El aislamiento ha convertido a Facebook y Twitter en las principales fuentes de noticias sobre la pandemia de coronavirus pero, en ellas, la información real se mezcla con bulos cuyas consecuencias pueden ser mortales. Necesitamos que estas plataformas filtren y prioricen las noticias reales
Facebook y Twitter están centrando sus esfuerzos contra la desinformación en sistemas automatizados de inteligencia artificial. Pero esta estrategia no basta por sí sola. Ha llegado la hora de que las redes sociales dediquen trabajo y conocimientos humanos a luchar contra la propaganda computacional
A la inteligencia artificial GPT-2 de OpenAI se le da tan bien crear noticias falsas que el organismo decidió no publicar el modelo completo. En lugar de eso, acaba de liberar una versión con el 50 % del código y está estudiando qué implicaciones tiene esta estrategia dentro y fuera de la comunidad
El fabricante de chips Nvidia está centrando sus esfuerzos en el procesamiento del lenguaje natural. Su nuevo software, basado en dos enfoques de Google, está diseñado para eso, una novedad tecnológica que, como siempre, tiene un parte buena y una mala
Un análisis detallado sobre los distintos ataques desinformativos y cibernéticos que sufrió EE. UU. en sus últimos comicios presidenciales confirma que el país no está preparado para luchar contra troles y hackers. ¿Acaso lo están los demás?
No se trata de un 'deepfake' en el que la política aparezca diciendo algo que no ha dicho, sino de una sátira. Si la red social lo elimina, podría sentar un peligroso precedente en torno a la censura. Los expertos afirman que la mejor estrategia contra la desinformación es la alfabetización mediática
A pesar de sus vaguedades, el texto se centra en obligar a que los gigantes tecnológicos cuiden de sus usuarios para frenar las 'fake news', el acoso y los delitos de odio. Si sale adelante, el país tendría un único organismo con capacidad de multar a Google y Facebook, entre otros
Por muy creíbles que resulten los 'deepfakes' las herramientas para crearlos aún no son masivas y podrían combatirse con otras tecnologías. La plaga desinformativa que realmente debe preocuparnos son los contenidos que se reetiquetan para atribuirse a conflictos concretos y aumentar la violencia
La tecnología ofrece una especie de disfraz vocal que permite hablar con la voz de otra persona, como por ejemplo Obama. Aunque sus creadores intentan que el sistema no se use para la manipulación informativa, cualquiera podría crear una versión similar para difundir mentiras cada vez más creíbles
La nueva inteligencia artificial de OpenIA produce textos increíblemente realistas gracias a la semántica distributiva, un modelo muy potente pero incapaz de que la máquina entienda lo que dice. Es uno de los cuatro enfoques actuales del procesamiento del lenguaje natural