En enero fui contactado por el editor de una revista nacional de noticias de primera línea para sugerir "un paquete ´perfecto´ de estímulos gubernamentales" para el Presidente-electo Barack Obama. Antes de revelar mi sugerencia, me gustaría tomar un momento para una pausa y dirigir su atención al pedido en si mismo - ya que creo que es un ejemplo interesante de cómo este país ya ha cambiado su perspectiva desde las elecciones del último noviembre.
Este editor podría haberse dado vuelta en cualquier dirección para obtener respuestas entusiasmadas a esta pregunta, pero vio valor editorial en la opinión de un ingeniero de la MIT. Para aquellos de nosotros dedicados a la investigación científica - para no mencionar a aquellos que simplemente creen que la ciencia debería ser una parte importante en las decisiones de las políticas públicas - pareciera ser que estamos dirigiéndonos en una dirección en donde la ciencia y la credibilidad de la ciencia tienen mucha importancia. La reputación de la MIT en cuanto a ingeniería y ciencia, y de su aplicación a la sostenibilidad del medio ambiente, economía y las políticas públicas, siempre han hecho que de este lugar el mundo esperara que surjan grandes ideas. Aparentemente ahora, dentro de este nuevo contexto, también podemos esperar ser llamados por nuestros esfuerzos colectivos para crear un sentido de nueva dirección.
Entonces lo siguiente fue lo que sugerí: Se debe estimular la productividad del trabajador y la economía al mismo tiempo, al la vez que se reduce nuestro daño al medio ambiente. Esto se lograría al prestar atención a las necesidades del país de tener un sistema de ferrocarriles de alta velocidad más rápidos, eficientes y de menor costo. Al conectar los centros metropolitanos más importantes del noreste, los centros y los aeropuertos en el oeste medio, y las grandes comunidades en el lejano oeste, podemos crear oportunidades para que numerosos americanos puedan viajar hacia y desde sus lugares de trabajo, y también a través del país y el mundo - de manera más rápida y eficiente.
Para poder hallar una solución a estos desafíos que nos presentan los paisajes, los climas y otros temas que son únicos a los Estados Unidos continental, el gobierno no puede suponer que los materiales actuales, tecnologías de transporte y procesos de fabricación generarán los mejores resultados. Debe invertir en nuestros esfuerzos de investigación para asegurar que las últimas tecnologías, plataformas nuevas de infraestructura y materiales son utilizados para mover a las personas, los bienes y mercaderías de manera más eficiente. (Es obvio, pero vale la pena poner atención sobre el hecho de que los EEUU tienen mucho por hacer para actualizarse en temas relacionados al sistema de ferrocarriles. Los europeos han estado utilizando trenes como parte (cuidadosamente considerada) de su sistema de transporte nacional por mucho tiempo. El tren Shanghai-Hangzhou Maglev en China es una maravilla de ingeniería moderna; y es capaz de viajar a más de 482 kilómetros por hora).
Los ferrocarriles y sugerencias específicas aparte, la administración futura necesita de un gran plan para nuestro futuro colectivo - uno que galvanizará los talentos y entusiasmo de los actuales y futuros científicos e ingenieros, y que los apoyará en su búsqueda de encontrar soluciones a los temas más importantes de nuestros tiempos. Soluciones a los desafíos de la energía, la sostenibilidad ambiental y el transporte no será una cuestión fácil. De la misma manera, también lo son los desafíos políticos de revertir la declinación de la última década de los fondos para investigación científica.
El Presidente Obama deberá traer una perspectiva de orientación científica de largo plazo adentro del gobierno, y deberá revertir rápida y decisivamente las tendencias más recientes y contrarias. El liderazgo económico de los EEUU siempre ha dependido sobre su capacidad de fomentar y mantener un ecosistema de becas e innovaciones dentro de todos los campos. Este sistema -nuestro sistema - se encuentra peligrosamente cerca de un punto de no retorno. Necesitamos un liderazgo que invertirá en y ayudará a crear un futuro tan brillante como nuestro pasado.
¿Mi sugerencia de un nuevo sistema de ferrocarril será escuchada? ¿Podremos dentro de poco viajar de Cambridge a Nueva York, o entre los centros de San Francisco y San Diego más rápidamente por tren que por avión? Es difícil saberlo, pero estoy contento de que alguien haga la pregunta. Puede leer el artículo resultante aquí. Dean of Engineering
Ford Professor of
Engineering, MIT
Credit: Justin Knight