El último proyecto de búsqueda de civilizaciones alienígenas inteligentes del SETI no ha encontrado ni una sola señal convincente. Aunque puede que los extraterrestres, increíblemente avanzados, hayan decidido no contactar con nosotros
El proyecto de búsqueda de inteligencia extraterrestre (SETI, por sus siglas en inglés), está iniciando una época dorada. A medida que los astrónomos encuentran cada vez más planetas similares a la Tierra que orbitan otras estrellas, aumenta la expectación sobre la posibilidad de que uno de ellos contenga algo interesante.
Pero para ello, será necesario saber qué señales hay que buscar, ya que es posible que cualquier civilización avanzada haya desarrollado láseres y los esté dirigiendo en nuestra dirección, deliberadamente o no. Así que una estrategia obvia para el SETI consiste en rastrear los cielos en busca de las señales características de los láseres.
Los investigadores de la Universidad de California en Berkeley (EEUU) Nathaniel Tellis y Geoff Marcy han realizado la búsqueda más amplia hasta la fecha sobre el tema. Y afirman que incluso si una diminuta fracción de las estrellas estudiadas fuera orbitada por planetas que emiten láseres hacia nosotros, los habrían visto. Pero de momento nadie ha encontrado pruebas convincentes de señales de láser procedentes de ninguna de estas estrellas.
Foto: Los datos de Kepler CK01474, que es un candidato de planeta anfitrión. Las estrechas emisiones del cuadro superior y del cuadro del medio sugieren una actividad de láser. Pero el panel inferior muestra dos pistas de la imagen CCD original, revelando que uno o más acontecimientos de rayo cósmico provocaron esta señal.
El método de este trabajo es sencillo. Los astrónomos han pasado décadas grabando las señales espectroscópicas de numerosas estrellas. Tellis y Marcy han obtenido una base de datos de mediciones de luz estelar realizadas entre 2004 y 2016 por el telescopio Keck de Hawái (EEUU).
Esta base de datos registra la luz estelar procedente de 5.600 estrellas cercanas al Sol, la mayoría de ellas a una distancia inferior de 100 pársecs (unos 326 millones de años luz). De hecho, estas estrellas han sido observadas muchas veces, por lo que la base de datos al completo consta de más de 67.000 espectros.
Entonces, Tellis y Marcy desarrollaron un algoritmo para examinarlos en busca de pistas de señales láser. Los investigadores asumen que las señales láser se superpondrían sobre las propias señales de fondo de la estrella. Así que el resultado de ambas ofrecería un número más alto de fotones que el nivel de fondo, y estos fotones aparecerían en varios píxeles adyacentes en la imagen espectrográfica.
Aplicaron sus algoritmos al conjunto de datos. Pero para que las cosas fuesen más interesantes, también añadieron sus propias señales láser a una porción de los datos para probar la eficacia del algoritmo y medir el umbral de detección de su técnica.
Los resultados son interesantes. Los umbrales de detección de su búsqueda corresponden con láseres alienígenas de alimentación continua del rango de entre varios kilovatios hasta 13 megavatios, en función del tipo de estrella anfitriona, todos dentro de nuestras capacidades actuales. De los 67.000 espectros estudiados, el algoritmo identificó alrededor de 5.000 que merecían más investigación. Y de todos ellos, Tellis y Marcy sólo detectaron 12 que merecían un estudio más profundo.
Pero resultó que ninguno ofrece pruebas de actividad de láser extraterrestre. De hecho, todos los candidatos se incluyen en alguna de las tres categorías de falsos positivos. Más de la mitad fueron causados por emisiones conocidas de moléculas de la atmósfera de la Tierra. Otro grupo de falsos positivos fueron el resultado de las propias estrellas principales.
El último grupo de falsos positivos, alrededor de 1.000 de ellos, fue originado por señales ajenas dentro del propio telescopio, como reflejos internos o el impacto de partículas de alta energía como rayos cósmicos.
Los investigadores pudieron descartar muchos de ellos a ojo. Por ejemplo, las partículas de alta energía dejan rastros con forma de gusano en el conjunto de píxeles y por tanto son fáciles de detectar. No obstante, hay que tener cuidado con este proceso, puesto que estos espectros también podrían ser señales de otro tipo.
Al final de este proceso, Tellis y Marcy pudieron descartar todos los espectros que estudiaron. Los investigadores detallan: "No encontramos ninguna prueba convincente de emisiones procedentes de láseres extraterrestres entre ninguna de nuestras 5.600 estrellas a niveles de potencia de entre 3 kilovatios hasta 13 megavatios".
Aunque triste, el resultado podría redefinir los límites de la abundancia de civilizaciones alienígenas. Dado el ritmo al que los astrónomos han encontrado planetas similares a la Tierra orbitando otras estrellas, Tellis y Marcy pueden calcular el número de planetas similares a la Tierra que su análisis debe cubrir. "Puesto que [estos sistemas estelares] contienen aproximadamente 2.000 planetas con temperatura ambiente y del tamaño de la Tierra, descartamos encontrar modelos similares a la Vía Láctea en los que más del 0,1% de los planetas templados del tamaño de la Tierra alberguen civilizaciones tecnológicas que, intencionadamente o no, estén emitiendo láseres ópticos hacia nosotros", concluyen.
Para colocar eso en perspectiva, si hubiera civilizaciones tecnológicas en tan solo el 1% de tales planetas del tamaño de la Tierra, entonces la búsqueda de Tellis y Marcy habría encontrado unas 20 civilizaciones de ese tipo. Si hay extraterrestres por allí, no están dirigiendo sus láseres hacia nosotros.
Y eso abre algunas interesantes preguntas sobre la naturaleza de la inteligencia extraterrestre. Una línea de pensamiento sugiere que no tenemos pruebas de extraterrestres porque estamos solos en el universo. En otras palabras, no existen pruebas que encontrar.
Pero otra posibilidad es que si de verdad existen otras civilizaciones inteligentes por ahí, éstas están millones de años por delante de nosotros, porque cualquier civilización menos avanzada aún no habría desarrollado la tecnología necesaria para producir señales de láser. En este escenario, cualquier resultado negativo del SETI demostraría que los seres avanzados han llegado a un consenso para no contactar con civilizaciones tan primitivas como la nuestra (ver Si los extraterrestres han encerrado a la humanidad en un zoo, lo han hecho así).
Por supuesto, no hay demasiadas pruebas que apoyen ninguna de estas teorías. Así que este trabajo sólo abre la puerta a otros más ambiciosos. Uno de estos es el proyecto Breakthrough Listen, que durante los próximos años grabará espectros de un abanico más amplio de estrellas y galaxias cercanas. En particular, este análisis estudiará estrellas más frías y enanas marrones, que fueron omitidas del trabajo actual.
Estamos ansiosos por conocer los resultados de esta epoca dorada espacial.
Ref: arxiv.org/abs/1704.02535 : A Search for Laser Emission with Megawatt Thresholds from 5600 FGKM Stars