Muchos temen la revolución de los robots, pero los más optimistas creen que obtendremos más beneficios que perjuicios. Las volteretas hacia atrás quizá no son muy útiles, pero los brazos robóticos y los coches autónomos podrían transformar nuestra vida de una forma que no imaginamos.
La revolución de los robots ha comenzado. Actualmente, las máquinas inteligentes patrullan rutinariamente centros comerciales, hospitales y carreteras, y cada vez son más competentes en todo, desde recoger fruta hasta realizar una cirugía. La automatización ha llegado para cambiar nuestras vidas.
Los robots que dan volteretas hacia atrás
Este robot presentado recientemente es capaz de algunos movimientos de parkour asombrosos, incluyendo esta voltereta hacia atrás que parece que no le cuesta ningún esfuerzo. Fue desarrollado por Boston Dynamics y su agilidad sugiere que la compañía está avanzando rápidamente hacia el entrenamiento de máquinas humanoides para desenvolverse en entornos complejos y desafiantes.
Para cualquiera que haya visto el DARPA Robotics Challenge de 2015, donde una versión anterior del mismo bot tuvo dificultades con tareas sencillas como abrir puertas y salir de un automóvil, la voltereta hacia atrás es ciertamente un avance notable. Sin embargo, no está claro si el robot puede realizar el truco varias veces seguidas o en diferentes entornos.
Boston Dynamics fue una de las compañías robóticas de alto perfil que Google acaparó en su oleada de compras de 2014. La compañía fue fundada por Marc Raibert, un creador de robots que fue pionero en el desarrollo de algoritmos dinámicos de equilibrio para máquinas con piernas y que anteriormente fue profesor en el Instituto Tecnológico de Massachussets (MIT, EE. UU.). Los movimientos tan realistas que realizan estos robots dan la impresión de que tienen vida.
Aún así, los robots con piernas siguen siendo muy caros y difíciles de comercializar. Fue una sorpresa que Google vendiera Boston Dynamics a Softbank, de Japón, a principios de año. La compañía sigue haciendo avances, como un robot de cuatro patas llamado Spot, que también presentó hace un tiempo. Una muestra más de que la empresa está consiguiendo grandes avances en la miniaturización y el control de máquinas.
Un recolector con dedos ágiles
Foto: AUSTRALIAN CENTRE FOR ROBOTIC VISION
En otra innovación impresionante, Ken Goldberg y sus colegas de la Universidad de California en Berkeley (EE. UU.) mostraron un brazo robótico capaz de recoger una gran variedad de objetos. Lo notable del robot de Berkeley es que aprendió a hacerlo estudiando una gran base de datos de objetos virtuales y de maneras de cogerlos, no mediante una programación cuidadosa o una práctica implacable. Luego usó sus conocimientos para recoger cosas nuevas que no conocía y algunas con formas extrañas e irregulares.
Los agarres siguen siendo uno de los mayores desafíos en robótica, y este trabajo muestra cómo los enfoques sofisticados para el aprendizaje, así como la capacidad de los robots para compartir información a través de la nube, podrían mejorar significativamente las habilidades de manipulación de brazos robot en fábricas y almacenes. Esto, a su vez, podría llevar a que la tecnología se implemente mucho más rápidamente.
Right Hand Robotics, una start-up en Cambridge, Massachusetts (EE. UU.), es una de las empresas que está promoviendo el uso de robots para coger objetos en nuevas áreas de trabajo. La compañía lanzó el pasado año una nueva pinza para robots y una plataforma en la nube que permite a las máquinas compartir información y aprender rápidamente.
Los almacenes parecen ser el escenario más propicio para la irrupción de los robots, por lo que muchas empresas están desarrollando nuevas máquinas para automatizar las tareas rutinarias de este tipo de trabajo. Amazon está invirtiendo en el desarrollo de robots de almacén de última generación con un concurso que desafía a las máquinas a realizar las funciones de los miles de humanos que trabajan en sus centros de logística. El ganador de este año, del Australian Centre for Robotic Vision, requirió solo unas pocas imágenes para aprender a coger un objeto nuevo.
Conducción realmente autónoma
Waymo, una división de la empresa matriz de Google, Alphabet, creada para comercializar coches autónomos, anunció que probaría sus vehículos sin ningún conductor de seguridad al volante. Se trata de un hito importante en este sector, ya que es la primera vez que los ingenieros muestran este nivel de confianza en un sistema autónomo.
La tecnología está progresando poco a poco gracias a sensores novedosos y enfoques inteligentes de inteligencia artificial (IA). Entre las compañías automovilísticas, Tesla no muestra signos de desaceleración con su sistema semiautónomo y Uber está pisando el pedal a fondo para que sus camiones sin conductor lleguen a las carreteras lo antes posible. El pasado mes de octubre, Yamaha mostró una motocicleta robótica que se equilibraba automáticamente con un aspecto impresionante, capaz de recorrer una pista a cerca de 200 kilómetros por hora. La entrega de su pizza podría cambiar para siempre.
A pesar de todo, los coches sin conductor aún no están listos para tomar las carreteras. Todavía existen serias dudas sobre la tecnología, incluyendo si los instrumentos son lo suficientemente fiables y si los piratas informáticos podían tomar control de los vehículos fácilmente.
Yamaha
Robots entre nosotros
La revolución de los robots se extiende mucho más allá de autopistas y almacenes. Actualmente están siendo probados en tiendas, hoteles, restaurantes y otros entornos. Varias start-ups también están haciendo pruebas con robots de entrega en San Francisco y alrededores. Sin embargo, esta ciudad cada vez más acostumbrada a esta tecnología también parece ser el epicentro de la lucha contra los robots. Su Junta de Supervisores recientemente cuestionó si la ciudad necesita tantas máquinas de pavimentación, con la intención de imponer un límite. Este organismo también ha propuesto un impuesto sobre los robots, que podría ayudar a recaudar fondos para la renta básica dirigida a aquellos trabajadores desplazados por la tecnología.
Los robots avanzados son solo el ejemplo más visible del desplazamiento del trabajo impulsado por la tecnología. Se eliminan muchos puestos de trabajo mediante formas más simples de automatización y, cada vez más, mediante software. Como no sabemos cuántos empleos nuevos y viables creará la actual ola de automatización, solo podemos prever que tendrá un impacto profundo en la economía y la sociedad.
La manera en que la automatización, la inteligencia artificial y los robots están construyendo el futuro del trabajo es un tema importante para cualquier persona interesada o preocupada por el impacto de la tecnología en nuestras vidas. MIT Technology Review ha cubierto esta cuestión profundamente en el pasado. Hace poco analizamos la imagen internacional, con artículos sobre cómo la automatización de software está cambiando el negocio de la subcontratación en India, y como China está tomando un papel importante en el desarrollo de la inteligencia artificial.
A pesar de que los robots son aun relativamente estúpidos, sus capacidades de expansión también plantean preguntas sobre cómo puede evolucionar nuestra relación con las máquinas. En uno de nuestros números dedicado a la IA, la novelista Louisa Hall habló sobre cómo nos sentiremos respecto a las máquinas capaces de detectar y responder a nuestras emociones de maneras misteriosas. Un artículo fascinante de la revista Wired también exploró este tema al perfilar a uno de los personajes más curiosos en el campo, un profesor japonés prolífico y extraño llamado Hiroshi Ishiguro.
Antes de que se vea embrollado por toda esta información, vale la pena leer el artículo de uno de los padres de la robótica moderna sobre los mayores errores del progreso y la hipérbole que rodean la inteligencia artificial, una guía útil para cualquier persona que quiera dar sentido a la próxima revolución de los robots.
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