Cada vez hay más empresas capaces de analizar los datos de la cadena de bloques para rastrear el dinero hasta dar con la identidad de los delincuentes. Pero han aparecido otros sistemas que sí les permiten esconderse
Un aviso a aquellas personas que usan Bitcoin para actividades ilegales: podéis huir, pero cada vez es más difícil esconderse. Los agentes del orden están usando el libro de contabilidad público de Bitcoin, llamado blockchain, para hacer un seguimiento del dinero digital y localizar a los criminales que lo usan con fines ilícitos.
Como criptomoneda más popular, Bitcoin ha contribuido una ola de ataques de ransomware: complots de extorsión, como el reciente ciberataque WannaCry, en los que los hackers secuestran el contenido del ordenador de la víctima hasta que se les paga. Los criminales pueden usar Bitcoin para recaudar los rescates sin tener que revelar sus identidades. La moneda también se ha asociado con la venta de drogas a través de internet, el blanqueo de dinero y el tráfico sexual.
Pero aunque los usuarios de Bitcoin pueden ocultar sus identidades, están obligados a revelar otros datos que los investigadores pueden usar para descubrirles. Cada transacción de Bitcoin se registra en su cadena de bloques, un registro públicamente accesible que refleja todas las transacciones realizadas usando la moneda. Las cadenas de bloques "proporcionan una fuente veraz realmente útil", afirma el cofundador de Chainalysis Jonathan Levin, cuya empresa desarrolla herramientas de software para analizar datos de blockchain. Sus productos pueden ayudar a los investigadores a sacar conclusiones sobre cómo la gente está usando la moneda.
Chainalysis combina su análisis con información pública para identificar a los usuarios a través de las cadenas únicas de números que utilizan en blockchain, llamadas direcciones. Con eso en la mano, pueden hacer un seguimiento de cómo mueven los fondos. Esta técnica se puede utilizar para hacer cosas como identificar los intercambios de Bitcoin en los que los usuarios de un sitio de apuestas online convierten sus bitcoins en monedas físicas (ver Las identidades de los usuarios de Bitcoin podrían salir al descubierto).
Las herramientas de Chainalysis son claramente valiosas para los investigadores criminales. Desde el año 2015, la empresa ha respaldado investigaciones de varias agencias de EEUU, como el Servicio de Impuestos Internos, la Comisión de Valores y Bolsa, el FBI, la Administración para el Control de Drogas y el Servicio de Inmigración y Control de Aduanas, y de Europol. En la mayoría de los casos, dice Levin, los investigadores recurren a Chainalysis cuando ya tienen algún tipo de indicio, como una dirección de Bitcoin encontrada entre las pertenencias de un sospechoso. Si pueden determinar que un sospechoso está usando un intercambio en particular, pueden obtener una orden judicial para sacar más información de ese intercambio.
El gobierno de EEUU también está interesado en rastrear el flujo de fondos en la cadena de bloques para determinar si los comerciantes que aceptan Bitcoin lo están reportando y pagan los impuestos correspondientes, explica el fundador de BlockSeer, Danny Yang, que también desarrolla herramientas analíticas para blockchain y apoya investigaciones policiales.
Los mercados de criptomonedas también están empezando a contratar a empresas de análisis. En muchos lugares no está claro hasta qué punto los comerciantes están obligados por ley a conocer a sus clientes y asegurarse de que no están blanqueando dinero, como pasa con los bancos tradicionales. Pero les cuesta abrir cuentas bancarias si no saben quiénes son sus clientes. Yang afirma que si un gobierno es capaz de detectar que los criminales están usando ciertos mercados, los comerciantes también deben ser capaces de identificarlo.
Pero no son todo buenas noticias para la policía. Hay maneras de confundir a los investigadores, como con el uso de los llamados servicios de mezcla, que toman bitcoins de muchos usuarios y los mezclan antes de enviarlos de nuevo a diferentes direcciones en diferentes momentos. Más importante aún, algunas criptomonedas más recientes, principalmente Zcash y Monero, están diseñadas para ocultar la información que las empresas de análisis utilizan para rastrear el dinero.
Los delincuentes más sagaces ya están migrando a estos sistemas no rastreables. El mes pasado Chainalysis confirmó que los hackers de WannaCry fueron capaces de convertir una parte de los pagos de rescate de Bitcoin a Monero antes de que el servicio que estaban usando agregara a la lista negra sus direcciones.