Las emisiones, hasta ahora, son muy pequeñas para lograr frenar el calentamiento global.
Los
defensores de la "geoingeniería"--unos métodos propuestos para enfriar
el planeta y contrarrestar los efectos de los gases de efecto
invernadero--apuntan a las grandes erupciones volcánicas como prueba de que
estas técnicas podrían funcionar. Las erupciones de excepcional tamaño, como la
del Monte Pinatube en 1991, en realidad lograron enfriar el planeta gracias a
la inyección de sulfatos en la parte alta de la atmósfera, donde circularon
durante más de un año, ensombreciendo la Tierra. Los defensores de este método
han estado esperando la llegada de otra gran erupción que pudiera ser estudiada
para obtener pistas sobre cuál es la mejor forma para lograr el enfriamiento
artificial del planeta.
Las
erupciones del volcán Eyjafjallajökull en Islandia, aunque son impresionantes y
lo suficientemente grandes para suspender el tráfico aéreo en Europa, no sirven
para este propósito. Esto es lo que Alan Robock, profesor de estudios
ambientales en la Universidad de Rutgers, que ha estudiado el impacto de los
volcanes en el clima, me dijo:
"Hasta
ahora, el volcán sólo ha expulsado menos de 0,004 millones de toneladas de SO2,
en comparación con los 20 Mt que la erupción del Monte Pinatubo inyectó en la
estratosfera en 1991. Por otra parte, la emisión de Islandia fue sólo en la
baja atmósfera, donde el ciclo vital es del orden de una semana, a diferencia
de un par de años en la estratosfera. Así que es demasiado poco, y permanece en
la atmósfera durante muy poco tiempo. Por ahora."
Para
lograr un impacto a nivel mundial, el volcán debería tener una erupción mucho
más violenta (o quizás provocar que los volcanes cercanos entrasen en erupción
violentamente) a fin de que las grandes cantidades de sulfatos llegasen a la estratosfera
y permaneciesen en ese lugar, afirma. Para hacer un seguimiento del tamaño de
las erupciones en el volcán, haga clic aquí.