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Paige Vickers

Tecnología y Sociedad

Respuestas a las siete preguntas clave sobre el coronavirus

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¿Durante cuánto tiempo es contagiosa una persona infectada? ¿Es posible recaer tras haberse curado? ¿Qué pasará cuando las temperaturas aumenten? Respondemos a algunas de las principales dudas de nuestros lectores sobre la pandemia de COVID-19

  • por Neel V. Patel | traducido por Ana Milutinovic
  • 25 Marzo, 2020

La pandemia de coronavirus (COVID-19) no ha hecho más que empezar. Todos intentamos entender qué debemos hacer para protegernos y prepararnos para lo que está por venir. Con este objetivo, queremos ofrecer las respuestas a algunas de las preguntas clave sobre el brote que nuestros lectores nos han enviado a través de una encuesta que enviamos por correo, redes sociales y otros canales digitales.

¿Cómo acabará todo esto?

Nadie lo sabe. Los epidemiólogos del Imperial College de Londres (Reino Unido) sugieren que, en el peor de los casos (si no se toma ninguna medida de contención), las muertes por coronavirus podrían alcanzar los 2,2 millones solo en Estados Unidos. Tampoco sabemos algunos de los aspectos clave sobre el virus, como el número de casos asintomáticos, así que resulta difícil realizar pronósticos. 

Después que el brote en Wuhan (China) se hiciera público a finales de diciembre de 2019, las autoridades chinas empezaron a aplicar medidas estrictas sobre viajes y actividades para detener la propagación del virus de la manera más agresiva posible. Y parece que la estrategia ha funcionado: China lleva sin registrar nuevos casos en Wuhan desde el 15 de marzo. Se cree que estas estrictas medidas también han ayudado a reducir la cantidad de nuevas infecciones en otros países muy afectados como Corea del Sur

Lamentablemente, a pesar de los ejemplos de Corea del SurSingapur, existen casos como el de Italia, que no manejó bien el brote inicial y ahora intenta recuperarse de los efectos. Tanto allí como en España, el virus se está propagando tan deprisa que los sistemas sanitarios están al borde del colapso, si no han colapsado ya.

Esa es parte de la razón por la que no sabemos cómo acabará todo esto: todavía no tenemos un sistema de contención generalizado del virus adoptado a nivel global. La pandemia podría acabar de forma natural cuando se extienda a casi todas las partes del mundo y ya no tenga otro lugar adonde ir. En ese momento, podría alcanzarse la tan ansiada inmunidad de grupo, pero es ese escenario dejaría un número impensable de fallecidos.

Hemos visto la aprobación de una forma más rápida de lo habitual de una combinación de varios tratamientos contra el coronavirus para ayudar a tratar a los afectados, junto con los esfuerzos constantes para frenar la propagación y "aplanar la curva" (más sobre eso a continuación). Pero la solución que salvará más vidas reside en una vacuna capaz de inmunizar a la gente, aunque probablemente tarde otros 18 meses en desarrollarse, sin que podamos saber si realmente tendrá el efecto deseado.

¿Cómo funciona la cuarentena? 

La idea de la cuarentena consiste en aislar a las personas. Las que están o podrían estar infectadas evitan transmitir la enfermedad a otros, y las personas sanas se aíslan para garantizar que mantienen su buena salud. Restringir los movimientos de la gente más allá del período de incubación de la infección permite aislar los nuevos casos a medida que surgen, previene la propagación de la infección y permite dar un mejor trato a los que se enferman.

Hay cierta flexibilidad en lo que se considera como cuarentena. Las formas más estrictas consisten en no salir de casa o en permanecer en aislamiento dentro de un hospital. A veces, las cuarentenas no son obligatorias, sino que se las propias personas se las autoimponen.

Pero la cuarentena no es más que una de las medidas de la larga lista de acciones que se podrían adoptar para aumentar el alejamiento social y ayudar a "aplanar la curva", es decir, para limitar el número de casos en un momento dado, para que el punto máximo de enfermos resulte mucho más fácil de manejar por parte de los sistemas sanitarios.

¿Con qué velocidad puede mutar el coronavirus?

Las mutaciones son algo natural en todos los genes del planeta, incluidos los de los virus. De hecho, estamos siendo capaces de estudiar estas mutaciones en el genoma del coronavirus casi en tiempo real para ver si los brotes de un país determinado están relacionados entre sí. Hasta ahora, parece que el nivel de mutación del coronavirus es  menos de la mitad que el del virus de la gripe, que muta entre ocho y diez veces al mes. Tendremos números más específicos a medida que los investigadores pasen más tiempo estudiando el virus.

