Este brazo robótico solo ofrece algunas funciones básicas típicas de las pequeñas y medianas empresas, cuesta poco más de 6.000 euros y cualquiera puede aprender a programarlo en solo 15 minutos. Todo pinta bien pero, ¿logrará buenas ventas en un mercado tan difícil?
Los robots industriales no son baratos: los de gama alta pueden costar casi 90.000 euros la unidad. Así que no sorprende que la mayoría de las empresas pequeñas no pueda permitirse tener uno. De hecho, estas máquinas tampoco se han masificado tanto como se esperaban entre las grandes.
Automata, una empresa de robótica de Londres (Reino Unido), cree que puede solucionar este retraso en la implementación con su brazo robótico. Cuesta solo 6.625 euros y se vende bajo el nombre de Eva (sí, como la robot de WALL-E). La compañía espera ampliar el acceso a los robots centrándose solo en las funciones más básicas que las pequeñas empresas realmente necesitan. Dispone 8,4 millones de euros de varios inversores, incluido el gigante de robótica ABB.
Eva fue diseñada teniendo en cuenta la producción a pequeña escala. Es lo suficientemente ligera como para poder llevarla en una mochila y lo suficientemente compacta como para caber en un escritorio. Y lo que es aún más importante, está diseñada para ser fácil de usar. Su software puede ejecutarse en cualquier dispositivo e incluye las funciones de arrastrar y soltar (Drag and Drop). Automata asegura que cualquiera puede aprender a programarla en solo 15 minutos con unas instrucciones mínimas o sin ellas.
Eso es importante, porque la mayor barrera para las pequeñas y medianas empresas no es el precio de las máquinas. También necesitan contratar a alguien para mantenerlas y programarlas, afirma la profesora asociada del Laboratorio de Inteligencia Artificial y Ciencias de la Computación del MIT (EE. UU.) Julie Shah.
La empresa espera que el coste inicial relativamente bajo también resulte atractivo a las empresas más pequeñas. Logró bajar el precio al evitar las tradicionales rutas de producción, según los fundadores Mostafa ElSayed y Suryansh Chandra. Han pasado los últimos cuatro años diseñando, ajustando y afinando este robot. En lugar de comprar componentes de uno de los dos posibles proveedores externos, diseñaron la caja de cambios del robot desde cero, eligiendo las partes más baratas, detallan sus creadores. Obviamente, el bajo coste deberá notarse en el nivel de precisión, pero Automata espera que su robot llene un nicho de bajo coste para sus clientes que hasta ahora no estaba cubierto.
Foto: Mostafa ElSayed y Suryansh Chandra
La mayoría de estos clientes son pequeños y medianos fabricantes de varias industrias establecidas, que incluyen la fabricación de metales, productos electrónicos, farmacéuticos y embalaje. Eva sustituye las tareas manuales simples y repetitivas, como las pruebas de productos, colocación de artículos en cintas transportadoras, clasificación, distribución e inspección, por ejemplo. En este vídeo puede ver cómo un cliente emplea a Eva para probar teléfonos inteligentes.
Al eliminar las funciones innecesarias, el dispositivo tiene una precisión y rendimiento del 80 % frente a los robots líderes en el mundo de grandes empresas como Kuka y Yasakawa , pero a un 20 % del coste, según Automata.
Pero la robótica es un campo difícil de penetrar. La start-up Rethink Robotics tuvo que cerrar en octubre pasado, a pesar de sus máquinas Sawyer y Baxter muy seguras y fáciles de usar. Será difícil sobrevivir sin tener acceso a una red importante de ventas y distribución, advierte el director del Instituto de Robótica Contextual de la Universidad de California en San Diego (EE.UU.), Henrik Christensen. Automata también podría estar en riesgo si una de las grandes compañías tecnológicas decide entrar en este terreno.
Sin embargo, Automata cree que su atractivo para las empresas más pequeñas le ayudará a tener éxito donde otros han fracasado. Shah concluye: "Automata podría tener un gran impacto llevando la automatización y la robótica a compañías más pequeñas. Es muy apasionante".