tangible; para crear, siempre volvemos al papel"
Para la experta, el ser humano no se ha olvidado de lo físico ni lo hará: "Hay algo con la creatividad que sigue siendo tangible; para crear, siempre volvemos al papel". Con todo ello, pediremos a las impresoras ser más flexibles y adaptarse mejor a los procesos de trabajo. "Habrá productos mucho más inteligentes y conectados, con funcionalidades más allá de un soporte para leer o un producto impreso en plástico", añade Pastor. Por ejemplo, la impresión de sensores: etiquetas con sensores de temperatura que informan si se ha roto la cadena de frío, o piezas de coche que incorporen seguridad y conectividad.
"Impresiones personalizadas, bajo demanda, más sostenibles y más seguras, que aumentarán la trazabilidad en toda la cadena de valor. Todo esto se conseguirá con la digitalización de la impresión y la apuesta por la tecnología cloud", resume Pérez.
Y la pregunta que probablemente todo lector se ha hecho: no, no todos tendremos una impresora 3D en casa. Pastor concluye: "Cuando lo necesitemos, mandaremos la petición online y lo hará un proveedor de servicio. Este es el modelo del futuro".