Cada vez es más común que actores muertos aparezcan en películas rodadas después de su fallecimiento o que intérpretes de edad avanzada aparezcan mucho más jóvenes casi mágicamente. Piense en Carrie Fisher en la película Rogue One: Una Historia de la Guerra de las Galaxias (2016) o en Paul Walker en varias películas de la saga Fast & Furious. Esta desconcertante situación incluso llega a producirse sobre escenarios y en directo. El año que viene, un holograma de la fallecida cantante Amy Winehouse saldrá de gira para recaudar fondos para una organización benéfica en su nombre. Algunos actores y estudios de cine se están preparando para un futuro inevitable en el cual será algo habitual utilizar la tecnología de escaneo para preservar las réplicas digitales de los actores en 3D.

El hecho de que una estrella esté muerta no significa que su franquicia de éxito de taquilla que abarca toda una generación no pueda continuar acumulando masa. Con la tecnología adecuada, cualquier superestrella podrá seguir siendo rentable para siempre y los personajes más icónicos podrán seguir conquistándonos hasta el fin de los tiempos (ver Empleos 2.0: La actriz que interpretó a Carrie Fisher haciendo de Leia).

Foto: Amy Winehouse. Crédito: Peter MacDiarmid | Getty

"Para la gente con dinero, esto es una apuesta segura, porque se trata de una cara conocida", afirma la actriz Ingvild Deila, a quien Industrial Light and Magic escaneó para interpretar a la actriz que hace más de 30 décadas dio vida a la princesa Leia. La actriz afirma: "Nos gusta repetir lo que funcionó en el pasado, así que todo esto se hace en parte por los beneficios y en parte por la nostalgia".

A principios de este año, el supervisor de efectos visuales de Los últimos Jedi (2017), Ben Morris, le dijo a Inverse que la productora de Star Wars ha empezado a escanear a todos sus personajes. Al parecer, lo hacen por si acaso. Morris afirmó: "Siempre escanearemos digitalmente a todos los actores principales de la película. No sabemos si vamos a necesitarlos".

Para los actores, estas copias digitales de sí mismos representan una fuente de ingresos post mortem para sus familias, una forma de extender su legado, e incluso, una extraña vía para preservar su juventud.

Preservación digital

Digital Domain, la compañía de efectos visuales que ha trabajado en películas importantes como Los Vengadores: Infinity War y Ready Player One (ambas de 2018), también tiene como clientes a estrellas individuales, aunque no ha comercializado el servicio para personas. El director del Grupo Digital Humans de la empresa, Darren Hendler, explica: "No hemos sacado ningún anuncio en los periódicos como por ejemplo 'Conserve su imagen'".

Foto: En la primera imagen aparece el actor Samuel L. Jackson en la película Capitana Marvel que se lanzará el año que viene frente a su aspecto actual real. Crédito: Gage Skidmore.

El conjunto de servicios que la compañía ofrece a los actores incluye una serie de diferentes escaneos para capturar sus famosas caras desde todos los ángulos posibles para simplificar su recreación en el futuro. Gracias a cientos de luces LED personalizadas y distribuidas en un pequeño habitáculo esférico, la empresa puede grabar numerosas imágenes en cuestión de segundos que capturan la cara de la persona iluminada desde todos los ángulos. La técnica es capaz de escanear hasta sus poros.

Las luces pueden emitir diferentes colores, lo que permite reproducir una variedad de condiciones al aire libre en las que podría estar la copia digital del actor. Esto permite que la piel tenga un aspecto más detallado, con colores precisos, y sombras y reflejos realistas. Hendler detalla: "Básicamente, capturamos cómo cambia el flujo sanguíneo debajo de la piel del rostro. Queremos asegurarnos de que el rostro se mueve y cambia de color de forma natural". La tecnología incluso es capaz registrar cómo las arrugas del actor se mueven en función de sus expresiones, así como la forma en la que el actor camina y se mueve. Estos pequeños detalles logran que las caras digitales resulten más creíbles y no parezcan artificiales.

