Durante el día de ayer, uno de los miembros líderes del Congreso de los EE.UU. presionó a las compañías de internet para que apoyen los derechos humanos y la libertad de internet en el extranjero. El Senador de los EE.UU. Richard Durbin, representante Demócrata de Illinois y de la mayoría en el Senado, afirmó que tiene planes para introducir una legislación “que haga que las compañías de internet tomen pasos razonables hacia la protección de los derechos humanos o, de lo contrario, incurrirán en responsabilidades civiles o criminales.” Más tarde se aclaró que la legislación propuesta aún no ha sido escrita, pero que probablemente se basaría en la Ley sobre Prácticas de Corrupción en el Extranjero.

Las probabilidades de que una propuesta de ley como esta se apruebe, o de que su práctica sea exigida si llega a aprobarse, no están del todo claras. No obstante el problema que vendría a solucionar está muy extendido. En la actualidad, muchas compañías de internet norteamericanas que llevan a cabo negocios en China, y en otros países con censura impartida por el gobierno, filtran sus contenidos de forma activa para seguir las leyes o costumbres locales. Entre los contenidos filtrados se incluyen resultados de motores de búsqueda, grupos de redes sociales en sitios como Facebook, y listados de libros en puntos de venta como Amazon. El reciente anuncio de Google de que detendría la censura de los resultados de búsqueda en China (como consecuencia de los ciberataques contra la compañía) ha supuesto un punto y aparte importante dentro de este tipo de prácticas empresariales estándar.

Durante una vista del Subcomité sobre Derechos Humanos y la Ley, que preside Durbin, afirmó: “Todo se reduce a esto: a pesar de unas cuantas excepciones notables, la industria de la tecnología parece no estar dispuesta a autoregularse y no pone interés en comenzar un diálogo con el Congreso sobre los graves retos en cuanto a derechos humanos que enfrenta dicha industria.” Durbin invitó a 30 compañías de internet para que testificaran, pero sólo Google lo hizo. Entre las que declinaron la invitación se encuentran Facebook, Twitter, Hewlett-Packard, Apple y McAfee.

Durbin añadió: “El enorme crecimiento de los sitios sociales como Twitter y Facebook ha ayudado a que los activistas sobre derechos humanos se organicen y hagan públicas las violaciones de derechos en Irán y en otras partes del mundo. Sin embargo, los gobiernos represivos pueden utilizar estas mismas herramientas para hundir a los que apoyan esas iniciativas.”

Durante la vista, un ejecutivo de Google afirmó que la compañía aún estaba trabajando en la fórmula exacta mediante la que cumpliría su promesa contra la censura. “No censuraremos nuestros resultados de búsqueda en China y estamos trabajando en ese sentido,” testificó Nicole Wong, vicepresidente de Google y subconsejera general, en respuesta a una pregunta. “Tenemos muchos empleados en el área. Reconocemos tanto la seriedad como la sensibilidad de la decisión que estamos tomando, y queremos encontrar la forma de detener la censura de nuestros resultados de búsqueda de forma apropiada y responsable.”

Tres grandes compañías, Google, Microsoft y Yahoo, se han unido a una coalición académico-industrial llamada Global Network Initiative, formada hace tres años para “colaborar en el avance de los derechos del usuario ante la libertad de expresión y la privacidad” a través de la tecnología de la información. Durbin y otros miembros del sector han estado animando a otras compañías para que se unan, aunque la mayoría han declinado la invitación, afirmando en algunos casos que no disponen de los recursos necesarios para contribuir a la causa, mientras que otras señalan que están persiguiendo objetivos similares por su cuenta.