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NASA/Joel Kowsky

Espacio

El coronavirus en la industria espacial: quiebras, triunfos y retrasos

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El sector público se ha visto obligado a paralizar muchas de sus misiones y a gestionar el máximo de trabajos posibles en remoto. En el privado, algunas empresas han recibido más demanda que nunca mientras que otras han tenido que reorientar su actividad o despedir a toda su plantilla y declarar la bancarrota

  • por Neel V. Patel | traducido por Ana Milutinovic
  • 15 Junio, 2020

Al igual que otras industrias, la espacial no ha sido inmune a los efectos de la pandemia de coronavirus (COVID-19). Las operaciones se han ralentizado o paralizado en todo el mundo debido al confinamiento impuesto por los gobiernos para detener la propagación del virus. El reciente lanzamiento de la nave tripulada Crew Dragon a la Estación Espacial Internacional, realizado por SpaceX y la NASA, en realidad, fue más bien una excepción.

Pero eso no significa que el sector espacial se haya terminado. La NASA, la ESA y otras entidades públicas y privadas del sector están buscando nuevas maneras de continuar con sus actividades en remoto, y aprovechando las circunstancias actuales para expandirse con otras nuevas. Presentamos algunas de las transformaciones más importantes que se están dando la industria espacial. 

La NASA se ha parado... de alguna manera

El 8 de marzo, el Centro de Investigaciones Ames de la NASA en California (EE. UU.) se convirtió en el primer sitio importante de la agencia en aplicar las políticas obligatorias de teletrabajo, después de que uno de sus empleados diera positivo por COVID-19. El resto de la NASA hizo lo mismo poco después. 

Cualquier tarea que se pudiera realizar en remoto se trasladó al teletrabajo, incluida la mayoría de las misiones en curso y proyectos de investigación. Cualquier trabajo que se debía hacer in situ pero que podía esperar se paralizó. Incluso se suspendió la actividad relacionada con el telescopio espacial James Webb que ya llevaba tiempo aplazándose.

Los proyectos considerados "críticos para la misión" (los que tenían que cumplir unos plazos estrictos) fueron excluidos de las restricciones de teletrabajo, como el róver Mars 2020 (ahora llamado Perseverance) en el Laboratorio de Propulsión a Chorro (JPL, por sus siglas en inglés) y el lanzamiento de SpaceX Crew Dragon en el Centro Espacial Kennedy. Las misiones a Marte se lanzan cuando la Tierra está más cerca del planeta rojo, para ahorrar en combustible y costes de energía. Esta opción se da aproximadamente cada dos años, por lo que el róver Mars 2020 debería lanzarse al final de este verano para poder llegar a Marte según lo previsto. Y para Crew Dragon, el argumento era que si se retrasaban las misiones de la Estación Espacial Internacional (ISS) se corría el riesgo de que la instalación quedara sin tripulación más adelante. 

Teletrabajo del equipo de curiosidad

Foto: La misión del róver Curiosity de la NASA aún continúa, con el equipo trabajando desde casa. Las fotos de la izquierda son del 20 de marzo de 2020, el primer día que todo el equipo de la misión trabajó de forma remota. Créditos: NASA / JPL-CALTECH

Trabajar en las salas vacías de la NASA donde se construye y se prueba el hardware es más o menos habitual. El personal está acostumbrado a usar guantes y mascarillas de forma rutinaria, pero según las nuevas pautas, las mascarillas ahora son obligatorias para ir al trabajo, al igual que mantener una distancia mínima de 1,8 metros entre las personas.  

Sin embargo, el negocio espacial es principalmente una industria de hardware. No es posible construir y probarlo todo desde casa. 

El sector privado

En el sector espacial privado, el confinamiento también ha obligado a cerrar los laboratorios e instalaciones de hardware, paralizando actividades como los lanzamientos y la fabricación. Algunas empresas se han rendido por completo. Bigelow Aerospace despidió a todos sus empleados a finales de marzo. La compañía de internet satelital OneWeb se declaró en quiebra, culpando al coronavirus de su incapacidad para encontrar fondos.

