Inteligencia Artificial
Adiós a los productos que conocemos: la inteligencia artificial se colará en todas partes
El nuevo altavoz doméstico de Baidu, Raven R, no sólo atiende las peticiones de su dueño, también baila. Tal vez no parezca muy útil, pero es un ejemplo del futuro de los productos de consumo, que poco a poco van a empezar a incorporar la IA para todo, y China parece emocionada con la idea
Baidu ha lanzado un altavoz inteligente y un robot doméstico interactivo de aspecto simpático en un evento en Pekín (China). Antes de la presentación, el director general de la Unidad de Hardware Inteligente de Baidu, Jesse Lyu, hizo un pequeño un homenaje al iPhone. Señaló que cada smartphone que ha salido al mercado después de él tenía más o menos el mismo aspecto, y eso se debe a que el iPhone fue el "producto definitivo".
Minutos después, Lyu, quien también es el fundador de Raven Tech, una start-up adquirida por Baidu en febrero, compartió su visión de un producto definitivo para la era de la inteligencia artificial (IA): Raven H, un altavoz inteligente que parece una ordenada pila de paneles cuadrados de color naranja, rojo, azul y verde. Lyu también presentó el Raven R, un dispositivo similar con movilidad sobre seis ejes.
Estos aparatos son los primeros productos de hardware de Biadu centrados en la inteligencia artificial. Y ambos usan DuerOS, el sistema de IA de conversación de Baidu. El Raven H costará 1.699 yuanes (casi 220 euros). No se ha anunciado un precio para el Raven R. Ambos pueden usarse para buscar información, reproducir música y pedir un taxi. Pero el Raven R se mueve en respuesta a un usuario y baila al son de la música.
La empresa se une así al creciente número de empresas tecnológicas chinas que están interesadas en crear hardware con inteligencia artificial incorporada. En julio, Alibaba lanzó un altavoz inteligente llamado Tmall Genie y Tencent ha anunciado un producto similar, llamado Xiaowei. JD.com, un importante minorista electrónico en línea chino, también lanzó un altavoz inteligente, llamado DingDong, en 2015. Y Megvii, una empresa china que administra la plataforma de tecnología de reconocimiento facial más grande del mundo, llamada Face ++, ofrece un módulo de reconocimiento facial que puede conectarse a un ordenador a través de un cable USB. Las empresas chinas que fabrican electrodomésticos tradicionales como televisores y neveras también están explorando como hacer que sus productos sean más inteligentes al agregar funciones de control por voz.
Todos estos nuevos productos necesitan chips de procesamiento lo suficientemente potentes para la computación requerida por los algoritmos de IA, pero lo suficientemente pequeños como para integrarse en dispositivos móviles y portátiles (ver La nueva carrera de los chips de silicio se libra en el cuadrilátero de la inteligencia artificial). La creciente demanda de hardware con inteligencia artificial podría impulsar una transformación de la industria de los chips en China. "La era de la inteligencia artificial es un nuevo comienzo", afirmó el CEO de RDA Microelectronics, Shuran Wei, cuya empresa con sede en Shanghái (China) produce chips para smartphones.
De hecho, tanto los ejecutivos como los investigadores del país tienen la esperanza de que su industria de chips se convierta en líder de la nueva ola de desarrollo de chips centrados en el aprendizaje profundo (ver ¿Quién ganará la batalla de los chips si el sector de la IA no para de cambiar?). Actualmente, China gasta más de 170.000 millones de euros al año en importar chips de circuito integrado. Los líderes chinos suelen mencionar esta cifra a menudo como golpe de realidad y como un incentivo para que los investigadores y las empresas chinas trabajen más duro. En 2014, un grupo de agencias gubernamentales e inversores liderados por el Ministerio de Industria y Tecnología de la Información estableció un fondo para el desarrollo de circuitos integrados.
Ya han logrado algunos progresos. A principios de noviembre, Cambricon, una empresa de chips de inteligencia artificial con sede en Pekín, lanzó una serie de procesadores de inteligencia artificial que pueden integrarse en cámaras de seguridad, drones, altavoces inteligentes y computación en la nube. La empresa aspira a integrar sus procesadores inteligentes en más de 1.000 millones de dispositivos de aquí a tres años. Un equipo de investigación llamado Dispositivo Inteligente Reconfigurable y Programable de la Universidad de Tsinghua (China) también ha diseñado un procesador de redes neuronales de propósito general capaz de realizar diferentes tipos de tareas de IA, como el reconocimiento de voz y facial.
Las empresas que aún no tienen la experiencia en procesadores de inteligencia artificial están abordando esta nueva oportunidad de una manera distinta. RDA Microelectronics, con sede en Shanghái (China), fabrica un chip capaz de grabar la voz de una persona y enviar la información a una plataforma en la nube que almacena archivos de audio. El producto se ha integrado con mucho éxito en un dispositivo que cuenta cuentos a los niños a través de comandos de voz.
El hardware debería ser un elemento importante del modelo comercial de cualquier compañía de inteligencia artificial, según el subdirector del Instituto de Microelectrónica de la Universidad de Tsinghua, Shouyi Yin, quien también lidera el equipo que desarrolló allí un procesador de redes neuronales.
Pero desarrollar chips adecuados para estos productos de hardware presenta muchos desafíos. Uno de los más grandes consiste en lograr un equilibrio entre la eficiencia energética y la potencia de cálculo, ya que muchos de estos chips deberán integrarse en pequeños dispositivos portátiles. Otro es diseñar chips que permiten a la IA hacer cosas completamente nuevas. Yin concluye: "Hay muchas técnicas diferentes de inteligencia artificial así que necesitamos marcos y diseños de chips totalmente nuevos".