.

Inteligencia Artificial

Una 'sirena robótica' logra recuperar objetos de un barco hundido de Luis XIV

1

OceanOne demuestra cómo los humanos y las máquinas podrían colaborar en otros entornos. A nivel subacuático, soporta más presión que los humanos, lo que le permitiría hacer tareas imposibles actualmente

  • por Will Knight | traducido por Teresa Woods
  • 05 Mayo, 2016

Esta "sirena robótica" podría ser más que sólo una ingeniosa manera de recuperar tesoros naufragados (y decepcionar a los marineros enamoradizos). El aparato sugiere cómo los humanos y los robots podrían trabajar juntos algún día en todo tipo de entornos complicados.

El robot humanoide sumergible, llamado OceanOne, fue desarrollado en la Universidad de Stanford (EEUU). Recientemente recuperó unos valiosos artefactos de La Lune, un galeón del rey Luis XIV de 350 años de antigüedad, que naufragó en la costa de Tolón al sur de Francia en 1664.

OceanOne tiene dos brazos, una cabeza y un apéndice con forma de cola equipado con hélices motorizadas. Fue desarrollado en el laboratorio del profesor de la Universidad de Stanford Oussama Khatib, que empleó un conjunto de mandos de palanca para controlar el robot durante su primera inmersión hacia La Lune desde un barco que flotaba en la superficie. El robot devolvió una imágenes de vídeo grabadas con cámaras estereoscópicas y proporcionó háptica, que permitió a Khatib "sentir" (de forma burda) lo que sostenía el robot.


Crédito: Osada/Seguin/DRASSM.

En un vídeo sobre el robot (abajo), Khatib explica: "Nuestra intención es que un buceador se sumerja de forma virtual. Es casi como estar allí, se crea una nueva dimensión de percepción".

Pero OceanOne también está parcialmente automatizado. El operador puede asumir el control total manualmente, pero normalmente el robot activará sus hélices de forma automática para ajustar su posición frente a los cambios de corriente y las turbulencias, y también podrá esquivar obstáculos.

La colaboración humano-robot podría resultar crucial en situaciones como la reparación de un reactor nuclear dañado. Pero un reto organizado por DARPA el año pasado para simular ese escenario demostró lo difícil que puede resultar operar una maquinaria compleja en remoto dentro de un entorno no estructurado. Especialmente si el enlace de comunicaciones sufre interrupciones. Los entornos subacuáticos son igual de complejos.

OceanOne puede soportar presiones mucho mayores que un buceador humano, lo que le permitiría asumir muchas más tareas de mar profundo que resultan demasiado peligrosas para ser ejecutadas a mano. El robot podría, por ejemplo, acabar reparando plataformas petrolíferas o participar en las labores de mantenimiento de las líneas de comunicaciones submarinas.

Y lo que es más importante, el autómata podría inspirar una nueva generación de robots de control remoto que colaboren con sus operadores de manera más inteligente.

(Para saber más: Stanford News, Los robots demuestran que aún son "estúpidos" en el reto DARPA)

Inteligencia Artificial

 

La inteligencia artificial y los robots están transformando nuestra forma de trabajar y nuestro estilo de vida.

  1. El gobierno de EE UU pone bajo la lupa a las empresas de IA por publicidad engañosa

    La Comisión Federal de Comercio (FTC) de Estados Unidos ha tomado medidas contra varias empresas de IA por mentir y realizar publicidad engañosa, una lucha que continuará durante el próximo mandato de Donald Trump

    La Comisión Federal de Comercio (FTC) de Estados Unidos ha tomado medidas contra varias empresas de IA
  2. Las emisiones de la IA están a punto de dispararse aún más

    Las emisiones de los centros de datos se han triplicado desde 2018. A medida que modelos de IA más complejos como Sora de OpenAI comiencen a generalizarse, es probable que esas cifras se disparen

    Ordenador portátil echando humo
  3. La IA llega al campo de batalla para redefinir la toma de decisiones en la guerra moderna

    Anduril, fabricante de drones y misiles con IA, ha firmado un acuerdo con el Pentágono de EE UU para integrar sus sistemas en conflictos armados y optimizar la toma de decisiones, un aspecto que ya ha generado preocupación en organismos internacionales como Human Rights Watch

    La IA llega al campo de batalla