Repasamos algunos de los inventos más raros mostrados en la Computer-Human Interaction Conference.
Gafas para el seguimiento del ojo: El equipo representante de ETH Zurich hizo una demostración de un sistema de peso ligero y capaz de seguir el movimiento del ojo, haciendo posible que el usuario controle el ordenador sólo con su mirada. En vez de hacer el seguimiento a través de video, el sistema utiliza electroolocugramas (EOG), por lo que el usuario sólo debe llevar puestas un par de gafas de peso ligero--pero de aspecto extrañísimo--y una unidad de proceso compacta.
Los electroolocugramas miden los cambios de potencial eléctrico que se producen en el ojo y así son capaces de seguir sus movimientos. Gracias a unos electrodos colocados encima, debajo y a los laterales del ojo, las gafas son capaces de calcular con precisión los movimientos horizontales y verticales.
Durante las pruebas que se hicieron del aparato, los usuarios fueron capaces de usar los ojos para controlar un juego de ordenador simple. Los investigadores señalan que este método podría abrir camino a otro tipo de aplicaciones más complejas--por ejemplo, controlar la introducción de textos con el ojo. Si se sincronizaran un grupo de gafas, los usuarios podrían incluso ser capaces de interactuar y colaborar entre ellos simplemente usando sus globos oculares.
Ratón Caliente-y-Frio: Los investigadores siempre están a la búsqueda de las formas más inusuales de interaccionar con las máquinas. Un equipo de NTT Cyber Solutions en Japón está llevando a cabo experimentos con la temperatura de la piel como nueva forma de comunicación.
Estos investigadores hicieron modificaciones en un ratón y un trackball para que se calentaran o enfriasen en función de la parte de la pantalla por la que el usuario llevase el cursor, y etiquetaron ciertos objetos (como por ejemplo algunas áreas específicas dentro de una fotografía) con información relativa a su temperatura ("caliente", "templado", "frio"). Para ello conectaron un aparato llamado Peltier al trackball, con lo que se lograba alterar la temperatura del dispositivo cuando el cursor se desplazaba por esas áreas.
Durante el periodo de pruebas, los usuarios fueron capaces de jugar a un juego simple de búsquedas gracias a las pistas que les iban proporcionando los distintos cambios de temperatura. Curiosamente, los usuarios señalaron que la comida daba la impresión de ser más "deliciosa" cuando a la foto del plato se le asociaba una sensación de calor o frio.
Visores de fotografías interactivos: Otro grupo de Japón hizo una demostración de un aparato llamado "CaraClocks", del tamaño de un sandwich y con forma de tortuga. Estos aparatos se sincronizan al ser tocados y muestran fotografías relacionadas entre si. Por ejemplo, un padre, una madre y un hijo podrían conectar sus CaraClocks, girar un botón y ver las fotos de todos cuando tenían la misma edad.
El grupo de investigadores detrás de este proyecto, de la Universidad de Keio, afirma que el aparato puede evocar lo que ellos llaman "memoria colectiva." También señalan que los CaraClocks son capaces de generar varios paralelismos visuales entre los usuarios gracias al entendimiento de las relaciones entre los mismos y al análisis de las etiquetas asociadas a las fotos.
CALLY, el robot-teléfono móvil: Un equipo de la Universidad de Simon Fraser en Canadá presentó un robot-teléfono móvil llamado CALLY. El prototipo tiene cuatro ruedas, dos brazos con pinzas a modo de manos, y un hueco en el frente para colocar el teléfono móvil.
Una vez colocado en su lugar, el teléfono móvil pasa a ser la cara del robot y puede mostrar expresiones simples en la pantalla. Puesto que muchas personas usan sus móviles como alarma para despertarse, los investigadores señalan que CALLY podría programarse para que se alejara corriendo cuando intentamos apagar la alarma (en la línea de lo que hace Clocky). Aunque por un lado esta idea de hacer que un teléfono móvil tenga piernas o haga gestos es un poco espeluznante, esto podría suponer un avance respecto a los frios emoticones que se usan para asegurarnos de que el tono de broma o seriedad no se malinterpreta en un mensaje de texto o correo electrónico. También podría suponer un avance muy efectivo dentro del campo de la telepresencia.
Cerillas para los recuerdos: Un grupo en MIT propuso la idea de crear un tipo de cerilla en la que se instalasen una pequeña cámara y un micrófono (en la mitad de color rojo), así como un micro proyector (en la mitad de color verde). El usuario raspa la parte roja de la cerilla, y físicamente hace que empiece a arder. Esto provoca que se active la cámara y el micrófono y empiecen a grabar, haciendo que la cerilla vaya disminuyendo de tamaño en respuesta al calor. Esta cerilla, denominada como PY-ROM, grabaría la imagen y el sonido en el centro de la cerilla. Cuando un usuario enciende la otra mitad, un mini proyector reproduce la imagen una vez antes de quemarse (literalmente). Hasta la fecha, el grupo ha diseñado un prototipo basado en dos cerillas emparejadas y sincronizadas con la cámara web de un ordenador y un programa de reproducción de video.
El equipo considera que estos "recuerdos en cerillas" son una forma más valiosa de dar cuerpo a los recuerdos, y señalan que los usuarios a menudo graban enormes cantidades de video y sonido que acaban siendo enterradas en dispositivos de almacenaje o el ciberespacio, y rápidamente se olvidan. Los investigadores insisten en que si tomar una fotografía o un video resultase más caro y hubiera que dedicarle más tiempo, las personas seleccionarían con más cuidado qué momentos quieren preservar. Una grabadora y reproductora de un solo uso podrían ser los reyes de cualquier fiesta, así como un recordatorio de que hay que apreciar ciertos momentos en la vida, pero es difícil imaginar que vayamos a acabar desechando nuestras cámaras digitales por cerillas digitales.