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Los nuevos sensores LIDAR de Luminar.

Inteligencia Artificial

Este nuevo LIDAR lo tiene todo: buen precio, seguridad y precisión

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Luminar se ha transformado de arriba a abajo para conseguir que su último modelo cumpla todos los requisitos necesarios para que los coches autónomos perciban el mundo que les rodea en cualquier situación y a un precio asumible para los vehículos de consumo

  • por Jamie Condliffe | traducido por Mariana Díaz
  • 19 Abril, 2018

Un nuevo sensor LIDAR podría dotar a miles coches autónomos de la capacidad de detección que hace falta para navegar con seguridad a alta velocidad por carretera (ver Los 'ojos' 'low cost' del coche autónomo no son seguros para viajar por carretera).

El LIDAR se ha convertido en la tecnología principal para que los vehículos sin conductor puedan detectar lo que pasa a su alrededor. Para ello, emite haces de luz láser que rebotan en los objetos cercanos para crear mapas tridimensionales de su entorno.

Durante años, el líder de la industria LIDAR ha sido Velodyne. Sus modelos ofrecen resoluciones suficientemente altas como para navegar por carretera, pero también son irrisoriamente caros (ver El mejor LIDAR funciona a alta velocidad pero a un precio desorbitado). Pero la velocidad a la que están avanzando los coches autónomos ha provocado que otras empresas hayan decidido meterse en el sector. Entre ellas, destaca la start-up Luminar, creada por Austin Russell. El joven, cuyo nombre empezó a resonar el año pasado, decidió dejar a medias sus estudios en la Universidad de Stanford (EE. UU.) para fundar su empresa (ver El emprendedor que dejó la universidad para revolucionar el coche autónomo con 22 años).

La tecnología de Luminar es completamente distinta a la del resto de LIDAR. Utiliza una longitud de onda de luz más larga para operar a mayor potencia, lo que le permite ver objetos más oscuros y a mayores distancias. También puede hacer zum para centrarse en áreas de interés específico. Pero por muy buenos que sean sus sensores, dependen de sistema mecánico de espejos y costosos semiconductores de arseniuro de galio indio, lo que hace que su fabricación sea cara y complicada. Las primeras unidades costaban decenas de miles de euros y su montaje requería un día entero de trabajo humano.

Russell, que fue uno de los ganadores de nuestros 35 Innovadores menores de 35 globales en 2017, afirma que la empresa ya ha tomado medidas para cambiar eso. Luminar ha adquirido una empresa de diseño de chips llamada Black Forest Engineering, ha contratado a expertos en electrónica de consumo y ha construido su propio centro de fabricación en Florida (EE. UU.). El objetivo es construir su sensor a escala comercial.

Gracias a estos cambios, el CEO afirma que la última versión del sensor se está acercando a los requisitos técnicos necesarios para el sector de la automoción. Eso significa que debería ser capaz de operar en temperaturas extremas, inclemencias del tiempo y otras condiciones adversas a las que cualquier vehículo podría verse expuesto (aunque la empresa aún no ha conseguido este certificado). Por otro lado, el cuidadoso rediseño de su chip de detección láser permitido reducir los costes de decenas de miles de euros, y ahora pueden fabricarlo a un precio de unos 2,5 euros. Por último, Luminar ha automatizado el proceso de producción, lo que significa que los sensores se podrían construir en solo ocho minutos antes de que acabe el año.

Con todas estas mejoras, Luminar afirma que cuando alcancen la producción a gran escala podrían ofrecer un paquete de sensores por menos de 10.000 euros. Además, estos modelos serán aún mejores que los anteriores, y deberían poder detectar objetos situados a 250 metros. Esta distancia daría siete segundos para reaccionar cuando se viaja a una velocidad de 120 kilómetros por hora, lo que resulta tiempo suficiente.

El profesor asociado de ingeniería de la información de la Universidad de Oxford (EE. UU.) Ingmar Posner, que también es fundador de Oxbotica (una spin-off de conducción autónoma de la Universidad de Oxford) dice que las características y el precio del nuevo sensor de Luminar "tienen muy buena pinta". Pero también señala que el precio tendría que bajar aún más para poder usar los sensores en vehículos de consumo asequibles.

Ese abaratamiento también es factible. Russell explica que el coste del sensor está, obviamente, relacionado con la escala de producción. Para finales de año, Luminar planea construir 5.000 de sus sensores cada trimestre, una cifra muy superior a los 10.000 sensores que su competidor Velodyne quería construir el año pasado, y suficiente para equipar a todos los coches autónomos que se prueben en las calles a finales de 2018.

El mayor obstáculo será convencer a otros grupos de investigación y fabricantes de automóviles para que cambien de sensores. Para ello, deberán reescribir el software de control y reasignar ciudades enteras para que los automóviles puedan navegar con el nuevo equipo. Russell compara la situación con la de "quitar una tirita", pues cree que es algo que habrá que hacer antes o después, a medida que los fabricantes exijan requisitos estándar del sector del automóvil en sus sensores.

Habrá que ver cuánto tiempo tarda Luminar en quitar esta tirita.

Inteligencia Artificial

 

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