Tras años de ralentización, parece que dentro de cinco años ya no será económico seguir disminuyendo su tamaño, pero la industria ya tiene otras estategias para seguir aumentando su potencia
La ley de Moore lleva tiempo ralentizándose. Pero la industria estadounidense que se aprovecha de ella por fin ha reconocido que está a punto de morir.
La Asociación de la Industria de los Semiconductores, formada por Intel, AMD y Global Foundries, ha publicado la Hoja de Ruta Tecnológica Internacional para Semiconductores de 2015. El texto sugiere que, tras décadas de miniaturización, parece que los transistores dejarán de disminuir su tamaño en 2021. Después de esa fecha, según el informe, no resultará económicamente eficiente reducir más el tamaño de los transistores de silicio.
La ley de Moore dicta que el número de transistores alojados por un circuito integrado se duplica aproximadamente cada dos años. Pero la predicción de la industria no es que simplemente su tasa de reducción sea cada vez más lenta, sino que se va a detener definitivamente.
Crédito: Intel.
Este año, Intel anunció que ralentizaría el ritmo de los avances de chip y retrasaría el lanzamiento de su tecnología de transistores más pequeña de la historia de 2016 a 2017. Esta tecnología está compuesta por elementos tan hasta 10 nanómetros. Intel ya había advertido anteriormente al público de que los transistores de silicio convencionales sólo podrían seguir encogiéndose durante otros cinco años.
Pero la aceptación más amplia de la tendencia por parte de la industria no presagia la muerte de las tecnologías de chips. Existen, afortunadamente, otras maneras de aumentar la capacidad de los ordenadores.
Podemos esperar que los chips se vayan especializando cada vez más. Por ejemplo se pueden configurar para lidiar con determinadas tareas, como el procesamiento gráfico o la inteligencia artificial, en lugar de representar unos rápidos dispositivos multiuso. Probablemente también cambiará la geometría de los chips, a medida que los fabricantes empiecen a aplicar varias capas de circuitos para aumentar su densidad. Y podemos esperar que aumenten los esfuerzos para mejorar la eficiencia energética por encima de la velocidad. La empresa ARM Holdings, recién adquirida por SoftBank, se ha especializado en esto en los últimos años con su dominante abanico de chips diseñados para smartphones y aplicaciones de internet de las cosas.
Puede que la ley de Moore esté a punto de morir, pero la innovación desde luego que no.
(Para saber más: IEEE Spectrum, SIA, La supercomputación ya sufre los efectos del fin de la ley de Moore, Intel confirma el freno a la ley de Moore, Los chips del futuro perderán velocidad para consumir menos energía, Intel perdió el carro de los chips móviles y ahora peligra su posición con el de IOT)