Cadenas de bloques y aplicaciones
La credibilidad de Bitcoin también ha sido víctima del coronavirus
A pesar de que sus defensores llevan años diciendo que la criptomoneda fue diseñada, precisamente, para resistir una crisis económica, su valor se ha desplomado junto a los mercados de valores. Esta situación deja en el aire su futuro, pues ya no podrá apoyarse en ese argumento para seguir creciendo
La pandemia del coronavirus (COVID-19) ha desatado un gran caos en los mercados financieros. Pero los defensores de Bitcoin han dicho muchas veces (tal vez demasiadas) que la criptomoneda fue creada, precisamente, para situaciones como esta. Algunos de sus mayores fan han llegado a afirmar que, dado que este activo digital no está "correlacionado" con los activos tradicionales como las acciones, representa un "refugio seguro" contra caídas del mercado como las que estamos viendo.
Pero, para decepción de sus seguidores, Bitcoin y todo el mercado de criptomonedas, se ha derrumbado junto al mercado de valores. Aunque su precio ha subido recientemente, en el momento de esta publicación todavía estaba aproximadamente un 40 % más bajo que el mes anterior. ¿Acaso Bitcoin no es realmente un refugio seguro al fin y al cabo? A pesar de que parece haber suspendido en la mayor prueba de esa idea, el debate probablemente seguirá creciendo como recordatorio de que todavía estamos descubriendo qué es Bitcoin exactamente y qué no.
Tampoco está claro qué supone que Bitcoin debería ser. Pero Satoshi Nakamoto (el seudónimo de su creador cuya identidad todavía no ha sido descubierta), dejó algunas pistas. El título del libro blanco de Bitcoin de Nakamoto, que introdujo este concepto en el mundo, se refiere al "dinero electrónico entre iguales". En la introducción, Nakamoto pide una alternativa al sistema tradicional del comercio online, que depende demasiado de la "confianza en terceras partes".
Luego está el misterioso mensaje que el creador de Bitcoin dejó en el primer registro de transacciones en la cadena de bloques, conocido como el bloque génesis: "The Times 03 / Enero / 2009 Canciller al borde del segundo rescate a los bancos". Aunque Nakamoto nunca explicó qué significaba, cuesta no pensar que Bitcoin nació como reacción a la última crisis financiera mundial, que empezó en septiembre de 2008. El libro blanco de Bitcoin llegó a una popular lista de correo electrónico especializada en criptografía en Halloween de ese año, y en enero el sistema ya funcionaba.
En la práctica, Bitcoin es demasiado lento e ineficiente como para ejercer a modo de divisa electrónica. Pero, muchos de sus fans lo ven como una forma de "oro digital". Durante años, el oro real fue considerado como un depósito de valor fiable, y los inversores tienden a verlo como una especie de seguro contra una recesión económica.
El oro también se conoce como un activo de "refugio seguro", un concepto que Investopedia define como "una inversión que se espera que retenga o aumente su valor en tiempos de turbulencia del mercado". Otros productos como la plata, el maíz y el ganado también se podrían considerar refugios seguros, al igual que los bonos del Tesoro y el dinero en efectivo. Muchos defensores de Bitcoin han afirmado que este activo digital también pertenecía a este grupo. Pero acaba de quedar claro que no es así.
A principios de marzo, el CEO de la popular plataforma estadounidense de intercambio Coinbase, Brian Armstrong, expresó lo que probablemente muchos seguidores de Bitcoin estaban pensando: "Observamos sorprendidos que el precio de Bitcoin está cayendo en estas circunstancias, aunque se esperaba lo contrario". Lo peor de todo es que Armstrong hizo esa declaración antes de la catástrofe del 12 de marzo, cuando Bitcoin perdió más del 40 % de su valor.
Entonces… ¿qué ha pasado? Una parte de la explicación resulta bastante irónica. Al principio, la mayoría de las personas que invirtieron en Bitcoin se comprometieron a construir un sistema financiero alternativo. Lo veían como una inversión a largo plazo. Bitcoin era "el activo del futuro", recuerda la directora de investigación de CoinDesk, Noelle Acheson. Estaba realmente separado del sistema financiero tradicional.
Pero en los últimos años, a medida que la industria en torno a la criptomoneda iba creciendo, se hizo un gran esfuerzo para fomentar su adopción por parte de inversores "institucionales" como los fondos de inversión y otras tesorerías profesionales. La reciente liquidación demuestra que ese esfuerzo funcionó. Los comerciantes profesionales querían ganar dinero desesperadamente, Acheson escribe: "Bitcoin no ha sido más que otro activo financiero aplastado mientras los inversores se dirigían hacia la salida".
Así que, en su corta vida, Bitcoin ha pasado de ser un activo extremadamente oscuro y mantenido en exclusiva por sus verdaderos creyentes a "un simple activo financiero más". A la luz de la última crisis financiera mundial, la criptomoneda ha dejado de verse como un refugio seguro. Pero en otros contextos, como en países con una gran inflación, como Venezuela, sí que se ha convertido en un refugio seguro, al menos en comparación con la moneda nacional. Y aunque esta vez ha colapsado junto al mercado de valores, Bitcoin todavía se podría considerar como un "activo alternativo", ya que, como el oro, su valor no depende de los flujos de dinero de otras instituciones. Acheson destaca: "Cuanto más amplio sea el abanico de activos alternativos, mejor para los inversores, especialmente en tiempos difíciles como estos".
¿Cómo será Bitcoin dentro de una década? ¿Seguirá pareciéndose más al oro digital que al dinero digital? ¿Quién querrá invertir en él y por qué? Lo que Bitcoin representa tendrá que seguir cambiando junto con esos factores. Al igual que cambiarán las ideas sobre el papel que podría desempeñar para los inversores y la sociedad, como un "refugio seguro" o no.