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Inteligencia Artificial

Esta furgoneta autónoma se convierte en la reina de las entregas automatizadas

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Aunque sólo ha circulado durante 10 días y el trayecto ha estado limitado a un barrio residencial con muy poco tráfico, el servicio funciona bastante bien y es capaz de llevar mucha más carga que los drones y los torpes robots 

  • por Jamie Condliffe | traducido por Teresa Woods
  • 11 Julio, 2017

Abrir una app, pedir alimentos y recibirlos en la puerta de casa. Hasta ahora, no hay nada fuera de lo normal en este proceso gracias a empresas como Amazon Fresh e Instacart. Pero en una zona de Londres (Reino Unido), ese tipo de entrega presenta una novedad más: el reparto se hace en una furgoneta autónoma.

El vehículo, llamado CargoPod y desarrollado por Oxbotica, un spin-off de vehículo autónomo de la Universidad de Oxford (Reino Unido), emplea la infraestructura de la tienda de supermercados online Ocado. Es un pequeño vehículo eléctrico equipado con sensores LIDAR y cámaras estereoscópias que utilizan el software autónomo de Oxbotica para detectar obstáculos y navegar las calles sin intervención humana (aunque, al igual que en Estados Unidos, la ley británica todavía requiere la presencia de un conductor de seguridad humano).

En la parte posterior del vehículo hay ocho contenedores, y cada uno de ellos tiene una caja capaz de alojar tres bolsas de alimentos. La furgoneta recibe su carga gracias a empleados humanos de un pequeño centro de distribución, que en realidad es otra furgoneta Ocado más grande capaz de almacenar 80 de esas cajas. En cuanto ha sido equipada con los paquetes que debe entregar, se pone en marcha siguiendo una ruta que, aunque se planifica en detalle en la nube, es el vehículo quien la ejecuta en última instancia. Cuando llega a una dirección de entrega, el cliente recibe una alerta smartphone. Entonces, debe pulsar un botón instalado en el exterior del vehículo para abrir la puerta del y recoger su pedido.

Al igual que otros ensayos de entrega autónomas, como los que se han llevado a cabo con los drones de Amazon, la operación huele un poco a artimaña publicitaria. Los pedidos están limitados a tres paquetes de alimentos que contienen productos no perecederos como frutos secos y galletas de chocolate. Además, el ensayo sólo duró 10 días y y se limitó a la zona de Berkeley Homes, una urbanización residencial cerrada con poco tráfico. Y hay algunos aspectos del servicio que deberían mejorarse, como la necesidad de incluir algún tipo de identificación para poder desbloquear la puerta de la vaina.

Pero la iniciativa no aspira tanto a convertirse en un servicio sino a servir como prueba de concepto. Tuve la oportunidad de ver al coche circulando por las tranquilas calles residenciales de Londres sin contratiempos, y me pareció uno de los ensayos de entregas autónomas más convincentes que he visto. Fue mucho mejor, por ejemplo, que los robots de Starship Technolgies que entregan pizzas mientras recorren las aceras a 6,4 kilómetros por hora. Además, las furgonetas pueden llevar mucha más carga que cualquier dron aéreo.

Eso no quiere decir que no haya habido problemas. El director ejecutivo de Oxbotica, Graeme Smith,  reconoce: "Necesitamos que un humano esté presente para presionar un botón para abrir la puerta de entrada. La primera vez que encontramos un camión de basura bloqueando la ruta, el vehículo tuvo que quedarse esperando pacientemente. Pero uno de nuestros objetivos es recopilar datos sobre estas situaciones poco comunes para averiguar qué podríamos haber hecho mejor".

 

Aun así, Ocado, cuyos centros de distribución altamente automatizados aparecen en el vídeo superior, considera que la tecnología es complemento a sus esfuerzos de distribución existentes. El director tecnológico de Ocado, Paul Clarke, detalla: "Veremos más pruebas en los próximos años. La próxima versión podría ser algo más grande, y tal vez refrigerada."

Cuando ya no necesiten a un humano que supervise el proceso, Clarke imagina que este tipo de vehículos podrán hacer entregas a demanda de pedidos de alimentos desde un pequeño centro de distribución cercano. Así en lugar de solicitar una franja horaria concreta para la entrega, los clientes podrán gestionar sus pedidos sobre la marcha, por ejemplo al llegar a casa, aunque sea de noche. O podría funcionar como una especie de máquina expendedora sobre ruedas para tentempiés de madrugada, no muy diferente al servicio que la start-up Wheelys ya ha lanzado en China .

Curiosamente, el modelo de propiedad de estos pequeños vehículos aún está por definir. Además de transportar paquetes, también podrían llevar a seres humanos. En el futuro, estos vehículos no van a ser utilizados necesariamente para un [único] propósito", dice Clarke.El responsable añade: "Una persona puede haber reservado un viaje autónomo entre A a B, y en realidad puede haber algo a la vuelta de la esquina [de B] que puede ser recogido y transportado durante el viaje de vuelta. Eso ayudará a bajar el coste y reducir el número de vehículos que de verdad necesitaremos en las carreteras".

Lo más probable es que las entregas más grandes se sigan haciendo en furgoneta con un humano al volante, aunque su única misión sea la de ayudar a los clientes a descargar. Smith señala: "Si usted tiene una gran empresa de entregas, la idea de poder aumentar la eficiencia en un 5% es una gran oportunidad de negocio. Si la autonomía puede liberar a los conductores durante unos cinco o 10 minutos más cada hora, podrían por ejemplo, hacer papeleo mientras el vehículo circula, lo que supone un ahorro de costes".

(Para saber más:Un enjambre de 1.000 robots transporta y almacena los productos frescos del súper, Cualquier coche antiguo se vuelve autónomo gracias a este software, La tienda del futuro está en China y no tiene cajas ni empleados).

Inteligencia Artificial

 

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