Inteligencia Artificial
El futuro de la conducción autónoma pende del primer accidente mortal de Tesla
El vehículo circulaba bajo la supervisión del sistema autónomo Autopilot, que no fue capaz de detectar un tractor blanco sobre un fondo azul claro y aún no se sabe qué hacía mientras el conductor
El accidente de tráfico mortal que se produjo estando activada la tecnología Autopilot de Tesla Motors puede tener graves consecuencias para el futuro de la conducción autónoma.
La Administración Nacional de Seguridad en Carretera de Estados Unidos (NHTSA, por sus siglas en inglés) afirmó la semana pasada estar investigando el accidente, que se produjo el mes pasado cerca en Florida (EEUU), cuando un Modelo S chocó contra un tractor que le cortó el paso al realizar un giro a la izquierda delante del coche.
La investigación de la NHTSA no implica que la agencia crea que la tecnología contribuyera al accidente ni que sea defectuosa. Pero el incidente inevitablemente suscitará preguntas acerca del rendimiento de la tecnología y la manera en la que los conductores la gestionan. La industria automovilística la observará de cerca para comprobar cómo transforma las regulaciones e influye en la percepción pública sobre las tecnologías de conducción autónoma. Se espera que la agencia publique nuevas directrices sobre las pruebas de vehículos autónomos este mes.
Autopilot de Tesla está disponible para los Modelo S equipados con el hardware necesario, que incluye cámaras, radares y sensores de ultrasonidos. Autopilot puede ejecutar eficazmente la conducción en autopista, tomando las curvas, ralentizando su marcha en función del comportamiento de los otros vehículos y hasta realizando adelantamientos. Tesla publicó un comunicado en el que afirma que cuando se produjo el accidente, Autopilot no detectó el tractor blanco sobre el despejado cielo azul claro de fondo. Los expertos en tecnología llevan un tiempo advirtiendo de que los sistemas de conducción autónoma distan mucho de ser perfectos, y de que el proceso de transferir el control entre un coche y el conductor humano puede resultar problemático (ver El coche automático aún necesita conductor).
El director de comunicaciones de Mobileye, Dan Galves, cuya empresa proporciona software de procesamiento de imágenes para Tesla y otros fabricantes, afirma que su tecnología no fue diseñada para lidiar con el tipo de obstáculo que parece haber provocado el accidente bajo investigación actualmente. "Las tecnologías actuales de anticolisión, o de frenado de emergencia automático, están definidas como anticolisión trasera y están diseñadas específicamente para ello. Este incidente involucró a un vehículo que cruzaba lateralmente", explica.
Bosch, que proporciona tecnologías automovilísticas incluidos algunos componentes para la conducción autónoma, dijo que los beneficios de la automatización harían que los progresos de la tecnología sean inevitables. La empresa afirma en un comunicado: "Seguimos estando convencidos de que la introducción gradual de vehículos autónomos puede realizar una importante aportación a [los esfuerzos por] mejorar de la seguridad en carretera. La conducción autónoma se avecina ,no de la noche a la mañana, sino de forma gradual".
El resultado de la investigación de la NHTSA podría tener profundas implicaciones para Tesla. Las preocupaciones de seguridad pueden resultar extremadamente dañinas para las automovilísticas. Audi tardó más de una década en recuperar su reputación tras un problema con "una repentina aceleración" en algunos vehículos durante la década de 1980. Pero a Tesla se le conoce por explorar nuevas tecnologías de forma agresiva, y muchos de sus clientes se sienten entusiasmados por el hecho de encontrarse en la vanguardia de la innovación automovilística. La empresa también tiene la capacidad de resolver problemas rápidamente con las actualizaciones de sus vehículos mediante los enlace de datos móviles que incorporan sus vehículos.
Tesla señaló en su comunicado que se trata de la primera fatalidad ocurrida en los más de 208 millones de kilómetros que se han recorrido con Autopilot activo, en comparación con una víctima mortal por cada 150 millones de kilómetros de conducción convencional. Es una burda comparación, ya que Autopilot sólo está diseñado para ser empleado para la conducción en autopista bajo determinadas condiciones. También podría demostrarse irrelevante en caso de determinar la NHTSA que Autopilot tuvo la culpa.
"Este accidente es un trágico recuerdo de las muy importantes barreras técnicas y sociales a las que se enfrentan los vehículos autónomos", según el profesor adjunto de la Escuela Sloan de Negocios del MIT David Keith que estudia la industria automovilística. "Controlar un automóvil de forma segura en todas las situaciones de conducción posibles es una tarea enormemente compleja y los algoritmos aún no la han dominado".
No está claro qué hacía el conductor del Modelo S en el momento del accidente. Sin embargo, como ha demostrado el proyecto de coches autónomos de Google, la automatización puede incitar a los conductores a adoptar comportamientos arriesgados (ver La pereza dirige el diseño el nuevo coche autónomo de Google).
Keith añade: "La NHTSA ha sido relativamente poco intervencionista en cuanto a los vehículos autónomos hasta la fecha, y desde luego es posible que este accidente de paso a una regulación más estricta de lo que constituye la operación segura de estos vehículos semiautónomos".