En 2017 solo hemos visto un pequeño preludio de todo lo que podría ocurrir en 2018 en materia de ciberataques. Apagones en las ciudades, secuestro de ordenadores para hacer minería de criptomonedas y la manipulación de elecciones son algunos de los riesgos que nos rodearán en este nuevo año.
EE. UU. se está planteando permitir el contrahackeo, es decir, que los particulares que han sufrido un ataque informático puedan perseguir a sus atacantes. A continuación le ofrecemos una lista de argumentos por los que el proyecto supondría más daños que beneficios
Las posibilidades de esta tecnología se mezclan con el peligro de que el software malicioso nos engañe para ver cosas que realmente no están ahí y que incluso podrían amenazar la vida de las personas. Debemos empezar a trabajar en los retos de seguridad antes de que sea tarde
El investigador de ARM (la compañía que diseñó el chip que hay en su smartphone y que le está arrebatando el trono a Intel) Chris Doran cree que la seguridad será el elemento clave en cualquier dispositivo y que por eso, ahora mismo, es el mayor reto de internet de las cosas
Los distintos tipos de lenguajes y registros médicos limitan los beneficios de la información sanitaria masiva. Las bases de datos descentralizadas tienen el potencial para solucionar el problema, pero dependen de que la industria y los gobiernos estén dispuestos a cooperar
Un grupo de investigadores chinos desarrolla una forma de activar y manipular asistentes virtuales controlados por voz a partir de ultrasonidos y sin que el usuario lo pueda detectar
Cada vez hay más empresas capaces de analizar los datos de la cadena de bloques para rastrear el dinero hasta dar con la identidad de los delincuentes. Pero han aparecido otros sistemas que sí les permiten esconderse
El exasesor de ciberseguridad de Obama, Michael Daniel, insiste en la importancia de que los gobiernos empiecen a establecer protocolos de seguridad cibernética y pide a los distintos países crear normas y un lenguaje común para trabajar
Ante la pasividad de la industria por asegurar sus sistemas cada vez más conectados, el investigador y director de Ciberseguridad en Tecnalia, Óscar Lage, advierte que los riesgos son cada vez mayores
Una competición medirá a unos programas contra otros en tres pruebas en las que tendrán que engañarse, atacarse y confundirse. El objetivo es detectar los programas más fuertes para emplearlos como armas contra las posibles ciberguerras del futuro