Resulta más difícil decir para qué podremos usar esta información. Se requieren varias mutaciones genéticas para que un virus evolucione a una versión más virulenta o amenazante. La investigación actual sugiere que las dos principales cepas del coronavirus que afectan a los humanos solo difieren en un 0,007 %. No hay motivos para pensar que una vacuna contra una cepa no funcione contra la otra.

La persona que sobrevive al coronavirus, ¿podría volver a infectarse?

Existen algunos informes que indican que hay personas que han contraído la enfermedad, se han curado y luego han vuelto a dar positivo. Hasta ahora, estos casos parecen extremadamente raros: en China representan menos del 0,2 % de todas las infecciones. Otros estudios muestran que algunos científicos han observado infecciones persistentes del coronavirus en animales

Todavía no sabemos lo suficiente acerca de este virus ni de cómo se desarrolla la inmunidad tras una infección para sacar conclusiones sobre lo que podría ocurrir. Por ahora, volver a infectarse parece algo bastante raro que no debería alarmarnos ya que la mayoría de los científicos piensan que es probable que algunos pacientes recuperados están dando positivo por error. 

¿Qué efecto tendrá la primavera? ¿Las temperaturas más altas afectarán o ayudarán a nuestros esfuerzos para detener el virus?

Una gran pregunta a la que los científicos intentan responder es si el coronavirus alcanza su punto máximo durante el invierno y si baja durante el verano, como pasa con la gripe. Si el virus resulta estacional, eso también significa que tendremos que planear que los niveles de infección en el hemisferio norte aumentarán rápidamente hacia el otoño.

La respuesta no está clara. Varios estudios independientes han detectado una correlación entre las temperaturas bajas y las mayores tasas de contagio. Uno de ellos sugiere que, hasta ahora, el 95 % de los casos positivos a nivel mundial ha ocurrido entre -2 °C y 10 °C.

No obstante, hay muchas variables implicadas en la transmisión. Solo conocemos al coronavirus desde hace unos meses y aún no hemos observado qué ocurre con el cambio de las estaciones. El virus podría sobrevivir el verano sin ningún problema, o mostrar un comportamiento más extraño en invierno. Necesitamos más datos para formular predicciones sólidas. 

¿Cuánto tiempo son contagiosas las personas infectadas? 

La respuesta varía en función del estudio. Un reciente trabajo de investigación realizado por los científicos alemanes sugiere que las personas que dan positivo son más contagiosas antes de empezar a mostrar los síntomas y durante la primera semana en la que aparecen, algo que sucede entre los dos y los 14 días posteriores a la infección. En el lado positivo, el mismo estudio muestra que después de aproximadamente entre ocho y diez días de síntomas, los pacientes dejan de ser contagiosos. Esto parece mostrar que, aunque la enfermedad resulta bastante contagiosa al inicio, el cuerpo se deshace del virus rápidamente cuando se activa la producción de anticuerpos (que generalmente ocurre dentro de seis y 12 días). 

Sin embargo, otro estudio sugiere que el virus puede perdurar en el cuerpo durante una media de 20 días tras la infección, y hasta 37 días en algunos casos. La regla general promovida hasta ahora consiste en permanecer en cuarentena durante 14 días desde el momento en el que se desarrollen los síntomas. 

¿Cuáles son las herramientas básicas médicas y tecnológicas y qué recursos necesitamos para manejar miles o decenas de miles de casos? 

Una de las mayores prioridades de los sistemas de salud es la disponibilidad de los respiradores médicos para los pacientes hospitalizados. El COVID-19 es una enfermedad respiratoria, y resulta fundamental poder proporcionar oxígeno o respiración asistida a los enfermos graves. Lamentablemente, de acuerdo a las estimaciones de contagios, parece que ningún país dispone de todas las máquinas que podría necesitar.

Pero, desde luego, la mayor necesidad inmediata son los test de diagnóstico. En una rueda de prensa, el director general de la OMS, Tedros Adhanom Ghebreyesus, dijo: "Tenemos un mensaje claro y simple para todos los países: pruebas, pruebas, pruebas". Lamentablemente, tanto en Europa como en EE. UU. y otros países, no hay pruebas suficientes para abordar todos los posibles casos.

En el futuro, también tendremos que encontrar la forma de aumentar la capacidad y velocidad de fabricación de los tratamientos contra el virus y de una vacuna viable (si es que llega).

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