Computación
Las carreteras inteligentes, seguras y eficientes serán el gran aliado del coche autónomo
Consciente de que los vehículos que se conducen solos no bastan para conseguir una verdadera revolución del transporte, Reino Unido está implementando un plan de mejora centrado en innovar las propias vías
El futuro de la conducción es de los coches conectados y autónomos. Cada día surgen nuevos proyectos, gobiernos y grandes empresas tecnológicas están destinando ingentes cantidades de dinero a investigación, y los gurús del transporte los ven como un elemento clave en la transformación de la movilidad. La Dirección General de Tráfico calcula que para 2030 un 15% de los vehículos podrían ser autónomos.
Pero para lograr una verdadera revolución en el transporte, toda la innovación no puede limitarse al vehículo. Los coches dependen de las carreteras, y estas pueden jugar un papel estratégico en la movilidad, ya sea autónoma o no. Este es el planteamiento de Reino Unido, que se encuentra en el ecuador del primero de una serie de planes quinquenales para mejorar sus carreteras y adaptarlas a los retos tecnológicos. Se trata de la Road Investment Strategy, una hoja de ruta que ha puesto la sostenibilidad, la eficiencia y la seguridad de las vías como objetivos principales, y para la que ha destinado unos 13.000 millones de euros.
Carreteras inteligentes
Por la M60 de Manchester cada día circulan 180.000 conductores que podrían empezar a beneficiarse muy pronto de las innovaciones que la estrategia británica planea para esta vía. Este otoño arrancarán las pruebas de los primeros 100 sensores tráfico colocados en la carretera que, junto con 50 cámaras de vídeo, medirán la densidad del tráfico y la velocidad a la que circulan los vehículos.
La información recogida por estos dispositivos se gestionará a través de un centro de control de tráfico que cambiará automáticamente los límites de velocidad de los carteles luminosos para adaptarlos al flujo de vehículos y conseguir que circulen a un ritmo constante. "Los límites variables permitirán que los coches se sigan moviendo de manera regular y se eviten incidentes y atascos causados por frenazos repentinos", explica el responsable del proyecto de Higways England, Jon Stokes.
Foto: Carteles con límites variables. Crédito: Highways England.
Para diseñar este sistema se ha tomado como base el que se emplea en la vía de circunvalación M42 de Birmingham desde 2006. Según datos de Highways England, desde la introducción de estas medidas, se han reducido a la mitad los accidentes con daños físicos a personas y no ha habido ningún accidente mortal. Otro ejemplo de carretera inteligente es la circunvalación londinense M25. Según un análisis de 2016, a pesar de que el tráfico de la vía ha aumentado un 10%, los retrasos se han reducido en un 50%. Cada día los conductores ahorran un total de 6.000 horas al evitar las congestiones.
El Gobierno británico no oculta su pretensión de estar a "la vanguardia en el desarrollo de vehículos conectados y autónomos", según apunta su Estrategia Digital, aprobada en marzo de este año. Prueba de este compromiso es la creación del Centro de Vehículos Autónomos y Conectados que, además de estimular el desarrollo de automóviles capaces de conducir solos, perseguirá la conexión del coche con la propia infraestructura viaria. De esta forma, además de tener una información más precisa, el conductor recibirá información de velocidades en los carriles y posibles rutas alternativas directamente en su salpicadero.
Nuevas formas de construcción
Pero por muchos sensores y tecnologías inteligentes que incorporen las carreteras, no podrán evitar los accidentes si no están en buen estado. Y ese es precisamente otro de los principales objetivos del Gobierno británico a través de la Alianza de Asfalto Industrial. Su objetivo es garantizar el buen estado del 95% del pavimento de las carreteras del país, y lo hará centrándose en un "uso más sostenible de los materiales".
En un tramo de la carretera A1 de Brownieside (Noreste de Reino Unido) se está utilizando una maquinaria que permite reciclar el pavimento dañado al tiempo que se repone. Según avanza, la máquina retira las capas viejas de asfalto y las mezcla con nuevo material que cubre de nuevo el pavimento. Los datos son prometedores: cada hora se pueden renovar 1.000 toneladas de pavimento frente a las 100 que se consiguen por métodos convencionales; se reduce el uso de piedra un 75%; se genera un 66% menos de residuos; y los camiones tienen que hacer un 70% de viajes.
Foto: Centro de control del tráfico de la M25 de Londres. Crédito: Highways England.
Otra de las innovaciones que está implantando Highways England es el uso de drones para revisar la evolución de los proyectos. Un uso pionero se está dando en el proyecto de mejora de la carretera de Immingham, al este del país. En esta vía, un ejército de aeronaves no tripuladas crea modelos en 3D a alta resolución para el equipo de ingenieros. De esta manera, se evita que el personal tenga que hacer las mediciones sobre el terreno ya que los drones pueden cubrir 400 hectáreas en apenas una hora.
Según datos de las empresas encargadas del proyecto, SenSat y Costain, estos modelos han supuesto una reducción del 36% en los costes de captura de datos y la información se ha recolectado un 400% más rápido. Además, se ha ahorrado la emisión a la atmósfera de 186 kilos de CO2. "Tener una copia digital del mundo es increíblemente útil", apunta el consejero delegado de SenSat, James Dean, que añade: "Nos permite medir más rápido, calcular de forma más precisa y planificar en formas que simplemente no eran posibles hace dos años".
Errores de planificación
Aunque la Road Investment Strategy supone una buena iniciativa para mejorar las carreteras británicas, la Oficina Nacional de Auditorías (NAO, por sus siglas en inglés), cree que el planteamiento es demasiado apresurado. 54 de los 112 proyectos se iniciarán entre 2019 y 2020 y se prevé que puedan solaparse.
Además, pone en duda que uno de los ejes del proyecto, lograr un ahorro de 1.200 millones de euros gracias a medidas de eficiencia, se vaya a conseguir. Según sus datos, entre 2015 y lo que va de 2017 se ha logrado el objetivo de eficiencia de 201 millones de euros.
Highways England tiene que presentar la Road Investment Strategy 2 a comienzos de 2019 para el período entre 2020 y 2025. Será un buen momento para diseñar un mejor plan gracias a lo aprendido en la primera experiencia. Sea cual sea el resultado, lo que sí está claro es que Reino Unido no está dejando la revolución del transporte en manos del coche autónomo. Aunque se conduzca solo, todavía depende del hombre que lo haga por unas vías seguras, eficientes y sostenibles.