Poco después de que Robert Hannigan asumiera el control de la agencia de inteligencia de señales GCHQ en 2014, imploró a las empresas tecnológicas hacer más para facilitar las investigaciones de criminales y terroristas. "Para los que tenemos que abordar el deprimente resultado de los comportamientos humanos en internet, puede parecer que algunas empresas tecnológicas se encuentran en un estado de negación acerca de su mal uso", escribió Hannigan en un artículo de opinión publicado en el Financial Times.

Hoy, Hannigan parece lamentar cómo se expresó entonces - reconoce que sus comentarios "fueron ampliamente considerados como un ataque a la industria tecnológica" cuando de hecho "las empresas nos están proporcionando su ayuda de forma regular bajo la ley". Pero mientras que su tono se ha suavizado, su argumento permanece intacto. Haciendo eco de la postura del FBI en su enfrentamiento con Apple, Hannigan insiste en que las agencias de inteligencia y las fuerzas del orden a menudo se encuentran obstaculizadas sin la ayuda técnica de Silicon Valley (ver La agencia de espías británica pide colaboración entre empresas y gobiernos contra la encriptación). Aquí incluimos un resumen de una entrevista que concedió a MIT Technology Review después de una ponencia en el Instituto de Tecnología de Massachusetts (MIT, EEUU) la semana pasada.

Foto: Robert Hannigan. Crédito: Bryce Vickmark.

Mucha gente no da crédito a la afirmación de que los gobiernos se encuentran incapaces de acceder a los móviles encriptados. Dan por hecho que la Agencia de Seguridad Nacional (NSA, por sus siglas en inglés) y su agencia pueden descifrar cualquier cosa. ¿O se equivocan?

Las agencias secretas pueden hacer cosas ingeniosas porque disponen de matemáticos ingeniosos y se les da bien la criptografía y llevan años dedicándose a ella. De acuerdo, sí, pero eso todavía no soluciona el problema cotidiano del gobierno. Nosotros podemos lograr todo tipo de descubrimientos ingeniosos de objetivo, como nosotros lo llamamos, y emplear los datos de maneras ingeniosas, pero ellos tienen que presentar cargos criminales y presentar pruebas. Y para ellos no se trata de una inteligencia de señales a largo plazo; se trata de tu hija de 14 años que ha desaparecido y unos padres que esperan que las fuerzas del orden la encuentren. No niego que a largo plazo podría existir todo tipo de vigilancia para conseguir lo que ya no se puede lograr mediante un móvil. Pero parece que queda mucho para ello. Eso no les ayuda ahora.

El debate sobre la encriptación está ensombrecido por una falta de confianza en el gobierno. ¿Lamenta algunas acciones realizadas por parte de sus homólogos en la NSA o de sus predecesores en GCHQ que reveló Edward Snowden?

Desde luego, creo que tienes razón en que ha contribuido a la falta de confianza. Claramente lo hizo. Uno de los daños que provocó fue que envenenó la relación; dificultó mucho que el sector tecnológico se pudiese sentar a hablar con el gobierno. Creo que eso ha cambiado, ha remitido con el tiempo - en parte a causa de las amenazas, en parte por el paso del tiempo. Pero tienes razón, envenenó la relación. ¿Lo lamento? La verdad es que, a pesar de todas las alegaciones y las cosas que salieron en la prensa, varios juicios sucesivos en Reino Unido han determinado que lo que hicimos es legal, y por tanto proporcionado y necesario. Y si cualquier sociedad entonces decide que quiere cambiar eso, pues lo puede cambiar.

¿El hecho de que conozcamos la existencia de determinados programas de vigilancia sólo gracias a esas filtraciones no implica que se habían guardado en secreto a causa de dudas acerca de si resultaban apropiados?

Bien, no creo que se pueda extrapolar que se guardaron en secreto porque no resultaban apropiados. Eran secretos porque para resultar eficaces, tenían que ser secretos. Y obviamente revelarlos daña su eficacia. Mi punto de vista general, sin embargo, sobre la [era] preSnowden, por así decir, es que todo habría resultado mucho más fácil si hubiéramos sido más abiertos acerca de muchas cosas. Deberíamos haber dicho más en el pasado acerca de lo que hacíamos...y dejar claro cómo cada acción es controlada, cómo resulta proporcional, para qué sirve, lo cual hemos intentado hacer recientemente. La dificultad, supongo, reside en que por defecto las agencias secretas no tienden a publicar gran cosa.