
Después de dar el pelotazo en el mundo de los videojuegos, un desarrollador independiente reflexiona sobre su éxito.
Imagen cortesía de Divici | planetminecraft.com; datos de DFC Intelligence
Año en que fue reconocido
2013
Región
Global
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Markus Persson —más conocido como Notch por sus millones de seguidores— es una improbable megaestrella de la tecnología. Sueco, tranquilo y modesto, parece el típico programador de videojuegos, con el pelo ralo y el torso ensanchándose; sus rasgos más distintivos son los hoyuelos gemelos al sonreír y un sombrero fedora negro azabache, un accesorio del que rara vez se le ve sin él. Pero Minecraft, un videojuego independiente que creó y lanzó en Internet en mayo de 2009, ha vendido 30 millones de copias, lo que le ha hecho rico y famoso.
Persson es ahora un héroe para toda una generación de jóvenes jugadores, que siguen con atención cada uno de sus tuits. El año pasado ganó más de 100 millones de dólares gracias a Minecraft y su merchandising asociado. Pero el programador parece seguir siendo en gran medida el mismo, a pesar del dinero. Aunque viaja habitualmente en jet privado y es conocido por organizar fiestas extravagantes en nombre de Minecraft, su principal capricho material es asegurarse de tener siempre el ordenador más moderno.
21.000 millones de dólares
Ventas globales de videojuegos online en 2012
Aunque Persson apenas haya cambiado por el éxito, Minecraft ha transformado el mundo de los videojuegos. Un juego rudimentario programado en Java que no requiere un ordenador de última generación para funcionar, sitúa al jugador en medio de un paisaje campestre que representa un mundo único y generado aleatoriamente. Los árboles, la arena, la grava y las rocas están representados por distintos tipos de bloques, que pueden recogerse y posteriormente «fabricarse» en forma de objetos y herramientas. Un botón del ratón se usa para recolectar bloques, el otro para colocarlos. De este modo, los jugadores pueden modelar el mundo del juego a su gusto. Los bloques pueden reorganizarse para crear estructuras y asentamientos tan elaborados como lo permita la imaginación del jugador.
Persson cree que su éxito es un acontecimiento que solo ocurre una vez en la vida, un golpe de suerte excepcional que a veces toca a ciertas personas creativas con una fortuna irrepetible. La popularidad de Minecraft ha atraído una atención poco habitual hacia el diseñador, cuyas ideas ahora son examinadas por un mundo que observa. A pesar del escrutinio y de la presión creativa que ello conlleva, Persson sigue siendo un inventor de juegos prolífico y ambicioso. Su próximo proyecto es un juego de intercambio de recursos ambientado en el espacio.