Otras, especialmente las más pequeñas, se han parado con la esperanza de esperar hasta que las economías empiecen a reactivarse de nuevo. Rocket Lab pospuso sus operaciones de lanzamiento de marzo, y planea reanudarlas el 11 de junio. El trabajo de Relativity Space en el desarrollo de un cohete impreso en 3D se ralentizó (aunque no se detuvo) por la pandemia (el Centro Espacial Stennis de la NASA, donde tenía lugar el programa de motores de cohetes de la compañía, se ha cerrado casi del todo). Pero la empresa explicó a la CNBC que no tenía planes de realizar despidos y que aún seguía operando

Otras compañías avanzan con algunas interrupciones. A pesar de la desaparición de su rival OneWeb, SpaceX ha lanzado 482 satélites Starlink a la órbita para su constelación de internet por satélite y sigue trabajando en las pruebas de Starship. Virgin Orbit intentó su primer vuelo de prueba al espacio hace un par de semanas. 

Lo que ha mantenido activa a una gran parte de la industria son los contratos gubernamentales, otorgados por la NASA y el Departamento de Defensa de EE. UU. que, hasta ahora, no se han bloqueado. A finales de abril, la NASA seleccionó a tres compañías para desarrollar sistemas de alunizaje para el programa Artemis. Más adelante, elegirá a la empresa que lanzará la misión del róver VIPER a la Luna para buscar agua en forma de hielo. La agencia también acaba de adjudicar un contrato a Northrop Grumman para desarrollar un módulo de habitación para Gateway lunar.

Los beneficiados de la pandemia

Durante la pandemia, muchos ingenieros espaciales han reorientado sus esfuerzos hacia algunos proyectos más directamente asociados al coronavirus. En el JPL, los ingenieros de la NASA han desarrollado un nuevo tipo de respirador que se podría producir rápidamente. El diseño se ofrece gratuitamente a los fabricantes interesados, y ya hay ocho de ellos. Virgin Orbit también desarrolló su propio respiradorBlue Origin  y  Boeing están fabricando protectores faciales y otros equipos de protección personal para los profesionales sanitarios. 

ingenieros con prototipo de ventilador

Foto: Parte del equipo de ingeniería que desarrolló un nuevo prototipo de respirador para los pacientes con la enfermedad del coronavirus en el Laboratorio de Propulsión a Chorro de la NASA en Pasadena, California. Créditos: NASA / JPL-CALTECH

Otras empresas están teniendo más demanda que nunca. Maxar y Planet, compañías que operan una flota de satélites de observación de la Tierra, han visto crecer la demanda de los datos que recopilan, ya que ayudan a seguir las tendencias mundiales y regionales en la actividad humana y de la naturaleza. Las empresas de telecomunicaciones como  Intelsat y  Hughes han emitido comunicados explicando que trabajaban para expandir sus capacidades de red satelital para apoyar la infraestructura esencial, gestionando las actividades docentes mediante clases y aulas en remoto y manteniendo la conexión de hospitales y clínicas. El uso de la telemedicina ha aumentado durante la pandemia, estimulando a la ESA a ver si podría actuar como un "intermediario neutral" y proporcionar supervisión y pautas a las compañías de satélites que quieran ayudar a expandir directamente los servicios de telesalud. La ESA celebró un simposio en Italia el mes pasado para discutir estas posibilidades. 

Nueva normalidad

Dado que cada vez más países del mundo han empezado a reactivar sus economías, el sector espacial espera volver a la normalidad, o al menos a una versión moderada de ella. El Mars 2020 se lanzará el 17 de julio. La NASA y Northrop Grumman están intentando volver a encarrilar el desarrollo del telescopio James Webb, aunque aún no tiene nueva fecha de lanzamiento. Hace aproximadamente un mes, se reanudó el trabajo limitado de la tripulación en el desarrollo de la primera etapa de vuelo del Sistema de Lanzamiento Espacial (SLS, por sus siglas en inglés), el nuevo cohete de la NASA que se supone que enviará a las personas a la Luna. El trabajo en los segmentos de acelerador que lanzará a los astronautas a la Luna en 2024  debería reactivarse en unas pocas semanas. La NASA afirma que espera lanzar el SLS por primera vez a finales de 2021.

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