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Ms Tech / Unsplash: Eric Prouzet

Tecnología y Sociedad

Cómo pagar en la era del coronavirus: ¿hay que evitar el efectivo?

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La respuesta es no. Aunque teóricamente el virus puede sobrevivir en monedas y billetes, no hay pruebas de que fomenten su propagación. Varios expertos afirman que es más probable que se contagie por la proximidad con personas infectadas que por pagos en efectivo

  • por Mike Orcutt | traducido por Ana Milutinovic
  • 16 Marzo, 2020

Cuando los bancos centrales de China, Corea del Sur y Estados Unidos decidieron "poner en cuarentena" el dinero en efectivo potencialmente contaminado en medio del brote del COVID-19, su mensaje parecía claro: el dinero físico tiene probabilidades de propagar el contagio. Pero, ¿realmente es cierto?

Si resulta que sí, también podría ser un argumento directo para acabar por fin con el efectivo. Las empresas de pagos digitales, varios comerciantes e incluso algunos legisladores llevan tiempo presionando para que la sociedad se olvide de billetes y monedas por motivos prácticos y de coste. Reducir el riesgo de propagación de enfermedades sería otra razón de peso.

El antiguo presidente del Banco de China Lihui Li dijo hace poco que, a la luz de la epidemia, la entidad central debería acelerar el lanzamiento de la moneda digital en la que trabaja desde hace algún tiempo, y que se supone que reemplazaría al dinero físico. Más tarde, cuando se le preguntó si efectivo podría propagar el coronavirus, el portavoz de la Organización Mundial de la Salud (OMS) presuntamente dijo al periódico británico The Daily Telegraph que "sería mejor usar pagos sin contacto" cuando sea posible. (Más tarde, la OMS aclaró que esto no era un consejo específico sobre el coronavirus, y que no ha emitido ninguna advertencia oficial sobre el dinero en efectivo). 

Pero la verdad es que no hay pruebas que indiquen que dejar de usar dinero en efectivo suponga alguna ventaja contra los contagios, al menos en el caso del COVID-19. Sin embargo, eso supondría importantes consecuencias para muchas personas que dependen del dinero en efectivo para acceder a bienes y servicios, y eso podría justificar por qué la OMS se apresuró a rectificar el comentario sobre los pagos sin contacto.

Esto es lo que sí sabemos: los virus infecciosos, incluidas otras variedades de coronavirus, pueden vivir en superficies inertes como el papel, el plástico, el cartón y el acero hasta varios días. La investigación preliminar indica que el SARS-CoV-2 puede sobrevivir en cartón durante un día entero, y hasta tres en acero y plástico. Y las simulaciones realizadas en laboratorio han demostrado (pdf) que otros tipos de virus no solo pueden vivir en los billetes y monedas durante días, sino que también pueden mantener su nivel de contagio.

Pero que el virus sea capaz de sobrevivir en superficies inertes no es suficiente. Para que las partículas presentes en un billete infecten a un humano, deben seguir la "principal ruta de infección", explica el profesor de epidemiología en la Universidad de Michigan (EE. UU.) Joseph Eisenberg. En el caso del COVID-19, parece que las personas se infectan al inhalar partículas que otra persona ha tosido o estornudado en el aire, o al coger una partícula del virus con la mano y luego tocarse los ojos, la nariz o la boca. El experto explica que, lo que no sabemos es si es capaz de transmitirse a los humanos desde cualquier superficie inerte

Según los Centros para el Control de Enfermedades de EE. UU.: "Es posible que una persona pueda infectarse de COVID-19 al tocar una superficie u objeto que tenga el virus y después tocar su propia boca, nariz u ojos, pero esta no se considera la principal forma de propagación del virus".

Pero ese mensaje no ha disminuido el miedo por el efectivo "contaminado por el virus", y que puede haber sido provocado, en parte, por las cuarentenas de los bancos centrales. Según Bloomberg, la Reserva Federal de EE. UU. se ha negado a las peticiones de los grupos de la industria a emitir una declaración para garantizar a los estadounidenses que el riesgo de usar el dinero en efectivo es mínimo.

A pesar de eso, no tenemos ninguna prueba de que el dinero haya sido fuente de algún tipo de infección, según la microbióloga de la Facultad de Salud Pública de la Universidad de Washington (EE. UU.) Marilyn Roberts. Y cree que dada la forma en la que parece que se transmite el COVID-19, centrarse en el efectivo es prestar atención a lo menos importante. La experta señala: "¿Está usted en un teatro abarrotado? ¿Está en un restaurante? ¿Está en un supermercado? Es más probable que se contagie con el COVID-19 por la proximidad con personas que por el modo de pago".

Compara la cuarentena del efectivo de los bancos centrales con la petición que una cadena de comida rápida del área de Seattle (EE. UU.) hizo a sus clientes para que no pagaran en efectivo durante el brote. Hay poca evidencia que sugiera que alguna de estas medidas protege contra la propagación de la infección. En el caso de un restaurante, una barrera de vidrio entre el cajero y el cliente protegería más. La experta concluye: "Francamente, creo que centrarse en el dinero o en cómo pagamos las cosas es un mensaje equivocado".

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