Digital Domain también ha escaneado peinados, vestuarios y accesorios. El proceso total dura hasta dos días y genera entre cinco y diez de datos, en función de la cantidad de los detalles registrados. Si alguien elige adquirir todos los servicios de la empresa podría llegar a gastarse más de 850.000 euros.

Ese precio es la razón por la que la tecnología no ha salido del mundo del cine. Pero esas pocas personas dispuestas a pagar cientos de miles de euros están haciendo una inversión de futuro. Escanearse a una edad más temprana permite seguir interpretando papeles de personajes más jóvenes, como el que interpretará Samuel L. Jackson en la próxima película de Capitana Marvel. Y al otorgar los derechos de imagen a los estudios después de la muerte, las familias de los actores tendrán beneficios asegurados.

Resurrección digital

Foto: En la primera imagen aparece el actor Peter Cushing en el papel de Grand Moff Tarkin en 'La guerra de las galaxias: Episodio IV - Una nueva esperanza' de 1977, y en la siguiente, en otra película de la saga lanzada más de 30 años después.

Pero a pesar de todos los avances que han vivido las imágenes generadas por ordenador (CGI, por sus siglas en inglés), las personas recreadas digitalmente siguen sin verse del todo reales. Cuando la película Rogue One trajo de vuelta a Peter Cushing en el papel de Grand Moff Tarkin y presentó a Fisher con muchos años menos de los que tenía en ese momento, las reacciones del público fueron de extremo a extremo. Aunque algunas personas quedaron seducidas por la tecnología, a todas las demás les pareció muy raro. Los rostros formaban parte del 'valle inquietante', ese término que se usa cuando se contempla a un robot humanoide que parece casi humano pero realmente no lo es.

El jefe de Formación de Efectos Visuales de la Escuela de Efectos Visuales, Juegos y Animación de Gnomon, Beau Janzen, explica que a los artistas todavía les cuesta mucho lograr que el movimiento del cuerpo y la piel de los personajes digitales se vean realistas. Y como el diablo está en los detalles, el movimiento de los labios o el de la piel de las mejillas cuando habla un actor pueden destapar el truco y hacer que el espectador sea consciente de que está contemplando una cara recreada digitalmente. Por lo tanto, para alcanzar el mayor nivel de realismo, es necesario hacer muchos ajustes. Y si el escaneo no ha sido realizado con un modelo vivo, la técnica a veces debe trabajarse fotograma a fotograma.

Pero los efectos especiales siguen mejorando, y a medida que más actores decidan escanearse a edades jóvenes, la técnica podría resultar cada vez más fácil. Hendler estima que Digital Domain (responsable de una de las resurrecciones digitales más famosas, como el holograma del rapero Tupac en el festival de música Coachella) ya ha escaneado a entre 50 a 60 personas.

Foto: Holograma del rapero Tupac durante su actuación en el festival Coachella, años después de su muerte. Crédito: Digital Domain.

Estos detallados escaneos ofrecen un resultado mucho más preciso que el que se logra con máscaras protésicas o con imágenes antiguas para sacar la imagen de un actor fallecido. Para Janzen, además, traer a una persona de la muerte es como cualquier otro trabajo de CGI. Por ejemplo, con frecuencia intercambia los rostros de los dobles con los de los actores principales y usa elementos CGI para reemplazar varios aspectos de los cuerpos de los actores. El experto detalla: "No es nada del otro mundo, porque [en las películas] pasan muchas cosas que los espectadores no perciben".

Entonces, ¿hacia dónde va todo esto? ¿Llegará un momento en el que Meryl Streep gane un Óscar cada año hasta el fin de los tiempos? Es poco probable, pero Janzen cree que es inevitable que cada vez veamos a más actores fallecidos en las películas. "Cualquier cosa que mejore la película y la historia, se usará", concluye.