Tuve
una reunión muy interesante ayer con un profesor de MIT al que conozco desde
hace mucho tiempo. Él también está en contra de las patentes de software, como
yo. Sin embargo, me sugirió algo en lo que no me había parado a pensar
demasiado, y es que las patentes retrasan la innovación. Existen algunos
profesionales de credibilidad que llevan hablando de este tema durante un
tiempo, incluyendo a James Bessen y Michael Meurer en su excelente libro Patent
Failure: How Judges, Bureaucrats, and Lawyers Put Innovators at Risk.
Durante
mi conversación del viernes escuché un ejemplo muy interesante. De forma
habitual, aquellas personas a favor de las patentes me dicen lo importante que
resultan para las industrias de la biotecnología y las ciencias vitales. Sin
embargo, aparentemente hay investigaciones académicas en fase de desarrollo que
muestran que las patentes en realidad retrasan la innovación dentro del sector
biotecnológico. El ejemplo específico que discutimos era que existe una cada
vez mayor evidencia de que cuando un profesor o una compañía obtienen una
patente en el campo de la investigación genética, existen otros investigadores
que simplemente dejan de llevar a cabo sus trabajos en ese área específica.
Como resultado, el número de investigadores dedicados a un tema en particular
decrece, especialmente si la patente es amplia. No resulta difícil teorizar que
esto resulta en una menor cantidad de innovación en esas áreas a lo largo del
tiempo.
Acabo
de empezar a leer algunos estudios acerca de este tema, incluyendo los de la
profesora de MIT Fiona Murray. Para los que les interese, el estudio de Stuart
Macdonald titulado When means become ends: considering the impact of patent
strategy on innovation es un buen ejemplo del tipo de conversación al que me
refiero. Además, la excelente publicación Reducing the Cost of IP Law, de
Stephan Kinsella, simplemente da en el clavo en cuanto a este tema.
Todavía
estoy obsesionado con mi misión de "abolir las patentes en el software",
especialmente después de recibir un correo más por parte de una startup que
afirma ser una "Compañía Aseguradora de Patentes." Durante los últimos años han
surgido una serie de empresas como esta, incluyendo algunas financiadas por capital
de riesgo. Su argumento de ventas es que se les paga una cuota anual, se les
otorga la licencia de cualquier patente que tengamos, y ellos "nos protegen"
contra cualquier litigación relativa a esas patentes. Cada vez que escucho este
argumento, lo único que se me ocurre es pensar en Al Capone caminando por las
calles de Chicago yendo de puerta en puerta ofreciendo "protección" a todos los
dueños de negocios que le paguen cada semana.