Kindred AI contrata a humanos para que guíen a las máquinas en tareas complicadas como agarrar objetos. Al mismo tiempo, la empresa forma a los empleados en otras tareas para poder recolocarlos cuando los robots puedan hacerlo todo por sí mismos y el empleo de piloto quede obsoleto
Que no cunda el pánico: los humanos (de momento) siguen siendo mucho mejores que los mejores brazos robóticos en lo que se refiere a agarrar y manipular objetos. En Kindred AI, las personas están ayudando a las máquinas a superar esta limitación convirtiéndose en sus pilotos.
Actualmente Kindred emplea a seis pilotos, cada uno de los cuales controla en remoto a una serie de robots ubicados en almacenes dispersos por América del Norte. El equipo es dirigido por el ingeniero de software Chris Hayes, quien garantiza que el intercambio de tareas entre pilotos y robots se lleve a cabo sin sobresaltos. Los capitanes humanos controlan, principalmente, las funciones de agarre de los robots, mientras que las tareas como ordenar los objetos y colocar sus brazos para abordar el siguiente objeto, son automáticas. Mientras los pilotos trabajan, cada movimiento queda registrado para que pueda servir de material de entrenamiento para el software de aprendizaje automático de Kindred. Los pilotos están, básicamente, enseñando a los robots a trabajar por su cuenta.
Foto: Un piloto de robots muestra el software de pilotaje de Kindred.
Puede que el equipo de pilotos de Kindred sea pequeño, pero la empresa está contratando más personal. A medida que Kindred ha ampliado su compromiso con uno de sus principales clientes, Gap, la empresa va necesitando cada vez más equipo humano.
¿Qué currículum hace falta para conseguir un empleo como piloto de robots? Para empezar, hay que ser experto en algo más que el pilotaje de robots. Al principio Hayes fue contratado por sus habilidades como artista de realidad virtual y diseñador de juegos. Rel responsable recuerda: "Lo que inicialmente me atrajo del puesto fue que involucraba a la realidad virtual".
Foto: Ingeniero de software y piloto de robot principal, Chris Hayes.
Irónicamente, después de empezar a trabajar, Hayes eliminó la realidad virtual de la configuración piloto e implementó el sistema de control actual que incluye un ratón que se mueve en tres dimensiones, pantallas múltiples, un ratón normal y un teclado. Deshacerse de la realidad virtual hace que los pilotos puedan asumir más fácilmente sus turnos de ocho horas, dice Hayes, y permite que el robot utilice un rango de movimiento más amplio, incluidos algunos imposibles para los humanos. Y como piloto principal del equipo, todavía usa la interfaz que ayudó a construir.
El responsable afirma: "Creo que usar y probar lo que estás creando es algo muy importante. Todos los días charlo con los pilotos. Escucho sus problemas y las cosas con las que están lidiando. Puedo subirme a una máquina aquí para ver si puedo replicar los problemas que están teniendo".
Foto: El robot de almacén de Kindred, Sort.
En cuanto al futuro, llegará un momento en el que los pilotos ya no sean necesarios. Sin embargo, Hayes afirma que Kindred no planea dejarlos en el paro. Además de su trabajo habitual por turnos, los pilotos pasan de una a dos horas al día en proyectos de robótica, administración o diseño gráfico. Así se preparan para futuras labores más allá del pilotaje. El responsable concluye: "La idea consiste en automatizarlo todo al máximo para que [los robots] puedan funcionar con la menor interferencia posible del piloto. Por eso ponemos énfasis en entrenar a las personas para nuevos roles. Sabemos que esto es temporal".