Las empresas de telecomunicaciones no siempre solucionan los problemas de banda ancha de los estudiantes, así que esta ciudad ha decidido emplear un rango de emisión destinado a educación para ofrecerles una conexión inalámbrica desde dispositivos escolares
Miles de milllones de personas carecen de acceso a internet, no sólo en el tercer mundo. Y uno de los grupos más afectados por estar en el lado malo de la brecha digital son los niños, que se arriesgan a quedarse atrás en la escuela porque sus compañeros de clase pueden leer e investigar cualquier tema al llegar a casa.
Como hemos explicado en el pasado, hay algunas soluciones que podrían resolver el problema en las grandes áreas metropolitanas, especialmente si el factor limitante es el dinero. Los proveedores de servicios de internet y las autoridades municipales pueden, por ejemplo, ofrecer descuentos a las familias pobres. Pero en las zonas rurales donde la infraestructura de internet no ha sido construida, la cuestión es mucho más difícil de superar.
El problema es que a las compañías de telecomunicaciones no les cuadran las cuentas: el coste del hardware y la instalación no se puede rentabilizar con el pequeño número de usuarios que lo disfrutará. Por eso, algunas comunidades han decidido encargarse ellas mismas, e incluso han llegado a tender líneas de fibra óptica sobre líneas eléctricas instaladas hace décadas.
Ahora Wired informa de que las escuelas del Condado de Albemarle en Virginia (EEUU) están adoptando un enfoque alternativo. Con el fin de garantizar que todos los niños accedan a internet para ayudarse con sus estudios, el distrito está utilizando una porción relativamente desconocida y poco utilizada de espectro asignada específicamente a usos educativos.
A través de él, transfiere datos entre sus escuelas y las estaciones base situadas en la cima de las colinas y montañas cercanas. Desde ahí, proporciona banda ancha inalámbrica a las casas que no disponen de conexión a internet por cable. Y gracias a unos routers especiales situados dentro de los hogares, ofrece conexiones a internet mediante dispositivos proporcionados por la escuela.
De momento hay una estación base en funcionamiento y otras tres están planificadas. El artículo de Wired explica muy bien las complejidades del despliegue, así como los problemas a los que se ha enfrentado el espectro educativo desde que fue asignado. Merece la pena señalar que el condado de Albemarle está entre los más ricos de Estados Unidos, por lo que es poco probable que la solución resulte fácil de replicar en zonas rurales menos favorecidas. Pero al menos ofrece un rayo de esperanza para los deberes de futuras generaciones.
(Para saber más: Wired , Cooperativas locales contra la segregación digital, La brecha digital que condena a los más pobres)