El gigante cree que convertir los créditos de CO2 en tokens similares a las criptomonedas hará que sea más fácil y transparente comerciar con ellos. Esto no solo aportaría valor al mercado sino que incentivaría a las empresas a ser más activas, lo que finalmente, ayudará al medio ambiente
El mundo está evolucionando hacia una "economía impulsada por tokens" en la que activos de todo tipo, desde acciones y bonos hasta bienes raíces y obras de arte, estarán representados por criptomonedas en cadenas de bloques (blockchains). Esta transición podría desbloquear enormes cantidades de valor, una oportunidad que IBM no quiere dejar escapar. El gigante planea construir plataformas de software en las que se puedan comercializar estos tokens. La buena noticia para el mundo es que este proceso de digitalización tendrá un gran beneficiario: el medio ambiente.
Las empresas, los gobiernos y otras entidades utilizan los llamados créditos de compensación de carbono para contrarrestar sus emisiones de dióxido de carbono. Los créditos se compran o intercambian, y la inversión se destina llevar a cabo acciones para reducir de emisiones de otra forma, como producir energía renovable y capturar y almacenar carbono. Actualmente existen varios tipos de créditos de compensación, pero todos tienden a perder valor con el tiempo. Además, para comprar créditos de carbono de "alta calidad" hay que seguir un proceso complejo y difícil que se ejecuta mediante transacciones fuera del entorno bursátil, lo que ralentiza sus opciones de ser vendidos, según afirma el director ejecutivo de la Fundación Veridium, Jim Procani. En su opinión, la tecnología blockchain es el "entorno perfecto para crear un mercado más transparente y fluido" para los créditos de compensación de carbono.
La organización acaba de asociarse con IBM para "tokenizar" los créditos de compensación de carbono mediante la cadena de bloques Stellar. Su token, que se lanzará este año, estará respaldado por diferentes activos de carbono verificados por terceros de acuerdo a los estándares internacionales. Algunos de esos créditos provendrán de la compañía hermana de Veridium, InfiniteEARTH, que ya tiene un negocio dedicado a vender créditos de carbono a compañías que desean compensar sus huellas de carbono.
Compañías de combustibles fósiles, empresas de tecnología, bancos y otras grandes corporaciones tienen cada vez más presión para abordar su impacto ambiental. Según Procanik, esta situación es la que ha logrado que el mercado actual de créditos de carbono voluntarios valga miles de millones de euros. Pero tanto él como el equipo de Veridium creen que pueden conseguir que valga mucho más, y no solo haciendo que los créditos sean más fáciles de comprar y vender. El protocolo del token permitirá calcular automáticamente cuántos créditos de carbono deberá comprar una empresa para compensar de manera suficiente la huella de carbono calculada de un producto determinado, explica Procanik. Esta valoración suele ser lenta y costosa, lo que puede desalentar a los posibles inversores. "Una cosa es comprar estos créditos, pero otra cosa es usarlos", explica Procanik. El token debería hacerlo mucho más simple.
Veridium se asoció con IBM para aprovecharse de su experiencia con redes blockchain específicas. En concreto, le interesa las cadenas de bloques que el gigante ha desarrollado para el sector de la energía, donde las empresas también buscan compensar sus emisiones de carbono. Estos sistemas privados están diseñados para aplicar automáticamente las reglas comerciales exclusivas de las transacciones entre, por ejemplo, las compañías de petróleo y gas.
Por su parte, IBM cree que el token de Veridium le dará la oportunidad de combinar sus redes con la cadena de bloques de acceso público de Stellar. De esta forma, el gigante podrá demostrar que es posible convertir un tipo de activos "algo exóticos" en un token que se puede combinar con otros tipos de transacciones comerciales, explica el jefe de Soluciones Blockchain y Servicios Financieros de la compañía, Jesse Lund. El responsable opina que nos dirigimos a una "carrera armamentista" para construir las mejores redes comerciales basadas en cadenas de bloques, y predice que las redes con más "activos que pueden intercambiarse libremente" tendrán una mayor adopción.