Después de invertir millones para cablear seis ciudades, Google ha suspendido su proyecto Google Fiber a medida que aumenta su interés por desarrollar conexiones inalámbricas ultrarrápidas
Instalar fibra óptica es bastante caro. Esa es una de las razones por las que el ambicioso proyecto Google Fiber, el cual pretendía instalar internet de alta velocidad en ciudades de EEUU, se ha paralizado. La empresa ha gastado cientos de millones de euros en instalar cables de fibra óptica que establezcan una conexión a internet 100 veces más rápida que el wifi de alta velocidad habitual. De momento ya ha llegado a seis ciudades.
Crédito: fotografía cedida por Google.
Pero otra de las razones parece ser la noción de que el internet ultrarrápido puede suministrarse de forma más barata si se eliminan los cables. Instalar fibra no solo supone el coste de levantar las calles para introducir los cables, sino que además Google Fiber debe negociar a menudo con los grandes proveedores de servicios de internet (cuyo negocio se está viendo perjudicado por el proyecto) para poder utilizar los postes telefónicos. Por otra parte, los transmisores wifi superrápidos pueden instalarse en lo alto de los edificios para ofrecer acceso a internet directamente a los usuarios.
Google no es la única que piensa que el futuro del internet de alta velocidad necesita cortar el cable. Y Facebook está probando un sistema similar, igual que Verizon y AT&T. Una start-up llamada Starry también está esforzándose para ser la primera empresa en instalar conexión inalámbrica de alta velocidad en casas particulares.
La gran jugada de Google Fiber hacia el wifi quedó clara cuando anunció en junio la adquisición de Webpass, una empresa que utiliza la tecnología inalámbrica para suministrar acceso internet de alta velocidad a los hogares. El proceso de adquisición todavía no ha terminado, pero parece razonable pensar que las dos próximas ciudades que tenían planeado someterse al tratamiento de Google Fiber (San José, California, y Portland, Oregón, ambas en EEUU), recibirán en su lugar una dosis de internet de altísima velocidad a través de las ondas, y no del cable.
(Para saber más: Ars Technica, Wall Street Journal, Este verano puede nacer el primer internet barato, inalámbrico y ultrarrápido, El wifi inalámbrico de alta velocidad de Facebook es bonito pero difícil de escalar.)