Cualquier empresa china de internet que se precie emplea Face ++, una tecnología que permite acceder a oficinas, subir a trenes y obtener préstamos con una autenticación facial. Después de atrincherarse en las finanzas, el reconocimiento facial quiere expandirse por toda la economía
En China, el reconocimiento facial está transformando muchos aspectos de la vida cotidiana. Los empleados del gigante del comercio electrónico Alibaba en Shenzhen pueden mostrar sus caras para entrar en su edificio de oficinas en lugar de pasar las tarjetas de identificación. Una estación de tren en el oeste de Pekín compara los billetes de los pasajeros con los documentos de identificación emitidos por el Gobierno escaneando sus caras. Si su cara coincide con la foto de la tarjeta de identificación, el sistema acepta su billete y la puerta de la estación se abre. El sistema de metro en Hangzhou, una ciudad a unos 200 kilómetros al suroeste de Shanghái, emplea cámaras de vigilancia capaces de reconocer caras para detectar a sospechosos de ser delincuentes.
¿Y cuál es la tecnología que se esconde detrás de muchas de estas aplicaciones? Face ++, la plataforma de tecnología de reconocimiento facial más grande del mundo, actualmente utilizada por más de 300.000 desarrolladores en 150 países para identificar caras, así como imágenes, texto y varios tipos de identificaciones emitidas por gobiernos. (Ver 10 Tecnologías Emergentes 2017: Pagar con la cara).
Otras empresas chinas, como Baidu y la startup SenseTime, también ofrecen tecnología de reconocimiento facial a desarrolladores, pero la popularidad de Face ++ ha sido una bendición para Megvii, la compañía con sede en Pekín que creó y gestiona la plataforma. Fundada en 2011 por tres graduados de la Universidad de Tsinghua, Megvii tiene un valor aproximado de 850 millones de euros y cuenta con aproximadamente 530 empleados, frente a los cerca de 30 que tenía en 2014.
Megvii cree que a medida que internet asuma cada vez más funciones comerciales y sociales, el reconocimiento facial se convertirá en parte de la infraestructura de la web como medio de identificación, aunque sólo para actividades que requieran identidades reales. Otras empresas de tecnología también parecen estar apostando a este escenario: los teléfonos Galaxy S8 y S8 + de Samsung admiten el reconocimiento facial (para desbloquear los dispositivos), y se rumorea que Apple equipará su próximo iPhone 8 con la tecnología.
Face ID, la plataforma de autenticación de identidad en línea de Megvii, es una de las formas en que Face ++ se está integrando en la infraestructura de internet. (La interfaz de la API de comparación de rostros de Face ID utiliza la tecnología Face ++). Casi el 90% de las aproximadamente 200 empresas más importantes de internet de China utilizan Face ID, según el CEO de Megvii, Qi Yin. Es particularmente popular entre los servicios financieros en línea, ya que necesitan autenticar las identidades de los usuarios de forma remota. (Para evitar que las personas las engañen con una fotografía, estas aplicaciones suelen realizar una "prueba de vida" que requiere que los usuarios hablen o muevan la cabeza.)
Xiaohua, que opera un banco virtual que concede préstamos y ofrece pagos a plazos a través de una aplicación móvil llamada Xiaohua Qianbao ("monedero pequeña flor"), es un cliente típico de Face ID. Los usuarios escanean su rostro con la aplicación para obtener aprobación para préstamos y para garantizar que nadie autorice acciones en la aplicación si su teléfono se pierde o es robado. "Xiaohua Qianbao es un producto de crédito y préstamo puramente online, por lo que su primera necesidad es la prevención del fraude", dice el cofundador de Xiaohua, Lingpeng Huang, y añade: "El reconocimiento facial ha eliminado el riesgo de falsas identidades".
Megvii entrena los algoritmos detrás de Face ++ y Face ID dando grandes conjuntos de datos a un motor de aprendizaje profundo llamado Brain ++. (El aprendizaje profundo involucra la introducción de ejemplos en una red neuronal grande y de muchas capas, y el ajuste de sus parámetros hasta que reconozca con precisión las características deseadas, como el rostro de una persona en particular).
Para acumular enormes cantidades de datos de entrenamiento, Megvii permitió a la mayoría de los desarrolladores utilizar Face ++ de forma gratuita durante los dos primeros años de disponibilidad de la plataforma en 2012 y 2013. Megvii también compra fotos a empresas de recopilación de datos para ayudar a su formación.
La compañía creó Brain ++ en 2015 y dice que tener un motor de aprendizaje profundo propio le ayuda a entrenar sus algoritmos de manera más eficiente. "Se traduce en más competitividad para los productos", afirma el jefe científico de Megvii, Jian Sun.
Otra ventaja de tener su propia plataforma de aprendizaje profundo: Megvii puede personalizar fácilmente su tecnología de reconocimiento facial para diferentes clientes. Eso es importante porque un departamento de policía, por ejemplo, valorará la precisión por encima de todo, pero una empresa que desee usar el reconocimiento facial en una aplicación móvil debe asegurarse de que el software sea lo suficientemente pequeño como para caber dentro de la aplicación, sin sacrificar demasiada precisión.
Cuando Yin lanzó Megvii, quiso destacar en algunas áreas clave. "Una empresa de inteligencia artificial tiene que empezar siendo la primera en una o dos industrias básicas [para tener éxito]", dice. Ahora que Face ++ está atrincherado en la banca y las finanzas, los cofundadores de Megvii planean integrar su reconocimiento facial y otras tecnologías de visión automática en más industrias, tales como el comercio al por menor y los automóviles autónomos. Para ello, deberá demostrarles que su tecnología les aportará beneficios, como por ejemplo cuánto fraude puede evitar cada año, dice el profesor asociado de la Universidad Tsinghua Jiansheng Chen, que trabaja en visión de máquinas.