La maleabilidad del cuerpo de estos insectos les permite colarse en casi cualquier sitio. Este enfoque ha inspirado esta versión robótica ideal para el rescate de personas bajo escombros
Foto: El andar normal del robot.
Si se encontrara atrapado debajo de un montón de escombros, una gran cucaracha robótica podría ser lo último que esperaría ver correteando hacia usted. Sin embargo, dos investigadores de la Universidad de California en Berkeley (EEUU) creen que este insecto mecánico es una manera ideal de alcanzar a los supervivientes enterrados en los escombros.
El profesor Robert Full y su alumno de postgrado Kaushik Jayaram se inspiraron en las cucarachas, increíblemente elásticas y resistentes, para desarrollar una versión robótica con un exoesqueleto capaz de comprimirse para reducir su altura más de la mitad. Así, el ingenio consigue colarse por espacios confinados.
En un trabajo publicado el martes en la revista Proceedings of the National Academy of Sciences, Full y Jayaram demuestran cómo una cucaracha es capaz de hacer que su cuerpo quepa en espacios reducidos y seguir avanzando, gracias a su blando exoesqueleto. Los invetigadores desarrollaron una serie de experimentos que incluyeron comprimir cucarachas de verdad y observar las fuerzas ejercidas sobre ellas.
Gracias a estas pruebas, los investigadores crearon lo que denominan como "robot comprimible con mecanismos articulados" (CRAM, por sus siglas en inglés), a partir de varias placas a modo de exoesqueleto. Creen que su maleabilidad y fuerza podrían hacer que resulte ideal para explorar edificios derrumbados.
Foto: El esqueleto y la médula, ambos flexibles, le permiten gatear en un estado comprimido hasta la mitad de su altura normal.
Es un experimento chulo que también señala una tendencia importante y bastante nueva de la robótica. Muchos investigadores y unas pocas empresas se están interesando por los diseños blandos o maleables de robot por las numerosas ventajas físicas que ofrecen.
Algunas empresas, incluidas Soft Robotics y Empire Robotics, ya venden unas pinzas blandas diseñadas para que los robots manejen los objetos sin requerir una precisión extrema. Los exoesqueletos podrían ofrecer otra manera de hacer robots que puedan cambiar de forma mientras conservan su fuerza.
Así que la próxima vez que intente aplastar una cucaracha con el zapato, tómese un minuto y piense; quizás para apreciar su increíble diseño y considerar sus potenciales aplicaciones.
(Fuentes: PNAS, Scientific American)