El fabricante automovilístico alemán está reduciendo el número de robots empleados en la fabricación de sus coches clase S. Pero sigue representando un paso adelante para la robótica
Les podría sorprender a los orgullosos propietarios del nuevo Mercedes-Benz Clase S, pero su coche fue fabricado con menos automatización y más trabajo manual a la vieja usanza que los modelos anteriores.
Según Daimler, la empresa alemana que comercializa el sedán de lujo, la creciente personalización, como los embellecedores de fibra de carbono o los portavasos con calentador, reduce el uso de robots en su principal línea de producción en Sindelfingen, Alemania.
"Los robots no pueden lidiar con el grado de individualización y las muchas variantes que tenemos hoy", le contó Markus Schaefer, el director de producción de Daimler, a Bloomberg. "Ahorramos dinero y salvaguardamos nuestro futuro al emplear a más personas".
Crédito: Daimler.
De forma lógica, muchos medios se han hecho eco de la noticia, mientras que algunos la llegan a utilizar como la supuesta prueba de que "la revolución robótica" se encuentra en apuros. De hecho, como explica la historia original, los robots industriales convencionales aún se emplean ampliamente en la línea de Daimler; es sólo que estas máquinas no resultan tan adecuadas para los trabajos personalizados porque no pueden ser reprogramadas con rapidez.
Una nueva generación de robots más seguros, flexibles y fáciles de programar resultaría más adecuada para este tipo de tareas. Son máquinas que ya se están utilizando cada vez más en fábricas automovilísticas, entre otras. Así que la historia real no va tanto de robots reemplazados por trabajadores humanos como de una mayor colaboración entre personas y robots para trabajar de forma más eficaz.
(Lean más: Bloomberg, Cada vez hay más robots compañeros de trabajo)