Inteligencia Artificial
Dejen de pedir la renta básica universal, la inteligencia artificial aún es tonta
Hasta los trabajos más sencillos requieren habilidades que la IA aún no controla ni de lejos. Puede que tengamos que replantear ciertas cosas, pero el empleo está garantizado de momento, creo
No pasa ni un día sin que oigamos hablar de la amenaza de que la inteligencia artificial (IA) elimine los empleos de todo tipo de profesionales, desde camioneros hasta contables y radiólogos. Un análisis de McKinsey sugirió que las "tecnologías actuales podrían automatizar el 45% de las actividades por las la gente cobra hoy en día". Incluso hay herramientas digitales basadas en investigaciones de la Universidad de Oxford (Reino Unido) para calcular la probabilidad de que varios empleos sean automatizados.
Esta preocupación por que los progresos en la IA vuelvan obsoleta a la mayoría de las labores humanas ha hecho que algunos lancen un llamamiento para una renta básica universal, por la que todos los ciudadanos recibirían ingresos periódicamente y sin condiciones del estado (ver Los robots y la inteligencia artificial reavivan el sueño de la renta básica universal). Y Combinator, una destacada incubadora de start-ups de Silicon Valley (EEUU), realizará un estudio piloto de una renta básica en Oakland (EEUU), y su presidente ha dicho que "en algún momento del futuro, a medida que la tecnología siga eliminando empleos tradicionales y se genere una masiva y nueva riqueza, veremos alguna versión de esto a escala nacional". Un borrador de informe del Parlamento Europeo declaró recientemente que en vista de los posibles efectos sobre el mercado laboral de la robótica y la IA, "debería considerarse seriamente una renta básica" y la organización "invita a todos los Estados Miembros a hacerlo". Y en junio de este año, Suiza hasta celebró un referéndum sobre la renta básica (aunque el 77% votó en contra).
Pero, ¿de verdad el colapso de la demanda de mano de obra humana es tan inminente? Como experto en inteligencia artificial, creo que la respuesta es no, y explicaré por qué.
Para ser claro, sí creo que se van a producir importantes avances de la IA en un futuro próximo, y que tendrán un importante impacto sobre el mercado laboral. Dados los progresos de los vehículos autónomos, uno puede imaginar que muchos empleos de conducción serán en gran parte eliminados. Se están dando pasos importantes en el análisis automatizado de las imágenes médicas y otros datos. Los algoritmos están asumiendo una proporción cada vez mayor del trabajo del sector financiero. Los robots cocineros están en desarrollo. La lista sigue creciendo.
Por otra parte, también está bien ser algo escéptico. Pregúntese: ¿hasta qué punto le impresionan los progresos de las aspiradoras robóticas de la última década? ¿Y los progresos de los lavavajillas? En realidad, diseñar sistemas de IA totalmente autónomos para trabajar en los desorganizados entornos del mundo real es difícil. A nivel general, los sistemas actuales de IA no tienen un amplio entendimiento del mundo, incluidas nuestras convenciones sociales, y resulta notablemente complicado lograr que los ordenadores contesten a muchos tipos de preguntas sencillas (ver Un examen más duro que el de Turing revela que las máquinas aún son estúpidas).
Los sistemas de IA aún no controlan el pensamiento abstracto, no son capaces de dar un paso atrás para inspeccionar su propio proceso de razonamiento y generalizar lo que sucede. Por ello, siguen estando limitados en el área de la creatividad. Pueden elaborar nuevas soluciones para los problemas: por ejemplo, AlphaGo de Google DeepMind realizó una jugada extremadamente inusual durante uno de sus enfrentamientos contra el campeón humano de Go Lee Sedol. Puede generar algunos tipos de arte, como el arte aparentemente psicodélico generado por las redes neuronales por Google DeepDream. Pero no es el tipo de creatividad que proporciona una perspectiva nueva sobre la situación actual. Y no tenemos necesidad de acudir a hazañas tan complicadas como, digamos, la formulación de Einstein de la teoría de la relatividad para encontrar ejemplos de tal creatividad en los trabajos humanos. Consideremos, por ejemplo, un asistente que sugiera combinar dos reuniones en una para ahorrar tiempo. Tal resolución de problemas nos resulta bastante rutinaria a nosotros, pero resultaría muy difícil de replicar en un sistema de programación de IA.
En general, cuando intentamos que la IA ejecute trabajos reales, a menudo descubrimos que fracasa en cosas en las que jamás fallaría un humano. La historia de la inteligencia artificial está repleta de ejemplos en los que los investigadores crearon sistemas de IA que funcionaban sorprendentemente bien en una tarea bien definida, sólo para descubrir que aún resulta difícil reemplazar a las personas que ejecutan tareas similares en el mundo real más caótico.
Tal vez lo más probable sea que los empleos se eliminen parcialmente porque parte del trabajo puede ser realizado por la IA. Los avances tecnológicos también podrían facilitar aún más la subcontratación de tareas a personas ubicadas en diferentes partes del mundo. Al mismo tiempo, muchos empleos seguirán siendo inmunes, al menos durante el futuro previsible, porque requieren habilidades fundamentales que son difíciles de replicar con la IA. Consideremos, por ejemplo, los psicólogos, entrenadores y profesores de educación infantil. Sus trabajos requieren un entendimiento general del mundo incluidos la psicología humana y el razonamiento social, la capacidad de lidiar con circunstancias inusuales, y mucho más. La IA hasta podría volver a introducir a algunas personas a la fuerza laboral. Por ejemplo, los progresos en la robótica podrían facilitar que las personas discapacitadas ocupen algunos puestos, y los progresos en el procesamiento del lenguaje natural podrían lograr lo mismo para personas que tienen dificultades para utilizar las interfaces informáticas actuales.
Ahora bien, es posible que me equivoque del todo, y que los progresos en la IA se produzcan mucho más rápido de lo que espero. Los avances tecnológicos son notoriamente difíciles de prever. Pero si uno cree realmente que existe una buena posibilidad de que la IA superará ampliamente las capacidades humanas en un plazo relativamente corto, entonces como especie tenemos problemas mayores que el hecho de implementar una renta básica (de hecho, hay algunas personas que se preocupan seriamente por esto, pero eso es el tema de otro artículo distinto).
La idea de que los avances más recientes de la inteligencia artificial impidan que la mayoría de la gente contribuya a la sociedad es una tontería. Puede que tengamos que cambiar algunas cosas sobre cómo funciona la sociedad, como volver a formar a los trabajadores desplazados, y tal vez en en algún momento haya que aumentar el gasto público en (digamos) proyectos de infraestructuras cuidadosamente seleccionados para contrarrestar las pérdidas de empleo en el sector privado. También deberíamos tener en cuenta que los avances de la IA podrían producirse de forma inesperada, y esforzarnos en prepararnos y hacer que la sociedad resista ante tales impactos. Pero la idea de que estemos a punto de entrar en una utopía tecnológica con una necesidad prácticamente nula de mano de obra humana no está respaldada por el estado actual de las investigaciones de IA. Los países que transformen completamente sus sistemas de bienestar de acuerdo a esta idea ahora pueden arrepentirse después de que se vuelva evidente que los recientes avances de la IA, a pesar de ser impresionantes, aún tienen sus limitaciones.
Vincent Conitzer es profesor de informática, economía y filosofía de la Universidad Duke (EEUU).
Si quiere saber más sobre el tema, tiene disponible nuestro Informe Especial: El Futuro del Empleo.