
El cofundador de Snapchat descubrió que las personas querían algo diferente en las redes sociales.
Foto de Steve Jennings/Getty
Año reconocido:
2016
Organización:
Snapchat
Región:
Global
En el centro de Snapchat, la red social de fotos que desaparecen valorada en 20 mil millones de dólares y utilizada por 150 millones de personas, se encuentra un genio de 26 años que conduce autos exóticos y está comprometido con una supermodelo. O un idiota. O ambos, es difícil decirlo. Evan Spiegel es algo recluso. El creador detrás de este nuevo imperio mediático sigue solo a unas 50 personas en la aplicación móvil que él mismo ayudó a crear. (Uno de ellos es el mago David Blaine.) Rechazó hablar conmigo, lo cual tiene sentido, porque lo que es Snapchat, lo que Spiegel entiende mejor que nadie, podría ser lo opuesto a una entrevista con una revista.
Snapchat suele compararse con Facebook, y a Spiegel con Mark Zuckerberg. Lo cual tiene sentido, especialmente porque Facebook intentó comprar Snapchat por 3 mil millones de dólares antes de lanzar sus propias versiones imitadoras que rápidamente cayeron en la irrelevancia. Y ambos fundadores son desertores universitarios (Spiegel de Stanford, Zuckerberg de Harvard). Pero Facebook es una empresa construida sobre hacer pública tu información personal y entregar anuncios dirigidos; el propósito de Snapchat es borrar tus imágenes o videos después de enviarlos a tus amigos. Snapchat, como Spiegel ha dicho, se basa en la idea de que “lo efímero debe ser lo predeterminado.”
En sus seis años de existencia—una era en el tiempo de las startups—la compañía ha superado a rivales como Poke, Ansa, Gryphn, Vidburn, Clipchat, Efemr (prometo que no los estoy inventando), Wink, Blink, Frankly, (te lo aseguro) Burn Note, Glimpse y Wickr. Llega al 41% de los estadounidenses de entre 18 y 34 años todos los días y genera ingresos a partir de compañías de medios y anunciantes que publican «snaps» en canales dedicados. ¿Qué hizo bien Snapchat que otros no? Algo que notas inmediatamente al descargar la aplicación es cuánto te exige. No puedes simplemente quedarte sentado y mirar—tú también debes tomar una foto o grabar un video. La pantalla de inicio prácticamente te suplica que tomes una foto o grabes un video. La fotografía antes era todo sobre capturar un momento para siempre; la gran visión de Spiegel fue que ahora la mejor manera de hacer que la gente preste atención es capturar ese momento, compartirlo y ver cómo desaparece.